Encuentro. Puerta que se abre.
Del blog Amigos de Thomas Merton:
Hoy se anunció en un comunicado conjunto de la Santa Sede y del Patriarcado de Moscú, que el viernes 12 de febrero (en poco más de una semana), se reunirán en La Habana, para un diálogo personal por primera vez, un Papa de la Iglesia Católica y un Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa: el Papa Francisco y el Patriarca Kirill. Así dice el comunicado:
Comunicado de prensa conjunto de la Santa Sede y del Patriarcado de Moscú
“La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú tienen el placer de anunciar que, por gracia de Dios, Su Santidad el Papa Francisco y Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y toda Rusia, se encontrarán el próximo 12 de febrero. El encuentro se realizará en Cuba, donde el Papa hará escala antes de su viaje a México, y donde el Patriarca estará en visita oficial. Comprenderá un coloquio personal en el aeropuerto internacional José Martí de la Habana y concluirá con la firma de una declaración común.
Este encuentro de los primados de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa Rusa, preparado desde hace tiempo, será el primero en la historia y marcará una etapa importante en las relaciones entre las dos iglesias. La Santa Sede y el Patriarcado de Moscú desean que sea una señal de esperanza para todos los hombres de buena voluntad. Invitando a todos los cristianos a rezar con fervor para que Dios bendiga este encuentro, que de buenos frutos.”
De inmediato nos viene a la memoria Merton, su sueño, su trabajo y su empeño ecuménicos. Sus conocidas palabras orantes. Hagámoslas nuestras para esta ocasión.
“Oh Dios, somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros, tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plena y totalmente, te aceptamos a tí y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, porque nuestro ser es tu ser, nuestro espíritu está enraizado en tu espíritu. Llénamos, pues, de amor, y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo y te hace ser testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor ha vencido. El amor es victorioso. AMÉN.”
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Thomas Merton
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