Leemos en Cáscara amarga que l próximo 4 de noviembre tendrá lugar en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, el estreno del espectáculo escrito e interpretado por Ángel Ruiz.

De Miguel de Molina se puede decir que todos han oído sus canciones pero que muy pocos conocen la verdadera historia de un hombre que transformó la copla y transgredió el género patrio en la escena. En este espectáculo, un diálogo abierto con el público, Miguel se enfrenta a su pasado, pero desde nuestro presente, trazando un puente entre su mundo y nuestro entorno más cercano. La conmovedora historia de uno de los más singulares y arrolladores artistas de nuestro país. Un puñado de canciones y de emociones de un mito al desnudo.

Durante el espectáculo, Ángel Ruiz interpreta clásicos de como Ojos verdes, La bien pagá, Compuesta y sin novio, Me da miedo de la luna, La rosa y el viento, El zorongo, Te lo juro yo, Triniá o Agüita de querer.

Miguel de Molina al desnudo, de cuya producción es responsable el Laboratorio de la Voz, de Jorge Javier Vázquez, cuenta con dirección de Juan Carlos Rubio y con el acompañamiento al piano de Carlos Belda.

Miguel de Molina

Un 10 de abril de 1908 nacía en Málaga, en el seno de una familia andaluza muy humilde, Miguel Frías de Molina, conocido para la posteridad como Miguel de Molina. Y abre los ojos al mundo en una España donde habitaba la pobreza, los terratenientes, la superstición y la miseria que acabarían detonando en la nefasta guerra civil. El joven malagueño aprendió muy pronto la dureza de la vida, ya que su padre era epiléptico y pasaba los días postrado en la cama. Las mujeres de la familia, su abuela, su madre y sus cuatro tías, que lo rodearon siempre, seafanaban con esfuerzo en sacar adelante la familia sin la contribución paterna, dado su estado de salud. A los 13 años, Miguel toma la decisión de marcharse del hogar familiar. Su vida se convierte en ese momento en un puro avatar: en Algeciras consigue trabajo en un burdel regentado por una mujer conocida como Pepa la limpia. Esta y su amante, encariñados con el muchacho, invitan a Miguel a viajar a Granada para presenciar un espectáculo organizado por Manuel de Falla y Federico García Lorca. Aquel viaje sería una revelación para Miguel, y punto de inflexión en su vida para decidir lo que quería ser. A la gran admiración por Lorca, a quien conocerá personalmente más adelante, se une el descubrimiento del género musical de la copla, absoluto rey del momento y banda sonora sentimental de los españoles desde mediados de los años veinte. Decidido, abandona el burdel de Pepa, viaja a Tetuán y de allí a Granada y Sevilla, donde organiza espectáculos para los turistas.

El año de la proclamación de la República es cuando Miguel Frías se anima a dedicarse profesionalmente al mundo del espectáculo, convirtiéndose a partir de ese momento en Miguel de Molina y popularizando canciones como El día que nací yo y Ojos verdes. Al mismo tiempo obtiene un gran éxito bailando el “Amor Brujo” de Falla ya que es un artista de composturas muy finas que rompe moldes utilizando chaquetillas muy ajustadas y floreadas que nunca ocultó su homosexualidad, marcando su

enorme personalidad y cantando muchas de las coplas en masculino. Miguel triunfa en toda España. El estallido de la guerra civil le coge rodando su primera película en Barcelona, que nunca sería estrenada como represalia, y se entrega a la labor de animar con susespectáculos a las tropas republicanas, lo que, con la dictura, le costaría muy caro.

