El testimonio atroz de uno de lo seis gays detenidos en Túnez
Pese a la imagen de país moderno que tratan de ofrecernos las autoridades de Túnez, y pese a que es uno de los países musulmanes más modernos y abiertos, las relaciones entre personas del mismo sexo todavía son ilegales en este país en el que comenzó la Primavera Árabe. Ahora, a través de la asociación LGBT Shams hemos podido comprobar cómo se las gasta el gobierno tunecino, y en particular, la policía de este país del Norte de África cuando cae en sus manos algún homosexual.
En la fan page de esta asociación LGBT se ha publicado el testimonio de uno de los seis gays que fueron detenidos por la policía tunecina a causa de su orientación sexual. Estas personas fueron condenadas a tres años de prisión y a cinco años de destierro de la ciudad de Kairouan, y ahora hemos podido conocer qué es lo que pasó.
Según ha publicado Shams, el detenido que ha querido dar su testimonio se negó en un principio a someterse a la prueba anal para demostrar su homosexualidad, pero tras ser golpeado y torturado tanto física como mentalmente, este ciudadano tunecino terminó por dar su consentimiento para que le practicaran esta vergonzosa prueba que consistió en introducirlo un instrumento por el ano, tras pedirle que se inclinara como si fuera a orar.
Anteriormente de este desagradable examen, la policía irrumpió en la casa de uno de los seis estudiantes detenidos mientras estaban cenando. Les confiscaron los teléfonos móviles y lor ordenadores. La detención de los jóvenes se produjo, tres días después, el 4 de diciembre, tras decubrirse una película porno gay en uno de los ordenadores.
Tras la dentención, llegó lo peor, según cuenta esta víctima de la homofobia de Estado. Media docena de policías les dieron golpes con palos, les obligaron a arrodillarse, les golpeaban los pies, les insultaron, y les sometieron a torturas con agua, rebajando el nivel de acoso cuando parecía que estaban al límite del aguante. También recibieron golpes de otros presos. Fueron desnudados, recibieron golpes en sus partes íntimas… Con otros presos formando un círculo, fueron obligados a bailar mientras les golpeaba con un palo.
Llegó a pasarlo tan mal, que este joven trató de suicidarse robando medicamentos a otros detenidos, y como es normal, incluso después de su liberación, a esta persona le cuesta vivir, y no es capaz de salir de su habitación ni hablar con nadie. Un testimonio horrible que pone los pelos como escarpias pero que es totalmente necesario para ver a la locura que se tienen que enfrentar muchas personas a diario en muchas partes del mundo a causa de su orientación sexual, y que nos demuestran que todavía queda mucho por hacer en este mundo en el camino hacia la igualdad.
Fuente | Têtu, vía AmbienteG
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