Ni Dios, ni dueño
Del blog Pays de Zabulon:
” Le hablaré de corazón a corazón “
Ni Dios, ni dueño
¡Ni Dios, ni dueño! Me voy al desierto, lejos de aquél al que amaba. Me decepcionó, me engañó. Imposible que Él sea, este Dios que dicen de amor: mira alrededor, la injusticia está por todas partes, el escándalo se desborda. Matamos sin remisión. Por Dios asesinamos. En mi vida, nada mejor. Oraciones sin respuestas, luchas incansables contra dolencias incesantes. Estoy cansado de pelearme sin nadie para ayudarme. Voy a huir al desierto, para poner bajo mis ojos la aridez atroz, la soledad extrema donde sólo yo me pierdo. Revestido de mi orgullo, allá, a pleno pulmón, gritaré sin tregua, vaciaré mi odio, proferiré los nombres más blasfemos sin temor a que ningún eco me vuelva.
Miro alrededor, mis lágrimas han lavado todo: el cielo, las aves. Las bestias van y vienen, y la luz pura que recalienta el mundo. Comienzo a comprender. La fealdad está en mí. Mi ojo demasiado manchado no podía ver bien. Mis labios profanados por muecas inmundas, habían perdido las palabras que ganan la sabiduría. Mi grito no tiene eco. Pero alza otra queja. Es un canto, o llantos. Es mi sed de ser amado. Es Jesús, quien por mí lucha sólo, en el desierto, contra mis tentaciones, estos demonios liberados por mis gritos de venganza. Y cuando pisotea al último adversario, entonces me mira, me ama. ” No querías más Dios, seré pues tu hermano. Tú que huías de tu dueño, recíbeme como amigo. “
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Frère Franck Dubois, dominico
Fuente: Signe dans la Bible
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