Nueva agresión de tintes homófobos, esta vez en Salamanca. Ocurrió sobre las 07:00 horas del domingo, según cuenta salamanca24horas, cuando una pareja de chicos regresaba a casa tras una noche de fiesta. Un joven les llamó “maricones” y posteriormente propinó a uno de ellos un puñetazo en la boca. En el forcejeo también resultó herida en un brazo una amiga de la pareja al ser arrojada al suelo.
Según la versión del digital salmantino, las víctimas recibieron atención sanitaria en el Hospital Virgen de la Vega. La Policía Nacional busca al agresor, que huyó del lugar, a partir de la descripción facilitada por las víctimas.
Se trata de la segunda agresión de carácter homófobo ocurrida en Salamanca que salta a los medios de comunicación este año. En enero se conoció otra agresión muy similar: un joven gay y un amigo suyo que intentó defenderlo, que también iban acompañados de una amiga, fueron golpeados por dos individuos que antes les gritaron “maricones” y que escaparon antes de que se personase la Policía. Ambos tuvieron que recibir asistencia sanitaria por heridas y contusiones en el rostro. Uno de ellos precisó un punto de sutura y el otro sufrió fractura nasal.
El colectivo LGTB salmantino Iguales considera, en una nota hecha pública este lunes, que estas dos agresiones de Salamanca, así como otra denunciada en redes sociales por Fundación Triángulo Valladolid, representan solo la punta del iceberg de las agresiones realizadas en Castilla y León, y denuncia lo que considera “irresponsable pasotismo” de las instituciones políticas tanto de Salamanca como de Castilla y León.
“Es por eso que desde IGUALES apoyamos la reivindicación de la FECyLGTB+ [la Federación Castellana y Leonesa de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales y más] para Castilla y León de una Ley de Igualdad Social LGTB+ y, en el ámbito municipal de Salamanca, emplazamos a los grupos políticos a que pongan en marcha las propuestas que las asociaciones LGTB+ les hemos trasladado reiteradamente, entre ellas la implementación por parte de la policía local del protocolo contra delitos de odio que el Ministerio del Interior ha diseñado, que se garantice que durante las fiestas se respete la diversidad sexual y/o de género y que se implemente una Concejalía de Igualdad que incluya un plan integral de actuación por la igualdad, incluida la del colectivo LGTB+”, expresa Iguales. “Las instituciones no pueden quedarse quietas viendo como nos persiguen y agreden como si fuéramos animales. Queremos, de una vez por todas, hechos, leyes y políticas por la igualdad y contra la discriminación”, ha declarado su secretario, Ignacio Paredero.
Un patrón que se repite de forma preocupante
Lo decíamos hace unos pocos días, al referirnos al incremento de incidentes violentos motivados por el odio a la orientación sexual o a la identidad y/o expresión de género de las víctimas. Al menos en parte, esta apreciación podría estar sesgada por la mayor predisposición a denunciar agresiones que antes se mantenían en secreto, así como por la mayor facilidad, gracias a las redes sociales, para que la información difunda rápidamente. Pero hay hechos incuestionables: según datos del propio Ministerio del Interior (los referidos al año 2014 fueron hechos públicos en abril) la mayor parte de los delitos de odio que se cometen en España lo son por LGTBfobia (513, un 39,9% del total). Y las denuncias fueron en 2014 más numerosas que en 2013. Y como la FELGTB ha recordado en varias ocasiones, según sus datos más del 70% de quienes sufren agresiones físicas o verbales o amenazas con tintes LGTBfóbicos no lo denuncia (entre el 60 y el 90%, según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea).
En varias de las últimas denuncias, por otra parte, parece apreciarse un mismo patrón: jóvenes LGTB visibles, que tras disfrutar de la noche como cualquier otro de sus coétaneos vuelven a casa y son agredidos al grito de “maricones” al rebasar, a veces por solo unos metros, el espacio de seguridad que proporcionan los locales o las zonas específicas de ambiente. En Madrid, por ejemplo, se han producido varias agresiones en la Gran Vía o en la confluencia de esta con la Calle Alcalá, espacios urbanos muy cercanos a Chueca pero que no lo son propiamente. Casualidad o no, resulta inevitable no pensar que en algunos casos se trate de una violencia organizada.
Sea como sea, la necesidad de un marco legislativo integral tanto contra la discriminación como contra los delitos de odio resulta cada vez más imperiosa. Es cierto que Interior ha desarrollado un primer protocolo de delitos de odio, pero de ahí a que haya una atención eficiente a las víctimas en todo el territorio y por parte de todos los cuerpos policiales dista un largo trecho. Y solo dos comunidades autónomas, Cataluña y Extremadura, han aprobado hasta el momento legislaciones contra la discriminación de las personas LGTB dignas de tal nombre (la ley gallega carece de capítulo sancionador). Una legislación a nivel estatal sería sin duda un grandísimo avance, aunque sin un cambio profundo en la composición de las Cortes Generales se nos antoja difícil.
Fuente Dosmanzanas
General, Homofobia/ Transfobia.
Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, Castilla y León, Discriminación, FECyLGTB, FELGTB, Ignacio Paredero, Iguales, Salamanca, salamanca24horas, Valladolid
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