Quince diputados del PP y uno de Unió Democrática de Catalunya votan contra los derechos trans en el Parlamento Europeo
El pasado jueves 12 de marzo tuvo lugaren el Parlamento Europeo una votación, de especial interés para las personas LGTB, la del “Informe anual sobre los derechos humanos y la democracia en el mundo (2013) y la política de la Unión Europea al respecto”, que por primera vez sitúa de forma explícita el matrimonio entre personas del mismo sexo en el campo de los derechos humanos. Un avance aprobado por 472 votos a favor (entre ellos los de 50 eurodiputados españoles) 115 en contra y 46 abstenciones. Por lo que se refiere a los derechos de las personas trans, sin embargo, 16 eurodiputados españoles (15 populares y 1 de Unió Democràtica de Catalunya) se desmarcaron.
Para comprender lo que supone el texto, insertamos en su integridad el fragmento referido a los derechos LGTB:
(…)
Derechos de las personas LGBTI
159. Lamenta que la homosexualidad sigua aún tipificada como delito en setenta y ocho países, siete de los cuales prevén la pena de muerte (Arabia Saudí, Nigeria, Mauritania, Sudán, Sierra Leona, Yemen, Afganistán, Irán, Maldivas y Brunei), y que veinte países aún tipifiquen como delito la identidad transgénero; condena firmemente el reciente aumento de leyes discriminatorias, y cree que las prácticas y los actos de violencia contra las personas motivados por su orientación sexual o su identidad de género no deberían quedar impunes; alienta a que se lleve a cabo un seguimiento estrecho de la situación en Nigeria, Uganda, Malawi, la India y Rusia, donde nuevas leyes o recientes cambios legislativos suponen una grave amenaza para la libertad de las minorías sexuales; reitera su apoyo a la continuación de los trabajos del Alto Comisionado para los Derechos Humanos para luchar contra estas leyes y prácticas discriminatorias y, más generalmente, al trabajo de las Naciones Unidas en este ámbito;
160. Apoya la idea de que el SEAE priorice sus acciones en este ámbito y ponga especial énfasis en situaciones en que esté en vigor la pena de muerte, o en las que personas LGBTI sufran torturas o maltrato, mediante la condena de estas prácticas de conformidad con las Directrices de la UE sobre la pena de muerte y las Directrices de la UE sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;
161. Acoge con satisfacción la adopción en 2013 de las Directrices de la UE para promover y proteger el disfrute de todos los derechos humanos por las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI); pide al SEAE y a la Comisión que planteen la cuestión de los derechos de las personas LGBTI en los diálogos políticos y sobre derechos humanos con terceros países y en los foros internacionales; destaca la importancia de que la Comisión y el SEAE planteen la cuestión de los derechos de las personas LGBTI en los diálogos políticos y sobre derechos humanos y utilicen la IEDDH para apoyar a las organizaciones que defienden los derechos de las personas LGBTI, capacitándoles para oponerse a las leyes homófobas y transfóbicas y a la discriminación contra las personas LGBTI, sensibilizando al público en general sobre la discriminación y la violencia que sufren las personas que tienen orientaciones sexuales e identidades de género diferentes y prestando asistencia urgente (desde psicológica y sanitaria hasta de mediación y de ayuda a la reintegración) a las personas que lo necesitan;
162. Toma nota de la legalización del matrimonio o las uniones civiles entre personas del mismo sexo en un creciente número de países —diecisiete en la actualidad— en todo el mundo; alienta a las instituciones y a los Estados miembros de la UE a que contribuyan en mayor medida a la reflexión sobre el reconocimiento del matrimonio o las uniones civiles entre personas del mismo sexo como cuestión política, social y de derechos humanos y civiles;
