Ucrania archiva el proyecto de ley contra la “propaganda homosexual”
La Rada Suprema (el parlamento de Ucrania) ha excluido de su agenda legislativa para el actual periodo de sesiones un proyecto de ley para castigar con penas de cárcel la divulgación de informaciones positivas acerca de la homosexualidad. Una medida que iba en la línea de la ya vigente en la vecina Rusia, circunstancia que parece haber sido clave para el abandono de su tramitación.
La idea de instaurar una ley contra la “propaganda homosexual” se instaló en Ucrania en los primeros meses de 2012. Tras haber quedado en suspenso en julio de ese año, en octubre el Parlamento aprobaba en primera lectura un proyecto de ley que preveía un castigo de hasta cinco años de prisión para aquellos que divulguen información positiva sobre la homosexualidad. Aunque contemplaba penas más duras aún, se trataba de una norma en la línea de la ya aprobada hace dos años en Rusia, con el supuesto objetivo de “proteger a los menores”. El último ejemplo sobre los efectos de su aplicación lo recogíamos esta misma semana.
Volviendo a Ucrania, la “capitulación” de julio de 2012 fue el resultado de la movilización del movimiento LGTB local y de las presiones de la comunidad internacional. La ley había sido, en efecto, denunciada por las instituciones europeas, la administración Obama y varias organizaciones de defensa de los derechos humanos. Una petición internacional lanzada por la plataforma AllOut.org para pedir su retirada recogió en pocas semanas más de 120.000 firmas. También Elton John se posicionó contra la ley (el cantante, que en 2009 intentó sin éxito adoptar un niño ucraniano, aprovechó un concierto en Kiev para pedir a los ucranianos que pusieran fin a la persecución de las personas LGTB). La tramitación del proyecto, finalmente, quedó en suspenso hasta las elecciones del año pasado.
Tras el triunfo de la revuelta que llevó a la salida del poder del presidente prorruso Víktor Yanukóvich y el conflicto con Rusia en la parte oriental del país, poco ha cambiado la situación para las personas LGTB en Ucrania. Pero el afán por distanciarse de Rusia ha tenido al menos un efecto colateral positivo: esta semana, la iniciativa homófoba salía de la agenda legislativa de la Rada Suprema tras considerarse que ha “perdido su relevancia” en aplicación del reglamento de la cámara. El activista Svyatovslav Sheremet explicó que este tipo de iniciativas “conectadas con Rusia y el ‘mundo ruso’” tienen muy pocas posibilidades de prosperar.
Y ello a pesar de la fuerte homofobia que sigue imperando en el país. El verano pasado recogíamos las pavorosas grabaciones del intento de asalto de un grupo neonazi a un local de ambiente gay en Kiev. En 2013 los tribunales prohibían la que hubiera sido primera Marcha del Orgullo de la capital ucraniana a petición de un grupo de parlamentarios que esgrimían como motivo para la prohibición los posibles disturbios entre manifestantes y opositores a los derechos LGTB. Sin embargo, a pesar de la orden judicial, una cincuentena de activistas se manifestaba días después por las calles de Kiev, teniendo que ser protegidos por la policía de la violencia de los grupos de fanáticos. La amenazante presencia de esos mismos grupos obligó a suspender en 2012 todos los actos reivindicativos programados.
Las espantosas imágenes del ataque al activista LGTB Svyatoslav Sheremet, a quien antes hacíamos mención, cuando comunicaba esta suspensión estremecieron al mundo y se convirtieron en símbolo de la implacable homofobia social que asola a Ucrania. Y es que, cuando de los derechos de las personas LGTB se trata, pocas son las diferencias reales entre Rusia y Ucrania.
Fuente Dosmanzanas
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