El gobierno ruso declara “agente extranjero” a una organización de activistas LGTB
Las autoridades rusas han declarado “agente extranjero” a la organización ‘Máximo’. La asociación trabaja a favor del reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTB en el país. La consideración de una asociación como “agente extranjero”, además de un mayor control e incluso multas por parte del gobierno, va dirigida a empeorar la imagen de la organización, al vincular a la misma a una tapadera de los países occidentales para influir en Rusia.
La organización, que desarrolla su actividad en la localidad de Murmansk (muy próxima a la frontera con Finlandia), podría tener que cerrar en caso de que la multa que imponga el gobierno ruso sea excesivamente alta, dado que la ley que legitima al gobierno para considerar a una organización como “agente extranjero” permite a las autoridades imponer multas millonarias.
Desde la organización LGTB alegan que “de acuerdo con el gobierno, el reparto de folletos, prensa y reclamaciones sobre la necesidad de cambiar las leyes en relación a la comunidad LGTB, es una actividad política por la cual somos un agente extranjero“.
El gobierno ruso inventó la figura de “agente extranjero” de cara a perseguir a las organizaciones de derechos humanos del país, al hacer creer a los ciudadanos que las mismas están patrocinadas por los países occidentales para expandir sus culturas en Rusia.
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