Condenan a ocho egipcios a tres años de cárcel por participar en una ‘boda gay’
Los acusados se tapan la cara tras ser condenados en El Cairo. / EFE
El Tribunal de Delitos de Qasr el Nil, en El Cairo, acusó a los condenados de “instigar al libertinaje y propagar acciones que van contra la moral pública”. La autoridad forense egipcia anunció recientemente que los acusados fueron sometidos a inspecciones físicas que demostraron que “no eran homosexuales“, señaló el diario Al Ahrma Online. Los acusados fueron detenidos el pasado mes de septiembre y acusados por el fiscal general, Hisham Barakat, de cometer “crímenes que incitan al libertinaje” y de publicar “fotos vergonzosas y contrarias a los valores públicos“.
Barakat afirmó además que los acusados se reunieron con el objetivo de llevar a cabo la unión matrimonial de dos de ellos y que lo grabaron en un vídeo “que muestra imágenes vergonzosas, lamentables, que ofenden a Dios y que representan una vergüenza pública, por lo que constituyen un delito”.
El tribunal les declara culpables de ‘incitar el libertinaje’
‘La justicia egipcia no se rige por la ley sino por el prejuicio’, dice un activista gay
FRANCISCO CARRIÓN El Cairo
La Justicia egipcia ha condenado este sábado a ocho hombres a tres años de prisión por aparecer en el vídeo de la supuesta “primera boda gay” celebrada en el país árabe. En un nuevo golpe a los derechos humanos y la maltratada comunidad homosexual, el tribunal les ha declarado culpables de “incitar el libertinaje” y “ofender la moral pública”.
La corte de delitos menores de Qasr al Nil, en El Cairo, ha dictado este severo castigo -la pena máxima- después de que los acusados fueran sometidos a un infame examen médico, una práctica denunciada por las organizaciones de derechos humanos. La prueba, llevada a cabo por las autoridades forenses a petición de la fiscalía general, determinó que “no eran homosexuales”.
El Ministerio Público, sin embargo, trasladó el caso a una corte penal para “salvaguardar los valores de la sociedad y hacer justicia”. Los ocho condenados fueron detenidos a principios de septiembre después de que circulara por internet y los medios de comunicación locales el vídeo del supuesto primer enlace homosexual de Egipto, festejado a bordo de un barco en el Nilo.
“El juicio fue una farsa. No hay pruebas de que sean gays o hayan participado en actos homosexuales; ni de que fueran ellos quienes hicieron circular el vídeo ni de que las imágenes sean pornográficas u ofensivas”, ha declarado a EL MUNDO el activista estadounidense Scott Long, quien dirigió hasta 2010 el departamento de homosexuales, bisexuales y transexuales de Human Rights Watch (HRW) y reside en El Cairo. “El veredicto se basa en el odio y el miedo, puro y simple. Es una prueba más, por si hiciera falta, de que el sistema judicial egipcio no se rige por la ley sino por el prejuicio y el oportunismo político“, ha agregado.
En el vídeo, de apenas un minuto de duración, se ve a dos hombres trajeados que se dan unos anillos ante una decena de amigos. Los protagonistas se abrazan entre las muestras de alegría de los presentes. En un comunicado, el fiscal tildó la celebración de “fiesta descarada y diabólica” y les culpó de “incitación al libertinaje” y publicación de “imágenes indecentes”.
Negar la homosexualidad
Tras días de escándalo mediático, una de las personas que participó en la polémica fiesta negó su supuesta homosexualidad en una llamada a una televisión local. “He tenido que hablar. No puedo quedarme de brazos cruzados y ver empañada mi reputación. Tengo miedo de caminar por las calles y muchas ganas de gritar y decirle a la gente que no soy como piensan”, explicó tras aclarar que el intercambio de anillos captado por la cámara era parte de un cumpleaños. Durante la entrevista, insistió además en que tenía novia y que había llevado el anillo como regalo sin prestarle más importancia.
Desde el golpe de Estado que desalojó del poder a los Hermanos Musulmanes, el aparato policial y los tribunales egipcios han puesto en su punto de mira a la comunidad homosexual, acostumbrada a vivir en la sombra. A finales de septiembre un tribunal egipcio condenó a dos años de cárcel a seis supuestos homosexuales arrestados en el apartamento donde -según el fallo- cometían “actos de libertinaje”. El lugar -detalló la sentencia- era publicitado en facebook con la tarifa de 200 dólares la noche. Las autoridades aseguraron además que dos de ellos fueron sorprendidos ‘in fraganti’.
Al mismo tiempo que el régimen ha perpetrado una brutal campaña de represión contra cualquier disidencia, las redadas contra la comunidad gay se han multiplicado en un intento de demostrar el compromiso del nuevo Gobierno con la moralidad y competir con el ideario ultraconservador de los proscritos Hermanos Musulmanes.
