La Corte Constitucional de Colombia cede a la presión conservadora y rechaza que las parejas del mismo sexo puedan adoptar conjuntamente
Como se esperaba, No pudo ser. José Roberto Herrera, el conjuez conservador encargado de deshacer el empate en la Corte Constitucional de Colombia entre partidarios y contrarios a la adopción homoparental, se ha inclinado por consagrar la discriminación de las parejas del mismo sexo y negarles el derecho a adoptar hijos conjuntamente. Herrera no ha tenido más remedio, eso sí, que excluir de la negativa un supuesto que ya con anterioridad había avalado la Corte: la adopción del hijo biológico del otro miembro de la pareja.
Pese a los numerosos informes favorables a la adopción homoparental remitidos a la Corte Constitucional, lo cierto es que ya desde que se conoció el nombre del conjuez se temía este resultado. Herrera es conservador, católico y lo primero que hizo fue “pedir a Dios” que lo iluminara. “Solamente le pido a Dios que me ilumine y a toda la sociedad que tenga la confianza que la Corte Constitucional va a tomar la decisión que le corresponde y que debe ser respetada, independientemente de mi ideario liberal desde la cuna. Mi decisión va a ser en derecho y ajustada a la Constitución”, declaró tras ser elegido al azar entre los 18 conjueces con los que cuenta la Corte para deshacer el empate entre los cuatro magistrados favorables a la ponencia del magistrado Jorge Iván Palacio y los cuatro contrarios a la misma (ponencia que concluía que no hay impedimento constitucional a que las parejas del mismo sexo, que de hecho ya tienen reconocido por la propia Corte Constitucional el derecho a conformar una familia, puedan adoptar).
Poco ha importado a Herrera el aval a la adopción homoparental del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, de la Defensoría del Pueblo, del Colegio Colombiano de Psicólogos o de varias universidades (como la Universidad Nacional de Colombia, la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Valle y la Universidad de los Andes, que ya en 2012 emitieron informes a favor, o de la Universidad Externado de Colombia). Parece haber dado más peso a las opiniones contrarias, como las del procurador general Alejandro Ordoñez, bien conocido por su homofobia; la Conferencia Episcopal de Colombia; la Universidad de La Sabana, del Opus Dei (que sembró la polémica estos últimos días con un informe que calificaba a las personas homosexuales de enfermas) y diversas organizaciones conservadoras, como la Fundación Marido y Mujer (que llegó a pedir al papa Francisco que ejerciese su influencia) o CitizenGO, “franquicia” colombiana de HazteOír y que utiliza sus mismos métodos de movilización. Otro de los que se oponían es el pastor evangélico y concejal de Bogotá Marco Fidel Ramírez, famoso por sus campañas homófobas.
La Corte sí avala la adopción de los hijos biológicos de la pareja
Eso sí, a falta de conocer los detalles, según el tuit hecho público por la Corte Constitucional que ha anunciado el fallo las parejas del mismo sexo sí podrán adoptar “cuando la solicitud recaiga en el hijo biológico de su compañero o compañera permanente”. Difícilmente podría ser de otra manera, si se tiene en cuenta que ya en agosto el más alto tribunal colombiano avaló por seis votos contra tres que una mujer lesbiana pudiera adoptar a la hija biológica de su pareja, concebida por inseminación artificial.
Un fallo referido solo a la familia recurrente pero que se consideró entonces que establecía un precedente fundamental para casos similares (parejas del mismo sexo en las que uno de los miembros quiera adoptar a los que ya son reconocidos legalmente como hijos del otro). Ahora la Corte Constitucional lo generaliza, en lo que supone el único aspecto positivo que se puede extraer de una sentencia decepcionante.
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