¿Y hablaban de “lobby gay”? Francisco entre el buenismo y la tradición homófoba
Parece que al Espíritu Santo se le ha debido de caer alguna “pluma” sobre el Papa Francisco o es que, con lo cercano que es, le estaba explicando a alguna monja cómo apartarse el velo… Y es que no me digáis que con la esclavina sobre la cabeza y la mano suelta la foto no es de traca… En fin, sin pecar de irreverentes, la cosa nos ha hecho gracia.
Lo que nos gusta menos es el doble juego que se trae Francisco con las personas LGTB, lanzando unas veces frases supuestamente tolerantes y actitudes abiertas y otras como en los viejos tiempos. Al final, su actitud y algunas de sus intervenciones públicas nos recuerdan los peores momentos del pontificado de Benedicto XVI:
En un texto difundido el pasado 19 de febrero por Prensa de la Santa Sede comparaba a las personas transexuales con las armas nucleares. En una nueva declaración que muestra la verdadera mirada de la Jerarquía Católica sobre la diversidad sexual, el Papa Francisco condenaba a las personas transexuales por “no reconocer el orden de la creación”, asegurando que quienes “manipulan” sus cuerpos son similares a “Herodes” y “desfiguran el rostro del hombre y la mujer”.
No podemos olvidar que Jorge Bergoglio, en 2013 manifestaba su incapacidad para juzgar a la comunidad LGTBI, no sin antes hacer énfasis en que la pertenencia a un lobby gay si es reprochable. Las declaraciones del sumo pontífice tuvieron lugar durante el vuelo de regreso a Roma luego de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud 2013, JMJ Rio 2013, en Rio de Janeiro, Brasil.
Tampoco nos gustó que el papa Francisco vetara recientemente al embajador francés ante el Vaticano por ser gay. Es la tercera vez en los últimos años que Francia tiene problemas con sus embajadores, ya que entre 2007 y 2008 el puesto quedó vacante porque el Vaticano se negó a reconocer a un divorciado.
Atrás quedaron esos momentos en los que el Papa Francisco sugirió que las uniones civiles gays podrían ser toleradas por la Iglesia. “El matrimonio es entre un hombre y una mujer, pero existen otras uniones para regular las diversas situaciones de convivencia, impulsadas por la necesidad de regular los aspectos económicos entre las personas, como por ejemplo, para asegurar la atención médica”, recogía el diario El Corriere della Sera.
Lo cierto es que el Papa no termina de definir su postura ante el mundo LGTB y unas veces da una de cal y otra de arena. ¿Puede la Iglesia Católica cambiar sus puntos de vista sobre la familia homosexual? Es lo que algunos pensaban en el mes de octubre del año pasado al inicio del Sínodo sobre la Familia que se celebraba en El Vaticano y que recogía un resumen de las 265 intervenciones. Entonces pensábamos que era un primer paso: El Sínodo sobre la familia debatía sobre la realidad LGTB de forma más abierta que nunca pero… nos preguntábamos: ¿será el “kairoi” o el “bluf” de Francisco?. Los textos revelan que algunos obispos defienden que ‘los católicos homosexuales tienen dones y cualidades que aportar a las parroquias’ pero, por el momento, es el “bluf”, un cambio significativo de postura de la Iglesia Católica hacia el mundo LGTB es improbable.
Parecía que con la incorporación del Papa Francisco la ola de escándalos de El Vaticano se había disipado pero está claro que no tiene fin. Como os contábamos el año pasado un ex guardia suizo que sirvió durante el papado de Juan Pablo II (que duró desde 1978 hasta 2005) afirmó que recibió entre 20 y 25 proposiciones sexuales explícitas de cardenales, obispos y otros miembros del clero. Así que le proponemos al Papa que limpie lo que huele a podrido en el Vaticano y a nosotros nos deje en paz y nos devuelva nuestra condición de hijos de la Iglesia que nunca debíamos haber perdido.
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