La administración Obama anuncia el fin de la prohibición a las personas trans de servir abiertamente en el Ejército estadounidense
El Pentágono pretende levantar la prohibición a personas transexuales para ingresar en el Ejército
Según estudios, hasta 15.000 personas transexuales participan en el servicio activo del ejército, a veces con conocimiento de sus superiores.
El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Ash Carter, ha confirmado la intención de la administración Obama de poner punto final a la prohibición de servir abiertamente en el Ejército de su país a las personas trans. Durante los próximos seis meses, el Pentágono estudiará las modificaciones regulatorias necesarias para hacer realidad en cambio a partir de 2016. Una buena noticia que llega sin embargo cuatro años después del final del “Don’t ask, don’t tell”, la ley que obligaba a los militares gais, lesbianas y bisexuales a mantener en secreto su orientación. Un retraso que muestra de nuevo que las personas trans constituyen el grupo más débil y vulnerable del colectivo LGTB.
Los líderes del Pentágono detallan los planes para levantar la prohibición a la participación de personas transexuales en el Ejército, dijeron funcionarios federales, quienes añadieron que se prevé un anuncio oficial esta semana y que el ejército tendría seis meses para determinar el impacto y trabajar los detalles y que durante esta transición, las personas transexuales aún no podrán enrolarse al ejército. Las decisiones sobre aquellos que ya están en servicio serían referidas al subsecretario de personal en el Pentágono, dijeron los funcionarios. Un funcionario de alto rango dijo que era para evitar que cualquier miembro transexual del servicio se fuera durante ese tiempo.
Varios funcionarios, bajo condición del anonimato porque no estaban autorizados a hablar del tema antes de que se finalicen los detalles, dijeron que el secretario de Defensa solicitó a su subsecretario organizar un grupo de trabajo con líderes militares y civiles para tener una visión objetiva del tema, identificar problemas y desarrollar reglas uniformes. Un funcionario de alto rango dijo que aunque el objetivo es retirar la prohibición, el secretario quiere que el grupo de trabajo analice los efectos prácticos, incluido el costo y el impacto, de haberlo, que tendría en la preparación militar.
La medida se conoce tras varias semanas de reuniones de alto nivel en el Pentágono entre altos directivos militares, secretarios y líderes del Departamento de Defensa, incluso una el lunes que involucró al secretario de Defensa y jefes de varios servicios.
La política de “Don’t ask, don’t tell” fue derogada por el Congreso de los Estados Unidos en diciembre de 2010, después de un complicado proceso de discusión, aunque no fue hasta septiembre de 2011 cuando la derogación entró en vigor. Quedaban fuera sin embargo las personas transexuales, un “olvido” que se quiere subsanar ahora. “Las actuales regulaciones del Departamento de Defensa sobre el servicio de sus miembros transexuales están obsoletas y provocan una incertidumbre que distrae a los mandos de las que son sus misiones fundamentales”, reconocía el secretario de Defensa en un comunicado oficial hecho público el lunes. “En una época en la que la experiencia ha enseñado a nuestras tropas que la cualificación más importante es su disposición a cumplir son su trabajo, nuestros oficiales y personal alistado se enfrentan a regulaciones que les transmiten lo contrario. Es más, tenemos soldados, marineros, aviadores y marines transexuales, verdaderos patriotas americanos, que sé que están sufriendo un gran daño debido a una política obsoleta, confusa e inconsistente, que es contraria a los valores del servicio y del mérito individual“, añadía Carter.
El secretario de Defensa anunciaba la creación de un grupo de trabajo, formado por civiles y militares y liderado por el subsecretario de Personal del Departamento de Defensa, Brad Carson, encargado durante los próximos seis meses de revisar las regulaciones militares y de evaluar el impacto del cambio para permitir que los militares transexuales puedan servir abiertamente “sin impacto adverso en la efectividad y operatividad”. El grupo de trabajo evaluará las implicaciones jurídicas, sanitarias y administrativas del cambio, aunque la voluntad política de que este sea efectivo el año próximo parece clara. Algunos de los aspectos que deberá evaluar el grupo de trabajo serán, por ejemplo, hasta qué punto el Ejército estará obligado a sufragar el coste de eventuales procesos de reasignación de sexo de sus miembros transexuales, así como el entrenamiento y estándares físicos que se les exigirán durante el proceso de transición. También se valorará como abordar el cambio en lo referido a uniformidad, alojamiento o uso de instalaciones.
Hasta que el grupo de trabajo concluya su trabajo, permanecerá vigente la prohibición oficial a las personas transexuales de incorporarse al Ejército, aunque cualquier decisión sobre la expulsión de militares que ya formen parte del mismo deberá ser evaluada por el propio Brad Carson, en lo que ha sido interpretado como una especie de “moratoria oficiosa”. Se desconoce cuantas personas transexuales sirven en la actualidad en el Ejército estadounidense, pero algunas estimaciones sitúan la cifra en unas 15.000, teniendo en cuenta tanto a militares en activo como reservistas.
Las personas transexuales –aquellas que se identifican con un género diferente de aquel con el que nacieron y en ocasiones toman hormonas o se someten a cirugías para desarrollar las características físicas de su género de preferencia– están excluidas del servicio militar en Estados Unidos. Pero estudios y otras encuestas calculan que hasta 15.000 personas transexuales participan en el servicio activo del ejército o las reservas, a veces en secreto pero en muchos casos con el conocimiento de comandantes de unidades o colegas.
Fuente Dosmanzanas y Cáscara Amarga
Comentarios recientes