¿Por qué no se ven gays en el fútbol?
La homosexualidad es aceptada en el mundo moderno y una prueba fehaciente de ello, es la reciente legalización del matrimonio igualitario en EEUU, pero en el deporte más mediático del mundo (leáse el fútbol), la homosexualidad continúa siendo un tema tabú. Los casos conocidos son muy pocos, pero una de las excepciones es Robbie Rogers, un jugador de Los Ángeles Galaxy, que dio a conocer su orientación sexual hace algunos años.
Rogers es el único futbolista en activo que ha salido del clóset. Tras dejar el Leeds United, es una de las estrellas de Los Ángeles Galaxy e incluso el presidente Obama le agradeció su ejemplo en la Casa Blanca. El anuncio lo hizo en el 2013 a través de un comunicado en su página web.
Dos años más tarde no se ha conocido ningún otro caso. ¿Por qué se da la invisibilidad de los gays en el mundo del deporte, especialmente en el fútbol?
Según Diario Gol, en toda la historia del fútbol profesional español nunca ha competido un gay asumido. Parece ser que hay un sentimiento de “virilidad” incompatible con otra orientación sexual que no sea la heterosexual.
Michael Robinson, exfutbolista y presentador de televisión en España, dijo en una entrevista en El País que: “para ser jugador de rugby o fútbol se requiere bastante testosterona. No se necesita tanta para diseñar ropa. No es la misma virilidad, digamos“.
Otro caso fue el del futbolista brasileño Ricardo Izecson dos Santos Leite, comúnmente conocido como Kaká, quien en 2008 amenazó con denunciar a la revista gay G-Magazine si usaban su nombre, con un doble como modelo, al ser elegido como el hombre más sexy en una encuesta entre los lectores. Kaká ha manifestado tener el deseo de ser el pastor de una iglesia evangélica en el futuro, de allí el rechazo.
Según el periódico deportivo El Demarque, este silencio de España no se da en otros países, como por ejemplo en Alemania. Varios jugadores anunciaron su homosexualidad, eso sí, una vez retirados. Thomas Hitzlsperger, que jugó en la Serie A, la Premier League y la Bundesliga, hizo el anuncio en enero del año pasado.
El primer jugador en salir del armario fue el inglés Justin Fashanu, en una entrevista a The Sun en 1990. El titular, histórico, rezaba: «£1m Football Star: I AM GAY» («Estrella futbolística de 1 millón de libras: SOY GAY»).
Podemos leer en la web deportiva Colgados por el Fútbol, que desde entonces, su carrera fue cuesta abajo y que el público se mofaba de su orientación sexual. Muchos de sus compañeros, rajaron de él, afirmando que los gays no tenían sitio en el mundo del fútbol. Se retiró en 1997 a EEUU, y se suicidó en 1998.
A estas alturas ser gay es visto como “un pecado” o cuanto menos algo incómodo que convierte al jugador en el blanco de todas las miradas. La burla a la que pueden ser sometidos en campos rivales o en el propio pesa mucho.
Según el periódico Sport, ocho futbolistas de la Premier League también han comunicado a su Federación su homosexualidad y han pedido amparo para ser aconsejados en los pasos a dar.
En una ocasión el ex técnico de Brasil, Luis Felipe Scolari afirmó que se sintió mal cuando trabajó en Kuwait porque “no me gusta ver tantos homosexuales y si descubro uno en mi equipo lo echo de inmediato”.
La calidad de los jugadores no se debería medir por su orientación sexual, sino por su esfuerzo y talento.
Fuente: Yahoo, vía SentidoG
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