Congresistas estadounidenses piden que se denieguen visados especiales a los cónyuges de los diplomáticos de países homófobos
Más de un centenar de miembros del Congreso de los Estados Unidos han solicitado al secretario de Estado, John Kerry, que deniegue los visados a los cónyuges del personal diplomático de los países que impidan ese mismo derecho a las parejas del mismo sexo estadounidenses legalmente casadas en su país. Los congresistas firmantes de la solicitud han tenido conocimiento de que desde el Departamento de Estado se habían denegado algunas plazas a personal diplomático abiertamente LGTB por el previsible rechazo del país de destino.
Un total de 125 miembros del Congreso de los Estados Unidos, de los que 124 son demócratas, han urgido al secretario de estado, John Kerry, a que el personal del Departamento de Estado (departamento ejecutivo federal encargado de las relaciones internacionales, semejante al Ministerio de Asuntos Exteriores) deje de presionar al personal diplomático abiertamente LGTB para que no solicite destinos en países en donde se presupone que podrían ser rechazadas por las autoridades competentes.
Los firmantes del escrito hacen referencia explícita a que, además de esas presiones, algunas de esas solicitudes han sido denegadas, lo cual, según estiman, impide a los diplomáticos abiertamente LGTB avanzar con normalidad en su carrera y resta al Departamento de Estado “la capacidad de asegurar que se asigna cada plaza a la persona más cualificada”.
Para los congresistas firmantes, el reconocimiento de los derechos del personal diplomático LGTB pasa también porque haya una reciprocidad en el trato que se recibe por parte de las autoridades de sus países de destino. Por ello, instan al Departamento de Estado a que deniegue los visados especiales para los cónyuges del personal diplomático de aquellos países que se niegan a reconocer la legalidad de los matrimonios del mismo sexo del personal diplomático estadounidense.
“No podemos mirar para otro lado cuando el cónyuge de un diplomático estadounidense —cualquier cónyuge de un diplomático estadounidense— es discriminado de esta manera”, afirman con contundencia los congresistas, “si un gobierno extranjero se niega a expedir el visado correspondiente a los cónyuges del mismo sexo, pedimos que el Departamento de Estado corresponda negando los visados a los cónyuges de los diplomáticos de ese país”.
GLIFFA, organización oficial de apoyo al personal diplomático LGTB, ha elogiado mediante un comunicado la iniciativa de los congresistas, pues estima que “menos de la mitad de las delegaciones de los Estados Unidos en el extranjero se encuentran en países donde nuestras familias se nos pueden unir de manera segura”, por lo que se felicitan de esa solicitud de reciprocidad. “Si esos países no permiten a familias estadounidenses, ¿por qué nuestro país debe continuar admitiendo a la totalidad de sus familias?”, aducen con convencimiento.
El secretario de Estado, John Kerry, declaró al pasado año que reaccionaría contra los países que no reconocieran a los cónyuges del mismo sexo del personal diplomático estadounidense. “Rechazamos cualquier medida por parte de cualquier país de denegación de visados a los cónyuges del personal estadounidense”, afirmaba, “es discriminatorio, inaceptable y no tiene cabida en el siglo XXI”.
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