En la España ya franquista, Miguel de Molina recibe la visita de un empresario miembro del Movimiento, quien le obliga a firmar un contrato para actuar por toda España. Si no acepta las condiciones, se le prohibirá trabajar y su pasado como artista en las tropas republicanas le pasará factura. Cuando lleva un año junto a otra compañera actuando para este empresario decide no renovar el contrato y así lo comunica a su interlocutor. Recibe esa noche una visita de tres individuos que le obligan a subir a un coche manifestándole que tienen orden de llevarle a la Jefatura Superior de Policía en el Paseo de la Castellana, pero el vehículo seguirá hasta un descampado donde Miguel de Molina es brutalmente torturado mientras le gritan “esto por rojo y maricón”. Probablemente quienes le propinan la paliza lo dan por muerto, razón por la que salva la vida a pesar de las lesiones.

Recibe una notificación para ser confinado en Cáceres y de ahí pasará a Buñol, donde se le prohíbe trabajar. Consigue de un amigo un pasaporte para viajar a Buenos Aires, y se exilia. En la capital argentina triunfa allá donde actúa y adquiere una casa. Sin embargo, un día recibe una orden de laEmbajada española según la cual debe abandonar el país, y es extraditado sin más explicaciones. Cuando vuelve a España se ve obligado a malvivir y descubre que todas sus desgracias (la explotación en las actuaciones durante los primeros años del franquismo, la paliza, la prohibición de actuar, su expulsión de Buenos Aires, etc.) se deben a un mismo personaje: un alto funcionario de Asuntos Exteriores del gobierno de Franco al que no conoce ni ha visto jamás. Huye entonces a México y vuelve a sucederle lo mismo: triunfo artístico pero acoso de las autoridades.

Por fortuna para el artista, el gobierno de Argentina cambia y Miguel de Molina recibe una llamada de Eva Perón para que actúe en Buenos Aires en un festival benéfico. Hasta allí viaja Miguel, y le cambia la vida. Firmará contratos con multitud de empresarios y trabajará holgadamente. En 1957 vuelve a España, gracias al afán de Antonio Molina y Juanito Valderrama, que lo admiraban mucho, y ponen dinero de sus bolsillos para montar un espectáculo para su vuelta a los escenarios españoles. Recorre toda la geografía española actuando, aunque tiene que aguantar todas las crónicas que en su contra se escriben por su condición de homosexual y republicano, con toda clase de mofas y desprecios, por lo que regresa a Argentina, donde murió en 1993. Fue enterrado en el cementerio de la Chacarita con grandes honores, lejos de suMálaga natal, que trató de recuperar sus restos en el centena- rio de su nacimiento.

Jorge Javier Vázquez se estrena como productor teatral con “Miguel de Molina al desnudo”

Miguel de Molina al desnudo es la primera obra de teatro producida por el presentador de televisión Jorge Javier Vázquez, que se estrena en esta nueva faceta cultural. El drama, protagonizado por el actor Ángel Ruiz, cuenta la vida del cantaor malagueño Miguel de Molina, que se exilió de España durante el Franquismo, por su condición de republicano y homosexual. Este viernes (3 de octubre) se estrena en su ciudad natal esta obra, que recorrerá después más de 30 ciudades del país a lo largo de los próximos meses.

La presentación ha tenido lugar hoy (29 de septiembre) en el escenario en que se estrenará, en el Teatro Echegaray de la capital costasoleña. Al acto han asistido Jorge Javier Vázquez, Ángel Ruiz, y la concejala de Cultura de Málaga, Gemma del Corral.

“El colectivo LGBT debería ver esta obra por rescatar la figura de una persona que luchó siempre por vivir de una manera libre. Para la gente que no lo conozca, sobre todo gente joven. Siempre hubo gente que arriesgó, y eso conviene saberlo”, ha señalado Jorge Javier Vázquez en declaraciones a RAGAP. “España ha avanzado en muchísimas cosas desde luego, pero siempre hay que estar muy pendiente para no perder libertades”, añade.

La obra teatral, también musical, cuenta en primera persona, en una simulada rueda de prensa en la que los espectadores son periodistas por una hora y media, la vida de Miguel de Molina a lo largo del siglo XX, una historia que hubiese sido muy diferente si hubiese vivido hoy en día.

