Ucrania aprueba finalmente la normativa contra la discriminación exigida por la Unión Europea y protegerá el respeto a la identidad de género en su Código Laboral
El Parlamento de Ucrania ha aprobado finalmente las enmiendas al Código del Trabajo que impiden la discriminación laboral en base a las creencias religiosas, el origen étnico o la orientación sexual. La legislación era una exigencia de la Unión Europea para permitir a los ucranianos viajar sin necesidad de visado a los países comunitarios. Era la tercera ocasión en que se votaba la reforma, ya que en las dos anteriores no recibió los apoyos necesarios para alcanzar la mayoría requerida. La maratoniana sesión ha necesitado nada menos que de seis rondas de votación para conseguir la aprobación definitiva.
El Parlamento de Ucrania ha aprobado la enmienda a su Código Laboral para incluir la prohibición expresa de toda discriminación por razón de identidad de género que la Unión Europea consideraba como condición previa para que su ciudadanía pueda viajar por el territorio comunitario sin visado.
En los últimos años y a pesar de la política de expansión territorial la Federación Rusa, Ucrania y la Unión Europea han establecido lazos comerciales y políticos de cara a la cooperación y la integración sus economías. Sin embargo, para que dichos acuerdos tengan validez, la Unión Europea ha instado al estado ex soviético a que cumplan varios acuerdos de mínimos que mejoren los derechos humanos de su ciudadanía, en especial de las personas que pertenecen a minorías como la LGTBI.
Sin ser especialmente la Unión Europea el territorio que más hace posible la protección de su población trans, en Ucrania los derechos humanos del colectivo distan mucho de los -insuficientes- estándares europeos. Por esa razón, las autoridades comunitaria favorecen los contratos comerciales y políticos por compromisos firmes con su población más socialmente desfavorecida.
El Gobierno proeuropeo de Petró Poroschenko pretende alcanzar un acuerdo para eliminar la obligación del visado de los nacionales del país que quieran desplazarse a la UE. El objetivo a largo plazo es integrarse en la zona Schengen de libre circulación. A cambio, los tratados europeos exigen la implementación de medidas de profundización democrática y derechos humanos que incluyen la prohibición de la discriminación en el ámbito laboral. Por esta razón, el Parlamento de Ucrania aprobó una enmienda a en su Código Laboral que prohíbe -entre otras- la discriminación de las personas transexuales y transgénero y que satisface la condición previa de la UE para permitir los viajes por el territorio comunitario sin visado.
La primera votación sobre este asunto tuvo lugar el pasado 5 de noviembre, con un resultado infructuoso. Tan solo 111 diputados aprobaron el texto, cuando se necesitaba el apoyo de 226, a pesar de los esfuerzos del presidente, que incluso había destacado su trascendencia en un mensaje televisado en el que adelantaba que la aprobación de la medida podría suponer que los ucranianos pudieran viajar a la UE sin necesidad de visado el año próximo. Un gran número de diputados se ausentó de esta sesión, temerosos de salir perjudicados electoralmente por apoyar los derechos LGTB. Los oponentes a la ley habían alertado del “peligro” de una legalización del matrimonio igualitario al prohibir la discriminación de las personas LGTB, algo que rechazaron de plano los propulsores del texto.
El día 10 se celebró una nueva votación, consiguiendo el apoyo de 207 diputados, aún lejos de la mayoría necesaria. Finalmente, este 12 noviembre se presentó de nuevo la reforma del Código del Trabajo en el Parlamento, en una sesión maratoniana que necesitó nada menos que de seis rondas de votaciones. En la quinta, se había alcanzado ya el apoyo de 219 diputados. En ese momento, el presidente del Parlamento Volodymyr Groysman hizo un receso después de decir a los presentes: “Estimados diputados, nos separan siete votos de un régimen de exención de visados”. Al reanudarse la sesión, insistió en su apoyo a la reforma: “el individuo y sus derechos están en la base de la sociedad”; e incluso trató despejar dudas con una declaración llena de intolerancia homófoba: “Dios prohíbe los matrimonios del mismo sexo en nuestro país”.
En la sexta ronda de votaciones, la reforma recibió los votos de 234 diputados, incrementándose el número de ellos tanto dentro de la facción del presidente Poroschenko, como de la del primer ministro Arseni Petróvich Yatseniuk. La enmienda que impedirá la discriminación laboral basada, entre otras, en la orientación sexual será incorporada al Código del Trabajo, un texto legal de la era soviética. Los proponentes de la reforma esperan que la Unión Europea acepte los cambios, aunque el plazo máximo establecido para la adopción de las medidas exigidas expiraba el 9 de noviembre. Sin embargo, los organismos europeos revisarán el cumplimiento de los criterios y decidirán sobre la exención de visados el próximo 15 de diciembre.
La asociación Transgender Europe ha querido felicitar al Estado Ucraniano por tomar esta decisión, y a su vez reclamar nuevas reformas que garanticen el desarrollo en igualdad de las personas trans.
En palabras de su Jefe de Políticas, Richard Köhler:
La discriminación en el empleo es un problema grave para las personas trans en Ucrania. Y mucho en ello tiene que ver el arduo procedimiento del reconocimiento de la identidad de género. Dicho protocolo viola los derechos humanos del colectivo, por lo que ssu reforma debe ser la siguiente prioridad del Parlamento.”
Como afirma Köhler, actualmente uno de los principales obstáculos del colectivo trans para conseguir un acceso igualitario al trabajo en Ucrania es el propio reconocimiento legal del género, que incluye prácticas tan poco admisibles como la estancia obligatoria en hospitales psiquiátricos, divorcios y esterilizaciones.
Ucrania: hostigamiento a la comunidad LGTB por ambos bandos
El pasado mes de junio, publicábamos los ataques durante la marcha del Orgullo LGTB de Kiev, que se saldó con al menos 10 heridos y 25 ultras detenidos. Aun así, teniendo en cuenta el clima de crispación y la imperante homofobia social, los organizadores y activistas participantes consideraron que la presencia de unos 300 personas era un éxito, teniendo en cuenta que “todos sabían que era peligroso”. Poco después, en agosto, un foro sobre derechos LGTB en Odesa también era atacado.
En julio del año pasado nos hacíamos eco de las imágenes que registran el intento de asalto de un grupo neonazi a un local de ambiente gay en Kiev. Este miserable incidente ocurría pocos días después de que las autoridades de la ciudad prohibieran la celebración de la Marcha del Orgullo, justificando su negativa en supuestos problemas para garantizar la “seguridad”, así como por la situación de guerra en el este del país.
En 2013 fueron los tribunales los que prohiberon la que hubiera sido primera Marcha del Orgullo de la capital ucraniana, a petición de un grupo de parlamentarios, que también esgrimieron como motivo para la prohibición los posibles disturbios entre manifestantes y opositores a los derechos LGTB. Pero a pesar de la orden judicial, una cincuentena de activistas se manifestaba a los pocos días por las calles de Kiev, teniendo que ser protegidos por la policía de la ira de los grupos de extremistas.
De hecho, la presencia de esos mismos grupos obligó a suspender en 2012 todos los actos reivindicativos programados. Las espantosas imágenes del ataque al activista LGTB Svyatoslav Sheremet cuando comunicaba dicha suspensión se convirtieron en la imagen de la persistencia del odio LGTBfóbico instalado en la sociedad ucraniana. Una sociedad que trata de acercarse a Europa sin poner freno a la discriminación a la que aboca a una parte de sus propios ciudadanos.
Comentarios recientes