El veterano periodista ruso Vladimir Pozner aboga por la derogación de las leyes homófobas vigentes en su país
El veterano periodista ruso Vladimir Pozner ha declarado en una entrevista concedida a Business-Gazeta.RU que las leyes homófobas vigentes en su país son “una reliquia de la era soviética carente de sentido”, y que deben ser derogadas. El informador estima que “ya es hora de que los políticos dejen de centrarse en la sexualidad de la gente”. Pozner es una de las pocas voces dentro de los medios de comunicación rusos que se ha atrevido a criticar la persecución que sufre la población LGTB de su país.
Vladimir Pozner, de 81 años de edad, es un conocido periodista y presentador de la primera cadena de la televisión rusa, donde produce y presenta un programa semanal de actualidad que es visto por más de 10 millones de personas. Su prestigio y reconocimiento provienen de los años 80, donde condujo una serie de programas emitidos simultáneamente en Leningrado y los Estados Unidos, que tuvieron un enorme éxito, sobre todo en el lado soviético. También es fundador de la más importante escuela de periodismo televisivo de Rusia. Siempre se ha destacado por su defensa sin ambages de los derechos humanos, aunque ha reconocido en su memorias que “se ha vuelto más difícil hablar abiertamente” de estos asuntos desde la llegada al poder de Vladimir Putin.
Entrevistado por el medio Bussines-Gazeta.Ru, Pozner se ha referido a las leyes que castigan la llamada “propaganda homosexual ante menores” en Rusia, aprobadas a nivel federal en junio de 2013. El periodista cree que, a pesar de haberse instaurado recientemente, son una reminiscencia de las leyes de la época soviética que castigaban penalmente la homosexualidad. Las encuentra además “carentes de sentido” porque “no podemos convertir en gay a un hombre heterosexual, si realmente es heterosexual, de la misma manera que no podemos convertir en heterosexual a un gay”. Pozner no teme ser contundente y explícito al respecto: “Si dos hombres quieren acostarse juntos, ¿en qué te afecta eso a ti? Si no te gusta, nadie te obliga a unirte a ellos”.
El periodista muestra su extrañeza cuando le preguntan sobre si los activistas LGTB tratan de “imponer su cultura en Rusia” vulnerando los “sentimientos religiosos” de la mayoría de la población. Pozner cree que quienes creen afectadas sus creencias religiosas deben preguntarse “si Dios está en el origen del mundo, también es el padre creador del 10 % de la población del planeta que es LGBT”, y que si ese porcentaje de la población no es de su agrado “deberían enviar a Dios sus reproches y críticas”.
Vladimir Pozner recibió en 2013 la medalla de oro de GLAAD por su defensa de los derechos de las personas LGTB durante los Juegos Olímpicos de Sochi. En aquella ocasión, preguntado sobre cómo afectaba a la población LGTB la legislación vigente en Rusia, contestaba lo siguiente:
Los gais rusos viven unos momentos muy duros. He conocido a algunos que han estado al borde del suicidio. Otros quieren salir del país. Este es un país homófóbo. Estimo que el 85 % de la población es muy, muy homófoba. Quiero decir que puede llegar a ser algo físico. Están en una situación muy difícil. Y la ley que se ha aprobado, a pesar de que dicen que es una ley para proteger a los menores de la propaganda gay, de hecho, juega a favor de esa mentalidad homófoba.
Efectivamente, recientes encuestas evidencian el incremento de la intolerancia hacia las personas LGTB, desde la aprobación de las leyes homófobas, por parte de la población rusa. Según esos estudios, un 21% de los ciudadanos rusos estaría a favor de que los homosexuales fueran “liquidados”, mientras que un 37% opina que deberían ser aislados del resto de la sociedad. Más de la mitad de la población rusa, por tanto, estaría a favor de tomar medidas drásticas contra sus conciudadanos homosexuales.
La absoluta desprotección de la comunidad LGTB rusa
Dosmanzanas realiza habitualmente un seguimiento bastante intensivo de las noticias sobre la realidad LGTB de Rusia. Desde la aprobación de las leyes homófobas de estado, no hemos dejado de tener que trasladar a nuestros lectores informaciones sobre la práctica impunidad con que actúan grupos como Occupy Pedofilyaj y similares, dedicados al acoso, tortura e incluso asesinato de personas LGTB, que son, tímidamente perseguidos por las autoridades.
En lugar de perseguir a quienes agreden y torturan, las autoridades alientan aún más la homofobia con leyes como la aprobada en 2013, que prohíbe informar positivamente de la homosexualidad a menores, a la vez que permite que quienes simplementede enarbolan una bandera arcoíris o reivindican la celebración del Orgullo son detenidos, sancionados o incluso encarcelados.
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