El presentador televisivo Jorge Javier Vázquez debuta como productor teatral con “Miguel de Molina al desnudo”, un montaje que ofrece al espectador “un trayecto de sensaciones durante una hora y media” y con el que muestra a un personaje “complicado y contradictorio”.

“Miguel de Molina fue un perdedor. Fue una grandísima estrella en España. Se tuvo que ir por rojo y por homosexual, le hicieron la vida imposible. Se exilió en Argentina donde tuvo muchísimo éxito. Pero yo creo que a él le quedó el punto de no haber podido vivir en su país, y eso le persigue toda la vida, como se ve en la función. Yo creo que él llevó muy mal cuando se exilió, volvió una vez a España y su presencia pasó sin pena ni gloria, y eso le debió sentar fatal”, opina Jorge Javier. “Es un personaje muy rico que está lleno de contradicciones y de conflictos internos, y que forma parte de la memoria histórica de este país”, apunta Ángel Ruiz sobre su personaje. “Si hubiese vivido en la actualidad sería maravilloso. Porque como era un personaje tan potente, con sus amoríos, no amoríos, con sus conflictos con los compañeros, con su arte… Sería maravilloso”, apunta el presentador, quien opina que Miguel de Molina se habría sentado en el Deluxe.

Vázquez explica por que se decidió a participar de esta obra. “Admiro mucho a Ángel, es profesor de la escuela que tengo, de interpretación y de canto, en Madrid. Hizo una lectura dramatizada, y la verdad es que me encantó. Lo tuve muy claro desde el principio. Y también porque confío mucho en Juan Carlos Rubio, el director. Yo creo que es uno de los mejores directores que hay ahora en España”, asegura.

Lo que no ve en la obra es un sentido de activismo o reivindicación. “Lo hago porque el personaje me parece muy atractivo, pero tampoco lo he pensado como una manera de reivindicar. Miguel de Molina es mucho más que el gay de la época”, señala.

Productor y actor también hablaron de la situación actual de España en relación a la aceptación social de la homosexualidad. “Hay leyes que amparan la normalidad, lo cual me parece esencial. Pero sigue habiendo un rechazo social, cada vez menor, pero lo hay. Siempre va a haber homofobia. Hay que intentar que cada vez haya menos. Desde luego, que haya una normalización política hace mucho”, expresa Ruiz.

“Depende también del ámbito en el que te muevas. La nuestra es una profesión muy liberal, pero yo estoy convencido que hay chicos en España que siguen sufriendo homofobia. Cuando hablamos de esta situación lo hacemos de grandes ciudades, pero hay muchos pueblos. Me hace mucha gracia porque hay gente que dice que somos pesados por reivindicar. Pero es que como no lo hagamos, las libertades se pierden en un momento, y hay que estar muy atentos. Eso también lo dice Miguel de Molina en la función”, revela Jorge Javier.

“De hecho es la palabra más repetida en la función, libertad. A mi también me hace mucha gracia cuando la gente critica al Orgullo porque ya hemos conseguido muchas cosas, pero yo creo que el Orgullo es siempre necesario, aunque sea solo para festejarlo. Es una cuestión de visiblidad”, añade el protagonista de la obra.

Después de la cita en Málaga, la obra de teatro se estrenará en Badalona, por expreso deseo de Jorge Javier. Ayer (28 de septiembre), se interpretó un ensayo general con público.

Sobre los espectadores, Jorge Javier quiere que vaya todo el mundo a verla. “Incluso Isabel Gemio. Si quiere, que venga”. Pero hay una persona a quien le apetece mucho más encontrarse en el teatro. “A ver si se anima Letizia a venir. Es mi primera producción, a ver si entablamos ya una relación de amistad”, dice el productor, quien invita directamente a Reina de España.

