Con motivo del 1º de Mayo, CESIDA insiste en la necesidad de una Ley de Igualdad de Trato
El ámbito laboral es un reflejo más de los problemas y desigualdades que existen en la sociedad. En la situación de crisis económica de España, con una tasa de paro del 23%, se está haciendo muy difícil poder encontrar o mantener un empleo, estas dificultades aumentan para las personas con VIH a causa de la discriminación y estigma asociado por la falta de información en muchos casos.
Por ello, la Coordinadora estatal de VIH y sida, CESIDA, recuerda la necesidad de una ley de igualdad de trato y no discriminación en España, frenada por el gobierno estatal.
“Se debe garantizar el empleo a las personas con VIH y la no discriminación. Es lamentable que a multitud de empresas les salga gratis discriminar”, afirma Juan Ramón Barrios, presidente de CESIDA, quien recuerda que el proyecto de esta ley igualitaria recogía el régimen de infracciones y sanciones en materia de igualdad de trato y no discriminación, una exigencia de la trasposición de las directivas antidiscriminatorias, que actualmente solo se da en el ámbito laboral y en relación con la discapacidad. Este proyecto de ley incluía la discriminación por enfermedad por primera vez en España.
Un trabajador o una trabajadora no tiene disminuida su capacidad de trabajo por el simple hecho de tener VIH, y como afirman desde la Secretaría de Políticas Sociales de UGT Madrid, “es infinitamente más complicado transmitir el VIH en el ámbito laboral que la gripe y afecta más la gripe al rendimiento laboral que el VIH. Un médico te puede dar la baja por tener gripe pero no por tener VIH y sin embargo, nadie tiene miedo a que un compañero o compañera tenga gripe”.
Los datos existentes de diferentes investigaciones realizadas por SEISIDA muestran que más del 50 % de las personas con VIH no trabaja. En una investigación llevada a cabo por la UNED en la que se abordaba la discriminación padecida en diversos colectivos discriminados se halló que alrededor del 80% de las personas con VIH entrevistadas percibían que este colectivo sufre discriminación en el ámbito del trabajo. Asimismo, en una investigación llevada a cabo por SEISIDA se ponía de manifiesto que en el año 2012, cerca de un 26% de la población afirmaba que se sentiría incomoda si un compañero de trabajo tuviese VIH (este dato había mejorado desde 2008). De ese 26%, un 24% afirmaba que pediría ser cambiado de trabajo o que pediría que cambiaran a la persona con VIH.
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