Lituania: un diputado acusa a una asociación LGTB de “provocar” y le advierte de represalias como “la reciente masacre de París”
La república báltica de Lituania sigue ganando puntos para consagrarse como el miembro de la Unión Europea más hostil con sus ciudadanos LGTB. El diputado Algirdas Vaclovas Patackas (en la fotografía) ha acusado a la organización Lithuanian Gay League (LGL) de “jugar con fuego” con “provocaciones” que podrían costarles un ataque como el sufrido por la revista satírica Charlie Hebdo hace dos semanas en París. ¿El motivo de esta advertencia? La mera sugerencia de que la imagen en los billetes lituanos de dos héroes nacionales tiene connotaciones homoeróticas.
Toda la polémica (bastante absurda en nuestra opinión) tuvo su origen en la entrada de Lituania en la zona euro el 1 de enero de este año. A LGL se le ocurrió una idea original para darle un uso a los, en el futuro obsoletos, billetes de 10 litas, la antigua moneda del país: venderlos como souvenirs, aprovechando la sugerente imagen de los dos hombres en uniforme con el reclamo de “dos buenos amigos compartiendo algo más que amistad”. Se trata en realidad de Steponas Darius y Stasys Girėnas, dos pilotos lituanos que cruzaron el Atlántico desde Nueva York en un vuelo sin escalas en 1933 pero se estrellaron en Alemania, justo antes de llegar a su destino.
La inocente iniciativa de los activistas de LGL desató la ira del diputado Algirdas Vaclovas Patackas, quien, en un articulo lleno de odio escrito para un periódico digital, apuntó directamente al presidente de LGL Vladimir Simonko. Patackas asimila la “provocación” que, en su opinión, supone la idea de promocionar los billetes, con las caricaturas publicadas por Charlie Hebdo. “Todo empezó de una forma lúdica”, añade refiriéndose a los asesinatos de París, “pero terminó con muertos, porque las palabras duelen como un cuchillo”. El político tiene claro que cualquier “intento de expandir las fronteras de la libertad de expresión” en Lituania “fracasará”, porque el país “tiene sus héroes” que deben ser respetados “por todos los lituanos normales”.
De una forma que parece poner en una diana a Simonko, Patackas se arroga el derecho a “advertir” al activista que su “reto y provocación oscura, repulsiva y totalmente inaceptable” podría tener una respuesta de “ojo por ojo, es decir, la principal causa de lo que sucedió en París” (poniendo, por tanto, al mimo nivel de ofensa la publicación de unos dibujos con el asesinato de sus autores). El diputado insta a Simonko a “luchar por tus coloridos derechos” de una forma “civilizada y no provocadora” y llega a despreciarlo por hablar lituano “con acento”.
Desde LGL han emprendido acciones legales para que se investigue si detrás del artículo de Patackas puede haber amenazas reales para los miembros de la organización. “Si estas alegaciones son reales, confiamos en las autoridades nacionales. Si se trata de algún tipo de chiste, creo que el diputado Patackas tiene un pésimo sentido del humor, lo cual es totalmente inaceptable a la luz de los trágicos eventos recientes en Francia”, afirmó Simonko. El aludido instó al político a poner en conocimiento de la policía cualquier información que posea sobre posibles ataque al colectivo LGTB. Algo que es dudoso que ocurra, habida cuenta de que Patackas ya era tristemente conocido por su homofobia: hace solo unos meses fue el autor de una propuesta de enmienda al Código Penal lituano para eliminar el delito de incitación al odio homófobo.
Lituania: un discurso de odio cada vez menos disimulado
Lo cierto es que Lituania lleva un tiempo avanzando de manera preocupante hacia posiciones cada vez más intransigentes con la realidad LGTB, y de ello hemos dado cuenta. En octubre de 2010 entró en vigor la reforma que prohíbe la “manifestación y promoción” de contenidos publicitarios referidos a orientación sexual. Una prohibición que afecta a servicios publicitarios dirigidos a toda la población, y no solo a menores. Poco antes, en marzo de 2010, había entrado en vigor la ley de “de protección de menores contra el efecto perjudicial de la información pública” con el objetivo de obstaculizar la información positiva sobre diversidad sexual. Y aunque su versión inicial fue corregida por las protestas, su redacción definitiva sigue estigmatizando la información sobre homosexualidad. En septiembre del año pasado informábamos sobre la prohibición de un inocente spot contra la homofobia, en base a esta legislación.
A todo lo anterior se suman otras iniciativas recientes encaminadas a endurecer la legislación contra la visibilidad LGTB. Entre ellas, destaca un paquete de medidas que incluía la aprobación de una ley contra la “propaganda homosexual” similar a la rusa. La iniciativa quedó en suspenso en el Parlamento lituano en marzo de 2014, no tanto porque no dispusiera de apoyos como por temor a las consecuencias diplomáticas de una decisión así (la mayor parte de los diputados del principal partido de centro-derecha no votaron, con lo cual la iniciativa, pese a reunir la mayoría simple, no consiguió suficientes votos para ser tomada en consideración). Y la propuesta de Patackas para conceder la impunidad legal a los discursos de incitación al odio homófobo se encuentra en tramitación parlamentaria.
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