Walter Kasper: “A muchos la doctrina les resulta muy alejada de la realidad; hay un cisma práctico”
¿Para qué quieren escuchar al pueblo si lueo no hacen caso? Por ahí… por ahí va lo del cisma práctico…
“Francisco se concibe como el iniciador de un proceso. Yo espero que sea un proceso irreversible”
Sobre los divorciados: “Hay situaciones distintas, y no necesariamente tiene que haber una solución única”
La Comisión Teológica Internacional resaltó la importancia de escuchar la voz de los fieles antes de ponerse a hablar de un tema
“A muchos la doctrina les resulta muy alejada de la realidad; hay un cisma práctico“, señala el cardenal Walter Kasper. El teólogo alemán, uno de los principales colaboradores del Papa Francisco, habla en una entrevista con Mariano Vedia en La Nación de los desafíos de la Iglesia ante el Sínodo, como la situación de los divorciados vueltos a casar. “El camino -señaló- es la misericordia, salir al encuentro del hombre actual que está herido por todas partes.”
Kasper llegó a Buenos Aires por dos días, para exponer sobre los desafíos de la Iglesia, a 50 años del Concilio Vaticano II, en un Congreso Internacional por el centenario de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA).
-¿Qué implica la decisión de Francisco de promover el perdón a las mujeres arrepentidas que confiesan su aborto?
–Francisco es el papa de las sorpresas. Relaciona el perdón con el profundo sufrimiento de las mujeres que abortan. Así, la Iglesia sale al encuentro no sólo del pecado, sino de un sufrimiento que se prolonga en la mujer mucho más allá de ese momento traumático.
-¿Puede generar reacciones en sectores conservadores?
-Hay que entender que no es una gracia barata que se da a la ligera. Implica la metanoia, que exista una sincera conversión. Junto al sufrimiento que provoca en la mujer haberse sometido a un aborto, requiere un deseo verdadero de cambiar la vida. No es fácil reconocer la culpa. En mi experiencia en Stuttgart, donde atendí como obispo realidades extremas del mundo carcelario, me encontré con gente que había cometido hasta tres homicidios, que con un arrepentimiento muy profundo pedían el perdón sacramental y yo se los daba. Las personas tenían que seguir en prisión, pero sus actitudes en la cárcel cambiaban mucho.
-¿Percibe un abismo en la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia y las convicciones con que viven muchos cristianos?
– A muchos la doctrina les resulta muy alejada de la realidad. Hay una especie de cisma práctico. Matrimonios cristianos muy comprometidos con la Iglesia, por ejemplo, no viven las enseñanzas de la encíclica Humanae Vitae, acerca de la anticoncepción. Es un problema que hay que pensar.
-¿Cómo enfrenta hoy la Iglesia esa realidad?
-En silencio. No se habla, en general, de este problema. Tal vez porque no deseamos perder a muchos católicos… En el próximo sínodo seguramente habrá que hablar de estos temas. En un reciente documento, la Comisión Teológica Internacional resaltó la importancia de escuchar la voz de los fieles antes de ponerse a hablar de un tema.
– ¿Existe en la Iglesia una tensión entre la doctrina y la acción pastoral?
-La pastoral no puede ir en contra de la doctrina, pero la doctrina no puede ser una afirmación abstracta. Su interpretación va unida a la vida real. Jesucristo habló siempre de la realidad de la persona, consciente de que somos todos pecadores. Puede haber una cierta tensión entre la doctrina y la pastoral. Pero esa tensión es normal, distinta al cisma práctico, que causa división.
– ¿Se abordará ese cisma práctico en el sínodo sobre la familia que se hará en octubre?
– No lo sé, espero que sí. En el último sínodo extraordinario sobre la familia, el año pasado, no se habló lo suficiente. Yo no tengo soluciones; puedo hablar como experto en teología dogmática, que enseña lo que Dios hace. Pero no soy, por suerte, especialista en teología moral, que enseña lo que los hombres tienen que hacer (risas)…
-¿Se pueden esperar novedades, por ejemplo, en la situación de los divorciados vueltos a casar?
-Es un problema complejo. Se discutieron posiciones el año pasado, en favor de una apertura. Hay situaciones distintas, y no necesariamente tiene que haber una solución única. Es necesario un consenso fundamental y posiblemente esa postura de fondo pueda diversificarse según las realidades locales.
-¿La misericordia, que es central para Francisco, estaba olvidada en la Iglesia?
-No en los fieles ni en la piedad popular. Ahí siempre estuvo presente. Pero tal vez en la reflexión teológica se había relegado un poco la misericordia como un atributo central de Dios. La misericordia no niega la justicia, la supera..
-¿Francisco es un papa de transición? ¿O marcará una bisagra en la Iglesia?
– El propio Francisco se concibe como el iniciador de un proceso, que va más allá de su pontificado. Yo espero que sea un proceso irreversible.
Fuente Religión Digital
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