“Estos arrestos suponen otro asalto a los derechos humanos fundamentales y reflejan el creciente desprecio del Gobierno egipcio al imperio de la ley”, denunció recientemente Graeme Reid, director del departamento de homosexuales, bisexuales y transexuales de Human Rights Watch (HRW). La organización exige al ex jefe del ejército y flamante presidente egipcio Abdelfatah al Sisi que “ponga fin de inmediato a las detenciones arbitrarias y torturas de adultos por las relaciones sexuales mantenidas de mutuo acuerdo en privado”.
La cascada de detenciones ha propagado el pánico entre los homosexuales egipcios. Algunos han dejado de usar Grindr, una aplicación de citas a través del teléfono móvil que permite contactar con otros usuarios cercanos, por miedo a que la policía pueda estar utilizándola para su cacería. Las fiestas y los lugares de encuentro también se han convertido en sitios a evitar.
La prácticas policiales son un calco de los tiempos en los que el dictador Hosni Mubarak sojuzgaba a los egipcios. En el último año varias decenas de hombres han sufrido el calvario. En octubre de 2013 14 personas fueron detenidas por cometer “actos homosexuales” en un centro médico de El Cairo. Un mes después, diez jóvenes fueron arrestados con los mismos cargos en un zona residencial a las afueras de la capital egipcia.
En abril un tribunal de delitos menores condenó a cuatros hombres a penas de hasta ocho años de prisión por practicar la homosexualidad. Según el veredicto, la policía halló ropas y maquillaje de mujer durante la redada en la que fueron detenidos los cuatros condenados, acusados además de organizar “fiestas desviadas”.
Perseguidos por la policía y la moral más conservadora, los homosexuales egipcios están acostumbrados a ser blanco del escarnio público con redadas como la que tuvo lugar el 11 de mayo de 2001. Aquella noche 52 hombres fueron arrestados en el Queen Boat, un club nocturno a orillas del Nilo, y acusados de “libertinaje” y “conducta obscena”, según una legislación de 1961 destinada a combatir la prostitución. Durante su martirio en prisión, fueron golpeados, torturados y sufrieron incluso abusos sexuales
La homosexualidad no está tipificada como delito en Egipto. Sin embargo, las autoridades, amparándose en la moral profundamente conservadora de la sociedad, han utilizado cargos vagos como el de “libertinaje” para perseguir judicialmente a la comunidad gay desde hace años. Según los grupos de defensa de los derechos de las minorías sexuales, en el último año se ha acentuado especialmente el hostigamiento policial, y al menos 80 personas han sido arrestadas.
“El Gobierno parece querer utilizar la persecución de la comunidad homosexual para aumentar su popularidad entre los sectores más conservadores de la sociedad egipcia, y contrarrestar las acusaciones de los islamistas de ser un régimen anti-islámico”, sostiene Ibrahim, uno de los responsables de la ONG Egypt LGBTQ, que prefiere no revelar su nombre completo por cuestiones de seguridad. La nueva estrategia del Ejecutivo presidido por Abdelfatá Al Sisi para arrestar a homosexuales del Ejecutivo presidido por Abdelfatá al Sisi consiste en servirse de algunas redes sociales, como Facebook o Grindr, para preparar trampas en forma de citas a ciegas. De ahí que desde el propio Grindr se haya aconsejado a sus usuarios en Egipto extremar la cautela antes de revelar la propia identidad.
El pasado 25 de septiembre, un tribunal egipcio condenó a otros seis hombres a dos años de cárcel con trabajos forzados por “cometer libertinaje”, una acusación tras la que se esconde su supuesta condición de homosexuales.
El pasado abril, un tribunal egipcio condenó a cuatro hombres a penas de entre tres y ocho años de cárcel por mantener relaciones homosexuales, lo que la corte consideró una “conducta desviada e inmoral”. La ley egipcia no persigue explícitamente la homosexualidad, sino “el libertinaje”, por lo que los procesados siempre afrontan acusaciones de prácticas inmorales.
Durante el año de gobierno del raïs islamista Mohamed Morsi, uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, no se produjo una especial intensificación del acoso a las minorías sexuales. “Ya desde la época de [Hosni] Mubarak, se producen altibajos en la represión de los gays en función de las necesidades políticas del Gobierno de turno”, explica Ibrahim. El caso más celebre en la persecución de la comunidad homosexual en Egipto tuvo lugar en 2001, cuando 52 hombres fueron arrestados por participar en una fiesta celebrada en un barco llamado Queen en El Cairo, frecuentado entonces por homosexuales. En el juicio posterior, 21 de los encausados fueron condenados a tres años de cárcel y trabajos forzados. . El caso adquirió una gran notoriedad a nivel internacional, provocando la condena unánime de las organizaciones de derechos humanos.
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