163. Pide a la Comisión Europea y a la OMS que retiren los trastornos de identidad de género de la lista de enfermedades mentales y del comportamiento; pide a la Comisión que redoble sus esfuerzos para acabar con la medicalización de las identidades trans; anima a los Estados a garantizar procedimientos de reconocimiento de género rápidos, accesibles y transparentes que respeten el derecho a la autodeterminación;
164. Celebra el creciente apoyo político a la ilegalización de la esterilización como requisito para el reconocimiento legal del género, tal y como expresa el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura, y respalda la opinión de que dicho requisito debería ser tratado y perseguido como una violación del derecho a la integridad personal y del derecho a la salud y los derechos sexuales y reproductivos;
165. Se felicita de la revocación, en octubre de 2013, de la ley moldava por la que se prohibía la «propaganda de relaciones distintas de las matrimoniales o familiares», y pide a los demás países de la región que sigan el ejemplo de Moldavia;
(…)
Una serie de puntos a los que ninguna formación política que diga defender los derechos LGTB puede oponerse. De hecho, el texto contaba con el apoyo genérico de los principales grupos de la Eurocámara, incluyendo el Grupo Popular Europeo, aunque numerosos diputados de este grupo votaron en contra o se abstuvieron. Examinemos, el voto de los eurodiputados españoles por lo que a las dos votaciones relacionadas con los derechos LGTB que tuvieron lugar se refiere:
- El párrafo 162, referido al matrimonio entre personas del mismo sexo recibió inicialmente el apoyo de 49 de los 54 eurodiputados españoles. Se opuso una (la popular Pilar Ayuso), mientras que dos estaban oficialmente ausentes (el popular Santiago Fisas y el socialista Enrique Guerrero) y dos no votaron (la popular Pilar del Castillo y el socialista Ramón Jáuregui). Sin embargo, el acta provisional de voto recoge la corrección del voto de Pilar Ayuso en sentido positivo, por lo que consideraremos que fueron 50 diputados.
- La decepción llega con la votación del párrafo 164, otro de los que se votaron de forma específica, referido a la esterilización de las personas trans. Este párrafo recibió solo el apoyo de 35 de los 54 eurodiputados españoles. Se opusieron 16, 15 de ellos del PP (Pilar Ayuso, Pilar del Castillo, Agustín Díaz de Mera, Rosa Estarás, Esteban González Pons, Luis de Grandes, Esther Herranz, Carlos Iturgaiz, Teresa Jiménez-Becerril, Verónica Lope, Antonio López-Istúriz, Gabriel Mato, Francisco José Millán, Ramón Luis Valcárcel y Pablo Zalba) y 1 de Unió (Francesc Gambús). Estaban ausentes los ya mencionados Fisas y Guerrero y tampoco votó Jáuregui.
El párrafo 164, aunque finalmente aprobado por 404 votos a favor, 187 en contra y 46 abstenciones, recibió por parte del Grupo Popular Europeo más votos negativos (124) que positivos (56), lo que demuestra el intenso trabajo que queda por hacer en el campo de los derechos trans, y muy especialmente en el de la autodeterminación del género. Según el acta de voto nominal, el punto de discordia que llevó a que el párrafo 164 fuese votado de forma expresa fue la alusión final al “derecho a la salud y los derechos sexuales y reproductivos” de las personas trans.
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La anterior información se refiere a las dos votaciones referidas a los derechos LGTB, no a otros aspectos del texto, más amplio y que aborda muy diferentes aspectos referidos a todos los Derechos Humanos. Pero, como personas LGTB cristianas, sabemos que no vivimos en una isla. Si hablamos de derechos Humanos nos importan todos, no sólo los que se refieren a nuestra identidad sexual, por lo que es muy importante no sólo referirse a las votaciones específicas LGTB, sino al respaldo a la globalidad de un texto, que no respaldaron, ni los eurodiputados de Podemos (que votaron en contra) ni los de Izquierda Unida o Bildu (que se abstuvieron). No podemos defender sólo nuestros Derechos y mirar para otro lado cuando se vulneran también otros en demasiados lugares… Y lo mismo valen estas reflexiones para quienes votan a favor de los no nacidos y en contra de los derechos de los que ya viven…
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