“Carta a Jesús de Nazaret”, por Andrés Brotóns González
Leído en la página web de Redes Cristianas
Jesús ¿QUE ESTAMOS HACIENDO CONTIGO?
Es cierto que has existido y que aún sigues influyendo en la vida de infinidad de personas por todo el mundo.
Sobre tu vida real ya se montó un gran lío desde el principio.
Te hicieron nacer en Belén, que era la cuna del rey David, tu antepasado famoso.
Te llevaron a un lejano Egipto, porque de allí salió tu pueblo liberado.
Te imaginaron nacido de una virgen, porque eso daba prestigio a toda persona importante.
Te achacaron actos prodigiosos, los milagros, porque así demostrabas tu relación directa y parentesco con el dios mágico y mítico que dirigía y gobernaba todo a su antojo desde los altos cielos.
Las pequeñas comunidades de tus seguidores se fueron transformando en grandes grupos, que necesitaban organizarse al modo del imperio romano vigente.
Tus representantes tomaron el poder y el reparto territorial. Impusieron la fe por la fuerza y se sentaron en doseles y tronos. Casi se hicieron adorar como nuevos dioses. Adoptaron vestimentas y modos litúrgicos que manifiestan al pueblo sencillo el esplendor y la grandeza deslumbrantes.
Han pasado muchos siglos en que han abusado de su influencia y poder y no se bajan de sus pedestales.
Por otro lado aún existen cristianos que se entregan, como tú, al servicio de los demás de una manera sencilla y desinteresada. No se entretienen en estudiar altas teologías ni discuten sobre la conveniencia de conservar ciertos dogmas. Solo tratan de imitarte. Pero en este siglo, después de muchos avances científicos, no se acepta fácilmente todo lo que viene de “arriba”. Sobre todo si hay malos ejemplos entre los que dicen ser tus representantes.
Según el papa Francisco y el propio mensaje evangélico, el pecado que más ofende a Dios es causar sufrimiento injusto a los inocentes o tolerarlo con indiferencia. No está en la inobservancia de los preceptos que son cargas pesadas que se imponen a los de “abajo” para controlarlos mejor.
El rico, que lo tiene todo, vive en la inconsciencia y es indiferente ante el sufrimiento de los demás. Es un obstáculo para la construcción de un mundo más justo.
Tú, Jesús, crees que otro mundo mejor es posible y necesario, sin opresión ni sufrimientos causados a los más pobres. Esa fue tu herencia, ¿la hemos asumido los cristianos?.
Almería, 18 de noviembre de 2015. .,
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