Denuncian torturas a mujeres transexuales en una cárcel de México
La Secretaría de Gobierno de México DF ha sido condenada indemnizar a ocho reclusas y a proporcionarles tratamiento médico y psicológico especializado después de someterlas a un “uso indebido de la fuerza y a tratos crueles, inhumanos y degradantes” en el desalojo de sus celdas por un incencio.
reclusorio norteTras un año y cuatro meses de investigaciones, la Comisión de Derechos Humanos de México DF ha concluido que las autoridades penitenciarias capitalinas torturaron a ocho internas del Reclusorio Norte, en un momento en el que supuestamente las víctimas estaban siendo resguardadas de un incendio.
La Comisión determinó que, durante la madrugada del 12 mayo de 2014, las internas que dormían en la Zona 1 del Anexo 8 de dicho centro penitenciario fueron desalojadas de sus celdas para evitar que se intoxicaran por humo generado durante un incendio en el edificio, contraviniendo los protocolos establecidos al emplear insultos para desalojarlas. Estas actitudes provocaron las quejas de las internas, por lo cual “elementos de seguridad respondieron con mayores insultos y agresiones” físicas.
Durante la agresión, una de las ocho víctimas fue golpeada a patadas por cinco empleados “hasta dejarla inconsciente”; luego, el personal “derribó, lesionó, sometió y arrastró de los cabellos” a otras seis internas, quienes recibieron “patadas, bastonazos, puñetazos en diversas partes del cuerpo”, particularmente en sus “implantes mamarios”, así como en los implantes en glúteos. Dos de estas internas fueron golpeados tumultuariamente, aun cuando estaban esposadas y derribadas en el piso. En total, al menos tres de las reclusas agredidas quedaron inconscientes a causa de las palizas.
Como colofón, ese mismo día, estas ocho reclusas fueron enviadas a celdas de aislamiento como forma de castigo, después de que denunciaran la agresión ante el Consejo Técnico Interdisciplinario del penal, estando aún convalecientes de la agresión sufrida. Una de las víctimas, además, fue enviada a una estancia de castigo junto con otros internos, “exponiéndola a situaciones de riesgo”.
Después de entrevistar a las reclusas torturadas, y tras revisar su condición de salud, la Comisión de Derechos Humanos del DF determinó que la Secretaría de Gobierno violó el “derecho a la integridad personal” de las reclusas, al someterlas a “uso indebido de la fuerza y a tratos crueles, inhumanos y degradantes”. Asimismo, determinó que la Subsecretaría del Sistema Penitenciario del gobierno capitalino violó el derecho a la igualdad y a la no discriminación de las víctimas, contra quienes actuó basándose en su “orientación sexual y en la identidad de género”.
Según la CDHDF, las agresiones físicas perpetradas por el personal de custodia se caracterizaron por lesiones dirigidas a la cara, piernas, glúteos, así como a “implantes mamarios”, los cuales son “representan un valor y aprecio especiales para las personas agraviadas, al estar relacionadas con parte de su identidad e imagen”. Además, las agredidas fueron privadas de atención médica inmediata, aun cuando presentaban “traumatismo craneoencefálico, contusión craneal y lesiones en implantes mamarios”.
Fuente Cáscara Amarga
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