La Audiencia Provincial de Murcia condena a un hombre por llamar “gay” a un compañero
La sentencia desestima así el recurso del condenado, que alegó haber empleado esa palabra sin ningún ánimo vejatorio.
El tribunal ha confirmado la sentencia de un Juzgado de Instrucción que condenó a veinte días de multa, con una cuota diaria de cuatro euros, a un hombre que llamó “gay” repetidas veces y a lo largo de varios días a un compañero de trabajo, que, según la versión del demandante tuvo que recibir tratamiento “de corte psiquiátrico“.
El Juzgado de Instrucción que dictó la sentencia en primera instancia recogió como hechos probados que en no menos de veinte ocasiones, y a lo largo de varias semanas, el denunciado, cuando coincidía con su compañero, le lanzaba expresiones como “anda, mira, un gay”, lo que hacía en presencia de otros trabajadores y de los clientes de la empresa.
Y añadía que “estos comentarios sobre la supuesta condición social del denunciante, trascendieron a terceros y dio lugar a que fuera preguntado por otros compañeros de trabajo y por otras personas si era cierta su supuesta condición de homosexual”.
Como consecuencia de ello, el denunciante afirma que “sufrió ansiedad reactiva a esa situación, con tratamiento de corte psiquiátrico y baja laboral”.
Al rechazar el recurso realizado por el denunciado, la Audiencia Provincial señala que la reiteración con la que se produjeron estos comportamientos por parte del acusado descartan que puedan ser consideradas como una broma.
Para el tribunal “una broma es una ocasión puntual, pero cuando una frase, en un contexto interpersonal diverso, se pronuncia de forma reiterada e insistentemente, dirigida a una persona y provoca evidente reacción de desaprobación, rechazo y molestia por quien la recibe, ya no constituye motivo de ‘broma'”.
“Cuando eso ocurre -concluye la sentencia- se transforma en insistente humillación, ofensa y molestia respecto a quien se dirige, que ve perturbada su propia dignidad como persona y que no tiene por qué soportar ese tipo de comentarios que afectan a su imagen personal y pública, repercutiendo en su estado de ánimo y con incidencia en sus relaciones personales y sociales”.
Fuente La Verdad de Murcia
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