Un informe policial de 1965 desvela que Federico García Lorca fue ejecutado por “homosexual”, “socialista” y “masón”
Federico García Lorca “lo reunía todo” en el imaginario demoníaco del régimen franquista aunque no desempeñara “actividades conocidas”: era poeta, socialista, masón y además, estaba tildado de “prácticas de homosexualismo, aberración que llegó a ser voxpopuli”. Un informe fechado en 1965, casi 30 años después del fallecimiento de Federico García Lorca, cuenta los detalles de la detención y ejecución del poeta. El documento lleva por asunto “Antecedentes del poeta Federico García Lorca”.
Los historiadores y la familia del poeta destacan la trascendencia del informe policial porque reconoce la responsabilidad de las autoridades en la muerte
Por primera vez un documento oficial desvela los detalles de la detención y posterior ejecución del poeta por parte de “fuerzas falangistas“.
Esto contradice la versión oficial del Franquismo, que aseguraba que Lorca murió en las revueltas de Granada.
Unos documentos inéditos publicados por el diario.es y la cadena SER han desvelado nuevos y reveladores datos sobre la muerte del Federico García Lorca. Se trata de un informe redactado por la Jefatura Superior de Policía de Granada y fechado en 1965, casi 30 años después del fallecimiento del poeta, en el que se detalla por primera vez su detención y posterior ejecución. El documento lleva por asunto “Antecedentes del poeta Federico García Lorca”.
El documento, de dos folios, afirma que Lorca era “un masón perteneciente a la logia Ahambra en la que adoptó el nombre simbólico de Homero, desconociéndose el grado que alcanzó en la misma”.
Además explica que “estaba tildado de prácticas de homosexualismo, aberración que llegó a ser voxpopuli, pero lo cierto es que no hay antecedentes de ningún caso concreto”. También fue “conceptuado como socialista” por su vinculación a Fernando de los Ríos y otros “gerifaltes de igual signo político”, intercedieron por él ante el comandante de Intervenciones Militares, que era también gobernador civil de Granada.
El relato mecanografiado el 9 de julio de 1965 en Granada por un policía que no se identifica no deja dudas sobre la responsabilidad política de las fuerzas sublevadas en la detención y asesinato del poeta en 1936: “En el cuartel de Falange, instalado en la calle San Jerónimo, se hallaban el jefe de bandera don Miguel Rosales Camacho cuando en él se presentaron el diputado obrerista por la CEDA, don Ramón Ruiz Alonso, don Juan Trescastro, don Federico Martín Lagos y algún otro que no ha podido precisarse, con una orden de detención dimanante del Gobierno Civil contra FEDERICO GARCÍA LORCA”.
Por ello, fuerzas falangistas procedieron a su detención en la casa de sus amigos, los hermanos Rosales, donde el poeta se había refugiado por miedo tras dos registros en su vivienda. El lugar fue rodeado “con gran aparato por Milicias y Guardias de Asalto”, informa el documento.
Posteriormente, y tras su detención, Lorca “fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, en unión de otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de haber confesado, según se tiene entendido, siendo enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de dicha “Fuente Grande”, en un lugar que se hace muy difícil de localizar“.
Estos datos contradicen la versión que mantuvieron los altos mandos del franquismo, quienes defendieron, respecto a la muerte de Lorca: “Los rojos han agitado este nombre como un señuelo de propaganda. Lo cierto es que en los momentos primeros de la revolución en Granada, ese escritor murió mezclado con los revoltosos; son los accidentes naturales de la guerra“.
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La trascendencia del informe policial y las cartas ministeriales difundidas por la Cadena SER reside en el hecho de documentar oficialmente la implicación de las autoridades rebeldes en la detención y muerte del poeta, según Ian Gibson, biógrafo y autor de numerosos libros sobre el autor de Bodas de sangre. “No quiere decir que no hubiera otros, pero no han salido a la luz, este es el primer documento oficial. Da idea además del problema que representa la muerte de Lorca para el régimen desde el mismo momento en que se produce. Si el informe policial se llega a publicar pondría en evidencia que lo que habían afirmado hasta entonces es falso”, explica Gibson.
