Me celebro y me canto
1
Me celebro y me canto,
Y aquello que yo me apropio habrás de apropiarte,
Porque todos los átomos que
me pertenecen también
te pertenecen.
6
Me preguntó un niño: ¿Qué es la hierba?,
trayéndomela a manos llenas;
¿Cómo podía responderle? Tampoco sé yo qué es la
hierba.
Sospecho que es el emblema de mi temperamento,
tejido con la verdura de la esperanza.
O imagino que es el pañuelo de Dios
21
Soy el poeta del Cuerpo y soy el poeta del Alma,
Y digo que tan admirable es ser mujer como ser
hombre,
Los placeres del cielo están conmigo y los dolores del
infierno están conmigo,
injerto y multiplico los placeres en mi ser, traduzco
los dolores a una lengua nueva.
24
¡Arrancad los cerrojos de las puertas!
¡Arrancad las puertas mismas de sus quicios!
Quien degrada a otro me degrada a mí,
Y todo lo que se dice o se hace vuelve al fin a mí.
A través de mi ser la inspiración divina se agita y se
agita, a través de mi ser la corriente y el índice.
Pronuncio la palabra prístina, hago el signo de la
democracia.
¡Por Dios!, yo no aceptaré sino aquello cuyo
duplicado acepten todos en las mismas
condiciones.
43
No os desprecio, sacerdotes de todas las épocas y de
todos los países,
Mi fe es al mismo tiempo
la fe más grande y la fe
más insignificante,
Comprende el culto antiguo
y el moderno, y todos
los cultos que hay entre ellos,
Creo que vendré otra vez a la tierra dentro de cinco
mil años,
Espero las respuestas de los oráculos, honro a los
dioses, saludo al sol,
Mis fetiches son una roca o un tronco de árbol, soy
el powwow que conjura con varillas dentro del
círculo de obis,
Ayudo al lama y al bracmán a despabilar las
lámparas de los ídolos,
Bailo por las calles con la procesión del falo;
enajenado y austero, soy un gimnosofista de los
bosques,
Bebo hidromel en cráneos, admiro los Sastras y los
Vedas, obedezco el Corán,
Recorro el teucalí manchado con la sangre que
chorrea de la piedra y del cuchillo, redoblo en el
tambor de piel de serpiente,
Acepto los Evangelios, acepto a Aquel que fue
crucificado, sé que es divino,
Me arrodillo en la misa, me pongo de pie en las
plegarias de los puritanos, o me siento
pacientemente en el banco de la iglesia,
Declamo con extravagancia y echo espumarajos en
mis crisis de locura, o espero, rígido como un
muerto, el despertar de mi espíritu,
Lanzo una mirada inquisitiva en la ciudad o en el
campo, o lejos de la ciudad y del campo,
Pertenezco a los que giran
eternamente en derredor
del círculo infinito.
Formo parte de la banda centrípeta y centrífuga, me
vuelvo y hablo como un hombre que deja
encargos antes de emprender un viaje.
Escépticos abatidos, pesados, despreciados,
Frívolos, sombríos, tristes,
coléricos, afectados,
desalentados, ateos,
Os conozco a todos, conozco vuestro océano de
tormento, de duda, de desesperación y de
incredulidad.
*
Canto a mí mismo (Hojas de Hierba)
***
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