El mayor sindicato de enseñanza del Reino Unido insta al gobierno a que acabe con la LGTBfobia en las escuelas
El mayor sindicato de enseñanza del Reino Unido ha aprobado una resolución, en la que insta al gobierno que surja de las próximas elecciones a que haga obligatoria la enseñanza de la diversidad sexual en el sistema educativo británico. Asimismo, exigen que se aborde el problema de la homofobia, la bifobia y la transfobia en el medio escolar, para crear un clima en el que los estudiantes y profesores de cualquier orientación sexual o identidad de género disfruten de una experiencia educativa positiva.
El Reino Unido celebrará elecciones generales el próximo mes de mayo, de las que surgirá un nuevo gobierno. Con esa perspectiva a la vista, el Sindicato Nacional de Profesores (NUT en su siglas en inglés), el mayoritario en el sector de la enseñanza británica, celebró los pasados días su congreso, que finalizó el domingo 5 de abril con una resolución final de 133 páginas, en las que se detallan las exigencias y prioridades del sector de cara al futuro.
En el prolijo acuerdo se exigen medidas para que la enseñanza pública en el Reino Unido se adecúe a la diversidad existente tanto entre el personal educativo como entre los estudiantes, y que las relaciones entre personas del mismo sexo estén también presentes en las materias en que lo están las relaciones heterosexuales.
Según el acuerdo, “el Congreso estima que la escuela debe ser un lugar que permita que los estudiantes y el personal educativo estén libres de homofobia, bifobia y transfobia, para que disfruten de una experiencia educativa positiva. El Congreso exige al futuro gobierno que aborde la homofobia, bifobia y transfobia que persiste incrustada en la escuela y que cree un clima positivo de comprensión sobre la sexualidad y el género adaptado al siglo XXI. Esto debe incluir un compromiso de que sea más sencillo debatir ideas sobre sexualidad y género, para que estudiantes y profesores tengan más confianza para identificarse como LGBTI y trabajar en la escuela sin temer a los prejuicios”.
En la legislatura que ahora concluye, el Partido Laborista ha comunicado que introducirá leyes que harán obligatoria la educación sexual y de relaciones afectivas en la enseñanza pública, siguiendo la resolución del Comité de Educación del Parlamento. Tanto los Verdes como los miembros del Partido Liberal-Demócrata apoyaban también que se adoptasen medidas al respecto, pero ninguna ha prosperado debido a la oposición del Partido Conservador. Los mismos liberales culpaban a sus socios conservadores en el gobierno del bloqueo de cualquier iniciativa.
El Sindicato Nacional de Profesores ha visto en la secretaria de estado de Educación, Nicky Morgan, como el principal obstáculo para que se adoptasen medidas contra la LGTBfobia en las escuelas. Morgan fue una de las diputadas del Partido Conservador que votó en contra del matrimonio igualitario en Inglaterra en Gales, a pesar de ser una ley presentada por el gobierno del que forma parte. Por ello, en el acuerdo sindical se insta al nuevo gobierno a que “nombre a un secretario de Educación que apoye los derechos LGTB y tenga una trayectoria positiva en el apoyo a las uniones civiles y el matrimonio igualitario”.
Christine Blower, secretaria general del Sindicato Nacional de Profesores, cree que se necesita “una política educativa que desarrolle un plan de estudios para niños y jóvenes que apoye los valores democráticos de una Gran Bretaña diversa, incluyendo la igualdad LGTB. Los futuros gobiernos deben hacer frente a la homofobia, bifobia y transfobia que persiste incrustada en algunas escuelas. Las lesbianas, gais, bisexuales y personas transexuales son parte de sus comunidades escolares locales como profesores, personal de apoyo, estudiantes, padres y directores”.
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