Primer matrimonio homosexual en Rusia, según una ONG
Vestidos de riguroso blanco, una mujer y un transexual se casaron oficialmente en San Petersburgo, en lo que podría ser el primer matrimonio homosexual en Rusia, según anunció una organización en defensa de los derechos de gays y lesbianas. En Rusia, las uniones entre personas del mismo sexo están prohibidas. El matrimonio fue posible porque uno de los contrayentes es transexual y se encuentra actualmente en fase de terapia hormonal para convertirse en mujer, pero su pasaporte todavía es masculino.
“El matrimonio de la pareja homosexual (…) obviamente ha podido celebrarse porque una de las dos novias es aún un hombre en su pasaporte. Así que formalmente se trataba de un matrimonio entre un hombre y una mujer. Pero, en realidad, es entre dos mujeres”, afirmó la ONG Vykhod, que defiende los derechos de los homosexuales. “Se trata del primer matrimonio gay en Rusia”, añadió la citada organización.
Las imágenes de la celebración muestran a dos mujeres muy sonrientes, vestidas de blanco; pero para los detractores del matrimonio homosexual supone “un insulto a miles de familias rusas”. “Tengo intención de solicitar la anulación del matrimonio”, aseguró el diputado Vitali Milonov, firme defensor de la controvertida ley que castiga la propaganda gay en Rusia. Milonov no dudó en atacar a los propios funcionarios que registraron el enlace, tachando de “poco convincentes” las explicaciones que le habían dado al respecto. Según Milonov, los responsables del registro civil “afrontaron el asunto de una manera estrictamente formal y comprobaron los pasaportes, pero no a las personas. Le he dicho al encargado del registro que eso es negligencia criminal”. El político ha amenazado incluso con involucrar a la Fiscalía de San Petersburgo para que evite en el futuro lo que considera “un grave insulto a millones de familias rusas”.
Por su parte, Marina Teodori, una de las damas de honor de las novias, consideraba que la ceremonia ha sido “un gran paso para todos nosotros. La mayoría desearíamos casarnos formalmente, pero en Rusia todavía es imposible. Se trata de la realización de nuestros sueños. ¡Ojalá que otros muchos tengan esta oportunidad!”.
No es la primera vez que se ha utilizado este subterfugio legal para poder celebrar un matrimonio entre dos personas del mismo sexo en territorio ruso. El pasado mes de agosto, Alina Davis y Allison Brooks inscribieron su matrimonio en el registro civil de Moscú.
En aquella ocasión, ambas tuvieron que sufrir los insultos de los funcionarios que las atendieron, que las acusaron de ser “una vergüenza para sus familias” y las instaron a recibir tratamiento médico. Pero el hecho de que Alina aún apareciera en sus documentos legales con identidad de varón hizo imposible que pudieran denegarles la inscripción legal de su matrimonio.
Este país, donde la homosexualidad fue considerada un crimen hasta 1993 y una enfermedad mental hasta 1999, votó el año pasado una ley que castiga todo acto de “propaganda” con multas e incluso penas de prisión. Esta norma ha provocado fuertes críticas, sobre todo en Occidente.
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