Iceta dice que ningún partido en las Cortes Generales se se plantea derogar el matrimonio igualitario.
Está claro que con estos obispos, las personas LGTBI no tenemos un lugar en la Iglesia. Tras Munilla, es ahora el obispo de Bilbao, Iceta el que viene con la matraca de la Ideología de Género, que sólo existe en sus mentes… Si ningún partido democrático, según ellos, defiende la vida ni el amor “verdadero”… ¿a quién pretenden que votemos? ¿O ni tan siquiera quieren que votemos? Total… ¿para qué? si ellos tienen la verdad absoluta…
Preguntado por si plantearía al nuevo Gobierno que surgiera de las próximas elecciones que derogara la Ley que permite el matrimonio homosexual, ha precisado que “los partidos que han conseguido representación en las últimas elecciones no se plantean revisar ningún elemento que suponga cuestionar la ideología de género actualmente imperante”.
“Es más, varias comunidades autónomas, como la extremeña o la gallega, han desarrollado recientemente leyes siguiendo los postulados más extremos de esta ideología, como ya lo habían hecho anteriormente otros gobiernos autónomos“, ha indicado en referencia a las leyes que favorecen a los colectivos gays.
Para el prelado, “nadie quiere quedarse al margen del guión establecido por el ‘nuevo orden mundial’, de lo políticamente correcto”. “La posición de la Iglesia con respecto a la verdadera naturaleza del matrimonio es de sobra conocida y constituye una voz profética que proclama y defiende las aspiraciones más profundas del corazón humano y que están inscritas en la naturaleza humana como unidad dual”, ha dicho.
Por ello, se ha remitido al último documento de la Conferencia Episcopal titulado “La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar“, que contempla que el matrimonio es sólo entre el hombre y la mujer, y señala que se trata de “una alianza o comunidad conyugal por la que ‘ya no son dos, sino una sola carne'”.
El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha asegurado que ningún partido de los que están representados en las Cortes Generales “defiende el valor inalienable de la vida desde su concepción”. Además, ha afirmado que la reforma de la Ley del Aborto es “un retoque y no entra en el fondo de la cuestión”, y ha denunciado “la injusticia que supone el aborto”, al tiempo que ha abogado “por una auténtica cultura de la vida”.
En declaraciones a Europa Press, Iceta ha destacado que “la vida humana es un don precioso desde su mismo inicio, en la concepción, que debe ser tutelado”. “Todo ser humano es bienvenido, ninguno sobra, porque todos constituyen un don precioso y hermoso, digno de ser acogido y querido. Eso es lo que hace que una sociedad sea realmente humana”, ha manifestado.
En este sentido, ha denunciado que España está “a la cola de Europa en ayuda a la familia y a la maternidad”. “Las familias y, de modo particular, las madres y los niños deben gozar de ayudas suficientes, principalmente en el momento delicado de la maternidad y de la infancia”, ha dicho.
Además, ha apuntado que, “ante los problemas que puedan surgir en la maternidad, siempre hay caminos de solución que respeten a la madre y al nuevo ser”.
Sobre al hecho de que haya chicas jóvenes que sufren violencia intrafamiliar y que tienen que pedir a sus padres el consentimiento, ha subrayado que “lo que hay que solucionar inmediata y radicalmente es precisamente la violencia familiar que sufren muchas de ellas y protegerlas y ayudarlas eficazmente”. Además, cree que “es muy importante la tarea de prevención y educación”.
El obispo de Bilbao ha mostrado su convicción de que “ningún partido de los que han conseguido representación en las últimas elecciones defiende el valor inalienable de la vida desde su concepción“, y ha señalado que, “lamentablemente, existe una aceptación social de que el aborto, en determinados casos, es legítimo, pero no ha existido ni una reflexión ni un debate profundo acerca de lo que está en juego“.
A su juicio, “no se trata de una cuestión meramente legal, sino de algo que afecta al modo de entender la inalienabilidad del ser humano y, por tanto, el fundamento de la sociedad y de la convivencia”.
“La actitud de la Iglesia no puede entenderse en términos doctrinarios o de intransigencia, sino como un auténtico esfuerzo de denuncia profética y de propuesta de soluciones reales compatibles con la dignidad humana, para señalar la injusticia que supone el aborto y propiciar una auténtica cultura de la vida en la que todo ser humano sea querido por sí mismo, como fin y no como medio, más allá de cualquier condicionamiento de salud, social, económico o de otra naturaleza”, ha dicho.
A su entender, la madre debe ser “acompañada y ayudada, también cuando el niño ya ha nacido”, y ante “las dificultades que puedan plantearse en la familia, que pueden ser de diversa índole”.
(RD/Ep)
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