El primer colegio en Reino Unido para estudiantes lesbianas, gais, bisexuales y transgénero podría abrir sus puertas en Manchester en los próximos tres años. Así lo ha anunciado la organización benéfica LGBT Youth Northwest, que acaba de recibir una subvención de la Administración local para transformar un centro comunitario que gestiona, donde se ubicaría la escuela. De momento, aclaran, se trata solo de un plan que está en la fase de consultas previas. La idea parte de la rama juvenil de este movimiento en el noroeste del país, que prevé establecer un centro con 40 plazas permanentes para 2018. La escuela pública acogería a un total de 40 alumnos a tiempo completo y otros 20 a tiempo parcial, que prefieran continuar con el grueso de su formación en centros convencionales.“Se trata de salvar vidas”, declaró al diario The Daily Telegraph la directora de LGBT Youth North West, Amelia Lee.
La activista aseguró que las leyes actuales no sirven para proteger a los homosexuales de la homofobia, al tiempo que denunció que los casos de acoso en las escuelas son “increíblemente comunes”. “Esto lleva a los jóvenes a sentirse aislados y alienados, lo que a menudo desemboca en absentismo escolar o, en el peor de los casos, en suicidios“, dijo Lee.
“Hemos abierto un proceso de consultas con la comunidad LGBT, entre otros colectivos, para determinar en qué quiere la gente que se convierta nuestro centro de Manchester en el futuro”, explica por email a EL PAÍS Sally Carr, directora operativa de LGBT Youth Northwest,. “Hasta la fecha, los propios jóvenes homosexuales, bisexuales y transgénero son quienes nos han trasladado que son partidarios de la opción de que haya en el futuro un centro educativo inclusivo, al que pudieran asistir libres del miedo al prejuicio”.
La organización concentra actualmente su actividad en colegios convencionales. “El año pasado trabajamos con más de 10.000 centros por todo el noroeste de Inglaterra”, explica Carr. “Cualquier centro educativo alternativo que pongamos en marcha en el futuro estará abierto a alumnos de todos los géneros y sexualidades, y será un lugar libre de homofobia”.
Se trataría de un centro alternativo, financiado por la Administración local, al que las autoridades educativas podrían derivar aquellos alumnos para los que la educación convencional no funciona. Se proporcionaría un currículo a medida para cada alumno, que incluiría técnicas de trabajo de la autoestima. El colegio estaría especializado en jóvenes LGBT, pero estaría abierto a otros alumnos. Un curso costaría cerca de 16.000 libras, lo mismo que en otras escuelas especializadas. Pero desde la organización defienden que, a la larga, supondría un ahorro para la Administración.
En declaraciones a ese mismo medio, el diputado conservador y exministro de Educación, Tim Loughton, advirtió de que la medida podría instaurar la segregación en el sistema educativo británico. “Necesitamos hacer mucho más para combatir el acoso homofóbico y crear una sociedad más tolerante. No creo que la segregación de un grupo de jóvenes por su sexualidad pueda ayudar a generar entendimiento y colaboración”, opinó el político. Según Loughton, la vía para lograr “más integración, comprensión y empatía” no descansa sobre la “separación de miembros de un grupo”, una medida, dijo, que supondría “un paso atrás para” conseguir una sociedad más tolerante.
A este respecto, LGBT Youth North West sostiene que el sistema educativo británico no está preparado para abordar cuestiones relacionadas con la identidad sexual del alumnado. “Los profesores en las escuelas tradicionales tienen problemas para tratar asuntos relacionados con el acoso y para abordar casos de estudiantes que quieren revelar su condición sexual”, apuntó Lee, quien consideró que las escuelas son “el último bastión de la homofobia”.
Algo más de la mitad de los alumnos gais en Reino Unido han sufrido experiencias de bullying por su condición sexual, según un estudio realizado por la organización benéfica Stonewall, y el 60% de los que las sufren asegura que los profesores que presencian los episodios de acoso nunca intervienen. El 99% de los jóvenes gais, según el mismo estudio, escuchan cotidianamente en las escuelas británicas lenguaje homófobo.
El 60% de las personas que sufren acoso por su condición sexual considera que este tiene un impacto directo en su rendimiento académico. Y hasta un 41% declara haber intentado o haber pensado en quitarse la vida como consecuencia de estos acosos. Sin embargo, según Stonewall, en los cinco años en que lleva realizando este estudio en las escuelas británicas (el último es de 2013), los datos han mejorado: el porcentaje de alumnos objeto de bullying homófobo ha bajado 10 puntos desde 2007.
El proyecto se inspira en el modelo del instituto Harvey Milk, en Nueva York, el primer centro del mundo de estas características, bautizado en honor al activista californiano asesinado en 1978. El centro comenzó a funcionar en 1985, pero desde 2003, gracias a una subvención del entonces alcalde Michael Bloomberg, las enseñanzas que imparte son oficiales y financiadas con dinero público.
“De lo que se trata aquí es de salvar vidas”, explica Amelia Lee, directora estratégica de la organización, a The Guardian. “A pesar de las leyes que supuestamente protegen a los gais del acoso homófobo, la cierto es que, sobre todo en las escuelas, este es todavía increíblemente común y provoca que los jóvenes se sientan aislados y alienados, lo que a menudo conduce al absentismo escolar y, en el peor de los casos, al suicidio”.
Todavía está reciente en la memoria de Manchester el caso de Elizabeth Lowe, la joven de 14 años que se ahorcó en un parque de la ciudad el pasado mes de septiembre, incapaz de superar el temor a reconocer públicamente su condición de homosexual y le preocupaba la reacción de sus padres. “No se trata de crear un pequeño enclave seguro, alejado del mundo real”, explica Lee. “Pero tenemos un sistema educativo que conduce al fracaso a entre un 5% y un 10% del alumnado, porque rutinariamente es incapaz de reconocer e incorporar las necesidades de los jóvenes en conflicto con sus identidades. Podemos esperar que todos los colegios lleguen a ser inclusivos o podemos reconocer que aún no hemos llegado a allí y que, por el momento, necesitamos escuelas especializadas”.
Fuente El País y SentidoG
General, Homofobia/ Transfobia.
Amelia Lee, Instituto Harvey Milk, LGBT Youth North West, Michael Bloomberg, Nueva York, Reino Unido, Sally Carr, Stonewall, Tim Loughton
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