#BornPerfect: Prohibido hablar con su madre y hermanas durante tres años para ‘curar’ su homosexualidad
El joven de la foto se llama Mathew Shurka, tiene 27 años de edad, es de Nueva York, y engrosa la larga lista de las víctimas de las peligrosas ‘terapias de reorientación sexual’. Durante 6 años, de los 16 a los 21 años, se vio obligado por imposición de sus padres a recibir tratamientos de choque con supuestos ‘consejeros’ con el fin de que fuera de nuevo heterosexual. Para ello, tuvo que cortar toda relación con las mujeres de su familia (madre y hermanas) durante tres años. Tenía prohibido hablar con ellas porque, al parecer, estaba adoptando un “comportamiento femenino” y esta decisión tan radical “curaría su homosexualidad”.
Nadie puede hacerse una idea de la tortura a la que fue sometido cuando era adolescente: “Fue muy difícil llegar a casa de la escuela y no hablar con ellos. La palabra incómoda ni siquiera es capaz de describirlo”, explica el joven.
“Los terapeutas trataron de enseñarme que no existía la homosexualidad y que era una condición psicológica que se genera de algún tipo de trauma infantil. Mi madre no estaba de acuerdo con la terapia en absoluto. Se sentía como si me estuviera perdiendo”, ha declarado el valiente joven..
Con el tiempo, Mathew empezó a sentirse libre del abuso que se estaba cometiendo con él y aprendió a aceptarse a sí mismo por lo que es. Así que a la edad de 23 años decidió salir del armario y desprenderse de todos los prejuicios a los que había sido sometido en sus años de terapias.
Shurka es uno de los embajadores de la campaña #BornPerfect (Nacido Perfecto) del Centro Nacional para los Derechos de Lesbianas (National Center por Lesbian Rights), que tiene como objetivo poner fin a las terapias de reorientación sexual en los EE.UU. en 2019. Hasta el momento, gracias a los esfuerzos que se están realizando, las terapias de conversión están prohibidas para menores de edad en California, Nueva Jersey, Illinois, Oregón y el último estado en sumarse el pasado mes de diciembre fue Ohio, la ciudad de Cincinnati prohíbe las ‘terapias de reconversión’ en memoria de Leelah Alcorn, el chico transexual de 17 años al que sus padres obligaron a acudir a una de estas “terapias de reconversión” y que acabó suicidándose.
La terapia de “cura gay” se considera que es muy perjudicial, tanto psicológica como físicamente, por la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones internacionales de prestigio que aconsejan que jamás se realicen. Mathew Shurka le obligaron a alejarse del amor de su familia pero otros tratamientos comunes van desde incansables horas de oración, pasando por descargas eléctricas, tortura, violación o incluso el ayuno y los trabajos forzados en un centro que más se asemeja a un ‘campo de concentración’. ¿Quién podría querer eso para un hij@ al que se ama?.
Fuente Ragap
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