Johan Bonny, obispo de Amberes, pide a la Iglesia que reconozca las relaciones homosexuales
El prelado ya pidió respeto para los LGTB antes del Sínodo de la Familia
Aboga por “una diversidad de formas de reconocimiento en la Iglesia“
Johan Bonny es el probable sucesor de Léonard en el episcopado belga
El obispo de Amberes, Johan Bonny, es partidario del reconocimiento por parte de la Iglesia católica de las relaciones homosexuales y bisexuales, según explica en una entrevista con el diario flamenco De Morgen.
Con su declaración el obispo Bonny se convierte en uno de los primeros líderes de la iglesia que cuestiona abiertamente con el monopolio absoluto del matrimonio formado sólo entre hombre y mujer, únicas relaciones reconocidas por la Iglesia católica.
“Debemos buscar en el seno de la Iglesia un reconocimiento formal de la relación que también está presente en numerosas parejas bisexuales y homosexuales. Al igual que en la sociedad existe una diversidad de marcos jurídicos para las parejas, debería también haber una diversidad de formas de reconocimiento en el seno de la Iglesia”, ha señalado.
Bonny, el sucesor designado del asesinado arzobispo André-Joseph Léonard, quien se retirará en 2015, cree que las parejas homosexuales deberían ser capaces de obtener una bendición de la iglesia. Por otra parte, sostiene que una relación homosexual y los criterios de un matrimonio religioso pueden satisfacer. “Los valores intrínsecos son más importantes para mí que la demanda institucional. La ética cristiana se basa en las relaciones duraderas en las que la exclusividad, la lealtad y la atención recíproca son centrales .“
El prelado ya alzó la voz por este tema en una carta al Vaticano días antes del Sínodo de la Familia, que se celebró el pasado mes de septiembre. Incluyendo el hecho de que la iglesia necesita encontrar urgentemente una conexión con la sociedad moderna, explica que “Todo el mundo tiene que hacer su vida con las relaciones, la amistad, la familia y la educación de los niños. No debemos negar que esto existía dentro de las lesiones y traumas de la iglesia. Hay demasiadas personas que fueron excluidos durante mucho tiempo.” “Como obispo, he tenido ya que escuchar bastante irritación. Un hermano se enfada porque su hermana se ha vuelto a casar y no puede ya leer en la Eucaristía. Un padre reclama más comprensión para su hijo homosexual que se siente rechazado por la Iglesia. Una abuela no puede entender por qué el párroco no quiere bendecir la relación de su nieta con un hombre divorciado. Incluso si estas personas se hacen preguntas sobre el camino vital de sus allegados, aunque hubieran preferido otra situación y aunque tengan pesar, no se dejan vencer. Para estas personas, esta solidaridad es un signo importante de la solidaridad de Dios con toda persona, sea lo que sea que le ocurra. Tal y como lo perciben, la Iglesia no puede quedarse atrás en lo que toca al apoyo y hospitalidad del que ellos siguen dando testimonio en el seno de la familia”, aseguraba entonces.
En septiembre, el obispo de Amberes, escribió en una carta al Vaticano sobre este asunto. Incluyendo el hecho de que la iglesia necesita encontrar urgentemente conexión en la sociedad moderna, explica por qué las cosas Bonny en el borde. “Todo el mundo tiene que hacer su vida con las relaciones, la amistad, la familia y la educación de los niños. No debemos negar que esto existía dentro de las lesiones y traumas de la iglesia. Hay demasiadas personas que fueron excluidos durante mucho tiempo.”
Al final, el intento del Papa por acercar a la iglesia a los homosexuales no contó con el respaldo mayoritario: La Relatio Synodi, es decir, el documento posterior al Sínodo, donde decía “darle la bienvenida a estas personas (los homosexuales)” ahora se puede leer “acoger a estas personas”. La palabra “fraternal” en un pasaje que hacía un llamado a la necesidad de encontrar un “espacio fraternal” para los homosexuales en la Iglesia, pero la expresión fue eliminada sin explicaciones.
El obispo de Amberes es el probable sucesor del presidente de la Conferencia Episcopal belga, el arzobispo André-Joseph Léonard, quien tiene previsto retirarse en 2015.
Fuente De Morgen
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