El Ministro de Educación de Kuwait plantea una ley que proteja a estudiantes de la discriminación por orientación sexual
El Doctor Bader Al-Essa, actual ministro de Educación de este diminuto y multimillonario emirato de Oriente Medio que es Kuwait, ha anunciado un cambio en las políticas educativas por las cuales su departamento dejará de investigar la sexualidad de los estudiantes y admitirá a los expulsados por su condición LGTB.
La primavera árabe terminó muriendo entre promesas de un futuro mejor. Las protestas laicas y democráticas hicieron temblar el suelo de Túnez, Egipto, Libia, sin embargo, estas demandas han sido incapaces de traer la estabilidad y de acercar un futuro que nunca deja de estar en el horizonte. El pequeño emirato de Kuwait ha vivido ajeno a estos cambios. El gobierno kuwaití se mide en petrodólares y con este tipo de baremo todo cambia. Aunque el anuncio que acaba de realizar el Ministro de Educación supone un verdadero cambio en las políticas de un país que, no debemos olvidar, castiga la homosexualidad, conocida en términos como ‘libertinaje’, con hasta seis años de prisión.
En un país en el que ser abiertamente gay se pena con hasta 10 años de prisión y en el que en 2013 el director del Instituto de salud pública, Yousuf Mindkar, presentaba una propuesta para que todas las personas que solicitasen el visado tuvieran que pasar por un “examen médico” para descartar la homosexualidad, sorprende que el actual ministro de Educación, el doctor Bader Al-Essa, afirme que su departamento no investiga la sexualidad de los estudiantes y que no tiene constancia que hasta el ministerio que preside haya llegado ningún caso de estudiantes que durante su periodo de formación hayan sido expulsados o se les haya abierto un expediente disciplinario por motivos de su orientación sexual. Además, Al-Essa afirmó que los estudiantes gais y lesbianas que habían sido explusados o sometidos a un expediente disciplinario podrían regresar a su centro de estudios sin ningún tipo de problemas.
El rico emirato petrolero de Kuwait está adoptando un enfoque más tolerante hacia personas del mismo sexo, al parecer, con el fin de atraer a estudiantes al sistema educativo del país. De este modo, Al-Essa dijo que no tenía intención de interrumpir la educación de ningún estudiante por cuestiones como su sexualidad, que deben quedar en el plano de lo privado. Así lo ha hecho saber, el ministro Bader Al-Essa a la agencia de noticias Al-Rai, donde ha afirmado “Necesitamos una legislación con el fin de limitar este fenómeno”, en referencia a que el Gobierno kuwaití se plantea aprobar una ley que proteja a estudiantes gays ante posibles casos de discriminación por orientación sexual.
Pero no todo es aperturismo en Kuwait poque el ministro admite que “Hemos detectado algunos casos (de jóvenes gays) en las escuelas pero son asuntos que se manejan discretamente por trabajadores sociales y psicólogos en diversas áreas educativas donde los padres, a veces, acuden a reuniones”.
Lo cierto es que la legislación de Kuwait castiga el “libertinaje”, como generalmente es interpretada la homosexualidad por el poder judicial, con hasta seis años de prisión. Es más, “imitar la apariencia de una persona del sexo opuesto” se castiga con multas económicas hasta un año de cárcel.
Actualmente, no existen grupos de defensa pública de los derechos LGBTI en Kuwait aunque existen redes de activistas anónimos y en la clandestinidad. Uno de esos grupos solicitó la aprobación formal de una ley que no discriminara a los trabajadores homosexuales al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Kuwait en 2007, pero se les negó la petición.
Pequeños pasos hacia el buen camino pero que nos hacen recordar que todavía queda mucho para que la comunidad LGTB pueda vivir su propia primavera árabe.
Fuente Ragap/Chueca.com
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