El entrenador del Napoli pide disculpas por insultos homofóbicos
¿Fue este el momento?
El entrenador del Napoli, Maurizio Sarri, llamó “maricón” a Roberto Mancini, entrenador del equipo contrario, el Inter de Milán tras enfrascarse ambos en una disputa que acabó con la expulsión de los dos.
Frocio y finocchio son dos de las palabras más despectivas que se usan en Italia para insultar a los homosexuales. No hay traducción (finocchio literalmente sería hinojo) para el castellano, aunque lo más parecido sería marica y maricón. Esos dos insultos se los dijo Maurizio Sarri, técnico del Nápoles a Roberto Mancini, técnico del Inter, durante los cuartos de Copa disputados en el Olímpico.
El Inter se clasificó a las semifinales de la Copa Italia tras derrotar de visita 2-0 al Napoli, pero insultos homofóbicos proferidos por el entrenador de Napoli a su contraparte eclipsaron el partido disputado el martes pasado.
“Sarri es un racista. Hombres como él no pueden estar en el fútbol”, declaró Mancini a Rai Sport. “Me paré para preguntarle al cuarto árbitro porqué se dieron cinco minutos adicionales. Empezó a insultarme, me gritó ‘mari…’. Tiene 60 años, debería avergonzarse“.
“No me interesa hablar del partido. Esto lo supera… “Ya en el vestuario fue a buscarlo y me dijo que lo sentía, pero le respondí que debía estar avergonzado. En Inglaterra, alguien así no se le permitiría estar entrenando”,añadió el técnico del Inter, que concluyó asegurando que “el cuarto árbitro estaba muy cerca y lo vio y lo oyó todo”.
Sarri dio, poco después, su versión. Primero dijo que no se acordaba lo que había dicho, que podía haberle dicho incluso democristiano (de la Democracia Cristiana) y después pidió disculpas. Eso sí, aseguró que las cosas que se dicen en el campo tienen que quedarse en el campo. Como si el insulto, al quedarse en el campo, fuera menos grave.
Sarri indicó que “reaccioné mal” tras la expulsión del extremo de Napoli Dries Mertens, a dos minutos del final, al recibir una segunda amonestación por fingir una falta en al área penal. “Me irritó la decisión sobre Mertens. No tengo nada en contra de Mancini”, dijo Sarri. “Me disculpé con él…. Creo que mañana aceptará mi disculpa.
“Me equivoqué, se me escapó un término equivocado y pido disculpas a los homosexuales. También pido disculpas a Mancini, fui a pedírselas también al vestuario. Me dijo que era un vecchio cazzone [viejo vago] y eso también es bastante racista. ¿Homofobia? Es un poco exagerado, es un insulto como otro cualquiera. Mi historial habla por mí”, dijo Sarri.
“Ni siquiera recuerdo lo que le dije. Tal vez le ofendí, pero debe quedarse aquí. ¿Soy un homófobo? Eso me parece exagerado. Dije algo en un ataque de ira. Yo no discrimino a nadie. Sin embargo, si usé palabras que pudieran haber ofendido a la comunidad gay, me disculpo“.
Pero resulta que no es la primera vez, por cierto, que el entrenador del Napoli hace comentarios homófobos. En marzo de 2014, cuando dirigía al Empoli, se mosqueó por la expulsión de uno de sus jugadores (roja directa por soltar un manotazo a un rival). “El fútbol se ha convertido en un deporte de maricones. Nos han hecho el doble de faltas pero hemos visto más amarillas nosotros que ellos. Esto es un deporte de contacto y en Italia se pita más que en Inglaterra, es una interpretación homosexual del reglamento”, dijo.
Sarri, se enfrenta ahora a una sanción de cuatro meses –que descontaría en todas las competiciones aunque el partido fuera de Copa- y una multa de entre 15.000 y 30.000 euros por violación del artículo 11 de la FIGC (la Federación italiana). La procura (fiscalía deportiva) anunciará hoy si abre una investigación al respecto dependiendo de lo que haya reflejado el árbitro en el acta. Mancini aseguró anoche que el cuarto árbitro escuchó los insultos de Sarri pero que no dijo nada.
El artículo 11 dice que es sancionable “cualquier comportamiento discriminatorio que acarree una ofensa o un insulto por motivos de raza, color, religión, idioma, sexo, nacional y origen étnica”. La sanción mínima es de cuatro meses.
Fuente Agencias
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