“¿Qué hacer si eres víctima de una agresión homófoba?”, por Yago Blando
La agresión no es culpa tuya, jamás, y que las asociaciones estamos para ayudarte, aconsejarte, para acompañarte y apoyarte en todo lo que podamos.
En esta columna quería contar que sería lo mejor que se podría hacer en caso de sufrir una agresión. Quiero contarte qué es lo ideal, pero ante un ataque no tienes que reaccionar de la forma perfecta, así que si no sigues todos estos pasos no te culpabilices, puedes saltarte cualquiera de los pasos y ponerte en contacto con Arcópoli (delitosdeodio@arcopoli.org). Simplemente quiero dar unas pautas de cómo proceder:
Lo primero que debes hacer si te encuentras lo suficientemente bien, es llamar a la policía. Por nuestra experiencia, suelen tener un trato correcto y debemos confiar en los cuerpos de seguridad. La policía no sólo levantará un parte en el que constatará la agresión y servirá de prueba, sino que además la policía puede localizar a los autores en las inmediaciones (ha ocurrido varias veces) e identificarles. Pero si no quieres llamar a la policía en ese justo momento, no es imprescindible. Quizás sería bueno que pases al siguiente. Llamar a la policía lo primero es lo óptimo si te pueden ayudar a protegerte o a encontrar a los agresores.
Si estás solo, llama a un amigo de confianza y que te apoye. No es bueno que estés solo en esos momentos, porque la sensación de cómo te sientes es más dura de lo que te puedas imaginar, aunque el dolor físico sea leve. Pero sientes que te han agredido por ser tú.
Lo próximo que debes hacer es acudir al hospital para que, en caso de ser necesario, puedan hacer un parte médico. Puedes llamarnos en ese momento, hay múltiples formas de contactar con Arcópoli y podemos ir contigo al hospital. Hay hospitales que están poniendo en marcha protocolos para atender a víctimas de delitos de odio, como el Ramón y Cajal de Madrid, con el Proyecto SIVIVO.
El siguiente paso, si no has contactado con la policía antes, sería ir a poner la denuncia. Recuerda que tienes tiempo para ir a interponerla (hasta 6 meses). Si no te encuentras bien para ir, puedes esperar unos días, aunque cuanto antes vayas, será mejor para poder identificar a los agresores. Consideramos que es muy importante que vayáis acompañados a presentar la denuncia formal, puede ser un amigo tuyo o podemos acompañarte desde Arcópoli de forma totalmente desinteresada, y así te aconsejaremos (además, si necesitas atención psicológica también te la podemos proporcionar). Esto no tiene por qué ser inmediatamente después de la agresión, pero cuanto antes mejor.
De todas formas, y si ya has denunciado, siempre puedes ponerte en contacto con una asociación como Arcópoli, para que pueda fiscalizar cómo va tu denuncia, y si es necesario que haya un juicio, porque se identifica a los agresores, podemos asesorarte jurídicamente así como proporcionarte un abogado especializado y gratuito. Además, algunas asociaciones realizamos un recuento de agresiones en un registro totalmente confidencial, para luego poder hablar de cifras concretas de agresiones, y tu testimonio, aunque ni hayas denunciado, ni quieras hacerlo, pueda servirnos para exigir más medidas de lucha contra esta lacra.
Luego, como último paso y sólo si tú quieres, es el momento de la denuncia social (lo que coloquialmente llamamos “sacar a medios”), que sólo lo haremos si a ti te apetece. Puede ser totalmente anónima y la mayoría de las denuncias que recibimos son así. Pero, si quieres, consideramos que es útil que la sociedad sepa que sigue existiendo este odio y por eso lo hacemos, pero si quieres que no salga a la luz no saldrá, en todo este proceso tú mandas.
La siguiente es la fase más larga: esperar a que la justicia haga su parte (por desgracia es lenta para lo que estamos acostumbrados, pero no tanto) y es muy importante denunciar para que conste y se pueda hacer algo y, sobre todo, conste en las cifras oficiales.
No te recomendamos que lo pongas en redes sociales, y que si lo has puesto, por la indignación del momento, te recomendamos que borres lo que hayas escrito o, al menos, cierres tu twitter o restrinjas la privacidad si lo has puesto es facebook. No es por miedo al agresor, sino porque en los próximos días, y aunque no lo mueva nadie, es muy posible que salte a los medios de comunicación y te intenten contactar los medios o incluso cojan tus fotos, que ya no son de tu propiedad, y salgas en algún diario escrito o una televisión, con la consiguiente molestia de ser reconocido y del acoso de la prensa. Tú eres la víctima y para eso estamos las asociaciones LGTB, para ayudarte y protegerte.
Y poco más, este es el resumen de cómo proceder. Sobre todo quiero recalcar que la agresión no es culpa tuya, jamás, y que las asociaciones estamos para ayudarte, aconsejarte, para acompañarte y apoyarte en todo lo que podamos. Siempre es más fácil tener un primer contacto de igual a igual después de una situación así. Nuestro objetivo es reparar el daño que te hayan causado y que en un tiempo podamos decir que todo este odio ha quedado atrás y que por fin hemos conseguido nuestra igualdad social, que a la vista está que queda mucho camino por recorrer.
Yago Blando es coordinador de la organización Arcópoli
Fuente Cáscara Amarga
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