Un orfanato de Kenia acoge a niños con sida a los que sus familias han dado la espalda
En Kenia cerca de un millón y medio de niños son huérfanos a causa del sida, según el Programa Nacional sobre el Sida y el Control de las Enfermedades de Transmisión Sexual.
Un lugar donde refugiarse, donde todos saben quién eres y qué necesitas: medicinas, comida y una familia. Eso es lo que el orfanato Nyumbani intenta ofrecer a un grupo de huérfanos seropositivos de entre dos y veinticinco años. En 1982 se fundó la que sería la primera “casa” para tres niños huérfanos, abandonados y enfermos del sida. Ahora son 129.
Una de cada diez mujeres embarazadas en Kenia está infectada con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), y una de cada tres muertes infantiles es debido a ese síndrome. Pese a estos datos, la situación ha mejorado: las nuevas infecciones del VIH han caído un 15 % en los últimos cinco años.
El 70 % de los niños en Nyumbani tiene algún familiar, pero “no quieren saber nada de ellos”, o no pueden cuidarlos. Es el caso de Paul, un joven delgadísimo que llegó a Nyumbani hace “tanto tiempo”, que ni se acuerda. Su madre había muerto y su padre no quería saber de él.
El orfanato Nyumbani es uno de los pocos que acoge exclusivamente a huérfanos con la enfermedad activada.
En una sociedad como la keniana, altamente puritana, tener el sida se veía como fruto de una conducta inmoral. Ese estigma lo sufrían incluso los niños. Hasta el 2003 los menores del orfanato no eran aceptados en escuelas públicas.
Actualmente, los pequeños no son obligados a revelar su condición. “Es difícil mantener a los amigos si se lo dices”, cuenta Paul. “No saben muy bien qué es lo que tienes”. Ellos al principio lo desconocen. Desde chiquitos empiezan a hacerse preguntas: “¿Por qué tomo medicinas?, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué significa el VIH?”.
Los profesionales que viven con ellos les dan la información en pequeñas dosis. En la adolescencia comienza la parte más dura, aseguran, ya que empiezan a tener pareja y a plantearse formar una familia. Entonces se les explica las precauciones que tienen que tomar si tienen sexo o quieren tener un bebé.
Fuente Cáscara amarga
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