Laura García Lorca, sobrina del autor de Poeta en Nueva York, fue incluso más contundente: “Desde el punto de vista histórico es importante que exista un documento interno del régimen de Franco reconociendo que fue un crimen político”. La difusión de la documentación interna de la dictadura sobre el crimen de Víznar entierra definitivamente versiones “peregrinas” que circularon sobre el fusilamiento como que obedecía a “rencillas familiares” o “pasiones homosexuales”. “La policía reconoce lo que ya sabíamos: que fue un crimen político motivado porque le consideraban, y por ese orden, socialista, amigo de Fernando de los Ríos, masón y homosexual”.
¿Pero dónde ha estado este documento durante estos 50 años? El hispanista Ian Gibson ha explicado el origen de los archivos. “Bueno, no es un documento, es una carpeta que a mí me entregaron hace un año. Yo no sé quién sacó la fotocopia. Lo que pasó fue que, allá por el año 65, la escritora francesa Marcelle Auclair, que estaba terminando su biografía de Lorca, se puso en contacto con el gobierno de Franco, por supuesto, a través de la embajada española en París. A ella le había llegado el rumor de que allí, en los ministerios, había unos papeles sobre la muerte de Lorca, y ella quería consultarlos”.
Preguntado por las “prácticas de homosexualismo”, también valora. “Sí, amistadas peligrosas con Fernández de los Ríos, con los socialistas, y todo esto era mortal y luego algo que no figura aquí: la envidia”. Y concluye emocionado. “Yo creo que su obra es magnífica, maravillosa. Cuando pienso en su muerte cada día casi me pongo a llorar”.
Advierten de errores en el informe policial sobre García Lorca
Federico García Lorca, en la plaza de los Olmos en los años treinta. / Marcelle Auclair
El investigador Miguel Caballero ha dicho que los documentos policiales que prueban el asesinato de Federico García Lorca por homosexual y masón aportan de manera intencionada “confusión” a la muerte del poeta, postura compartida por la Asociación de Memoria Histórica que ve “errores de bulto”.
El autor del libro Las trece últimas horas en la vida de García Lorca ha destacado el “valor histórico relevante” del informe de 1965 de la Jefatura Superior de Policía de Granada, aunque ha advertido de las “imprecisiones y errores”, a su juicio “intencionados”, que contiene la referida documentación.
Caballero ha mostrado su sorpresa por el hecho de que un informe de tipo policial sea tan impreciso en cuanto al lugar exacto y las circunstancias en las que se produjo la muerte del poeta de Fuente Vaqueros, lo que interpreta como un intento para “ocultar” a los autores reales de su asesinato por parte de los agentes de Granada. “Hacen un informe impreciso con la idea de taparse ellos”, ha dicho este investigador, quien cree que el policía Julián Fernández Amigo, que era inspector jefe en 1965, está detrás de la autoría del referido informe.
Según Caballero, el nivel de imprecisión es tal que el que se recoja que García Lorca fue asesinado en un barranco a unos dos kilómetros de Fuente Grande implicaría, desde el punto de vista práctico, que el poeta estaría enterrado “en las propias calles” del municipio de Víznar. Poca credibilidad para un documento “sin firma” El historiador y presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Granada, Rafael Gil Bracero, ha resaltado por su parte las imprecisiones y “errores de bulto” del documento policial que relata la muerte de García Lorca.
Gil Bracero le ha restado credibilidad a un documento “sin firma ni autoría“, que se refiere a Fernando de los Ríos como Fernández de los Ríos y que no precisa el lugar en el que fueron enterrados los restos del poeta granadino. “Habla de que era homosexual y masón, pero nunca lo fue, porque aunque hay documentación en la que se dice que Homero era Lorca, también hay un informe que apuntó que no había constancia de que fuera un masón activo”, ha detallado Gil Bracero, que comprobó estos archivos en el registro histórico de Salamanca.
El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria ha dudado de la exactitud del documento policial “desde el punto de vista historiográfico” y ha pedido conocer dónde está el informe policial datado en 1965, si forma parte de un expediente más completo y cómo consultarlo. “Sabíamos que existía un expediente en la antigua comisaría de la Policía Nacional y pedimos consultarlo con sosiego, pero la Subdelegación del Gobierno dijo que se había enviado a Madrid”, ha recordado Gil Bracero. Ha relacionado además la publicación de la “versión supuestamente oficial” del asesinato de Lorca con el estado del proyecto de búsqueda de su fosa y ha recalcado que se trata de un documento “sin firma y con intencionalidad”.
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