Un estudio analiza la proporción de bodas entre personas del mismo sexo frente al total en seis países
¿Dónde se celebran, en proporción, más bodas entre personas del mismo sexo? Una página canadiense ha indagado en las estadísticas de seis de los países pioneros en aprobar el matrimonio igualitario (Bélgica, Canadá, España, Holanda, Noruega y Portugal). También se ha incluido a Massachusetts, que fue el primer estado de Estados Unidos en abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo, y que lidera la clasificación.
Los autores del estudio se plantearon investigar sobre el grado de penetración de los enlaces entre personas del mismo sexo en una serie de países en los que este derecho lleve ya varios años reconocido. El objetivo es eliminar el sesgo que podría introducirse por la mayor afluencia de parejas a los registros civiles durante los primeros meses tras introducirse la medida: solo se consideran los matrimonios celebrados como mínimo dos años después de la apertura legal.
El acceso a una base de datos estadística fiable que contabilice las uniones entre personas del mismo y de distinto sexo también era un criterio determinante. Por todo ello se seleccionaron los cuatro primeros países en implantar la igualdad matrimonial: Holanda, Bélgica, España y Canadá, en este orden (entre 2001 y 2005), además de Noruega (2009) y Portugal (2010). El estado de Massachusetts, por su parte, abrió la brecha en Estados Unidos en 2003. Para poder comparar entre territorios con diferentes poblaciones y tasas de nupcialidad, se eligió como criterio el número de matrimonios entre personas del mismo sexo por cada 1.000 enlaces.
Los resultados muestran disparidades reseñables, como se muestra en el siguiente gráfico:
Massachusetts lidera, con mucha diferencia, la clasificación, seguido de Bélgica. A algo más de distancia se encuentran Holanda, Canadá y España. En la parte baja, Noruega y por último Portugal.
Los autores señalan varios factores para comprender estas diferencias. Uno de los más importantes es la disponibilidad o no de las leyes existentes para los ciudadanos no residentes en el territorio. Esto explicaría la posición sobresaliente de Massachusetts, que permite esta posibilidad desde 2008 (el matrimonio igualitario no se extendió a todos los Estados Unidos hasta junio de este año). En el caso de Bélgica, la ley fue modificada un año después de su entrada en vigor para permitir casarse a cualquier pareja con al menos tres meses de residencia legal en el país. Canadá es el único país de los estudiados sin requisitos de estancia para los contrayentes.
Las reducidas cifras de Noruega y Portugal se explican, a juicio de los autores, por la influencia de la religión. Del país ibérico se resalta la importancia de la iglesia católica y el comparativamente bajo apoyo de la población a los derechos LGTB. En Noruega jugaría un papel más importante la existencia de una ley de uniones civiles desde 1993, que otorgaba la mayoría de los derechos reconocidos a los matrimonios. La iglesia luterana de Noruega, a la que pertenece el 75% de la población, votó en contra de celebrar bodas religiosas entre personas del mismo sexo el año pasado.
¿Y en España?
España aprobó la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo en julio de 2005. Los autores destacan la aceptación de la realidad LGTB en un país con un peso tradicionalmente elevado del catolicismo, y el ejemplo que la ley española sentó para otros como Portugal o Argentina. La jurisprudencia determinó que una persona de nacionalidad española y un extranjero o dos extranjeros con residencia en España tienen derecho a contraer matrimonio con independencia de las legislaciones en sus países de origen.
Las bodas alcanzaron un pico al año siguiente de la aprobación de la norma, con 4.313 enlaces, y se han ido estabilizando posteriormente ligeramente por encima de las 3.000 anuales, aproximadamente un 2% del total. El último dato disponible, aún provisional, es el de 2014, en el que se contabilizaron 3.300 matrimonios entre personas del mismo sexo. Quizá el aspecto que más destaca este año es la equiparación ya casi total en el número de bodas entre hombres (1.709) y entre mujeres (1.591). Hasta ahora, y de manera sistemática, las bodas entre hombres habían superado con claridad las bodas entre mujeres. Una tendencia que sin embargo ha ido aminorándose con el paso de los años, hasta casi igualarse en 2014.
Fuente Dosmanzanas
Comentarios recientes