Y leemos en Ragap una serie de razoes para ver este espectáculo:

Este fin de semana se ha estrenado en Málaga “Miguel de Molina al desnudo”, la primera obra de teatro de la productora de Jorge Javier Vázquez (Laboratorio de la Voz), y que comienza una gira por más de 30 escenarios de toda España. Con las entradas agotadas en todas las funciones del Teatro Echegaray, esta representación le auguramos un gran éxito. Y no solo por todo el bombo que le puedan dar desde Telecinco.

En RAGAP ya hemos visto la obra dirigida por Juan Carlos Rubio, compartiendo butacas con Jorge Javier. Como dirían algunas de las grandes folclóricas del siglo veinte, os la recomendamos “a todos los mariquitas de España”. Y bueno, también de Argentina.

Y es que hay muchas razones por las que no solo los gays, sino también toda la comunidad LGBT, y los millones y millones de heterosexuales que nos leen, deberían verla. Nosotros te damos nueve.

– Por Miguel de Molina. Si ya hubo una película sobre su vida, que no fue muy del gusto del protagonista, ahora llega la obra de teatro. Y es que su biografía da para muchísimo. Cambios de ciudad, éxito, decadencia e infinita sensibilidad en un hombre con una personalidad admirable, que se aprecian mejor cuando se cuentan en primera persona.

– Por la lucha contra la homofobia. Porque durante tantos años en que los homosexuales fueron perseguidos, siempre hubo quien se levantó y sentó las bases de lo que hoy es el activismo social y la lucha contra la discriminación. Y el artista fue uno de ellos.

– Por el orgullo gay. Porque los derechos logrados y las libertades alcanzadas se pueden perder de un momento a otro. La obra lo refleja muy bien. Hasta el punto de hacer un alegato por el orgullo gay como forma de celebración de que hoy en día los mariquitas no tienen por qué esconderse, y porque el día que deje de celebrarse, probablemente muchos se olviden de lo que otros lucharon en el pasado.

– Por la memoria histórica. Porque en el guión se hace alusión clara a este debate que lamentablemente todavía no ha superado España. Miguel de Molina sufrió una paliza “por rojo y maricón” propinada por tres agentes de seguridad entre los que se encontraba el que más tarde sería alcalde de Madrid, el conde de Mayalde. Sobrevivió de milagro. Otros muchos tuvieron peor suerte, y sus restos continúan perdidos en cunetas y campos.

– Por el actor. Ángel Ruiz da vida a Miguel de Molina. Además del parecido físico logrado con una cuidada caracterización, cuenta con las dosis de talento y voz perfectos para resucitar al mismísimo coplero malagueño por excelencia. Pero lo que es más especial, es que es admirador de la obra de Molina y de su carrera artística, y eso se nota cuando se mete en su piel.

– Por el texto. El mismo intérprete es el autor del texto, quien ha investigado y se ha basado en la autobiografía “Botín de Guerra” de Miguel de Molina y en entrevistas personales para redactarlo. Drama y comedia se dan la mano en un guión en el que las alusiones directas a la actualidad española acercan al espectador a una mejor compresión de los sentimientos del personaje. Risas aseguradas.

– Por las canciones y la música. César Belda, al piano y en la dirección musical, participa de esta acertada selección de coplas y otros temas musicales. Ojos verdes (con la cuestión Concha Piquer incorporada en el texto), La bien pagá, Me da miedo de la luna, La rosa y el viento, El zorongo, Te lo juro yo, Triniá, Agüita del querer… Y “el himno gay” de entonces, Compuesto y sin novia. “Yo estoy compuesto y sin novia porque tengo mis razones”.

– Por el productor. Porque en esta nueva etapa en la que el presentador de televisión Jorge Javier Vázquez patrocina la cultura en tiempos en las que las ayudas públicas escasean, hay que apoyarlo. Siempre es más productivo comprar una entrada de teatro que mandar sms a la tele.

– Por el chulazo. Porque un hombre guapo y con buena forma física, en el papel de Samiro, empotrador amante esporádico de Miguel Molina, es el ingrediente que faltaba para completar el espectáculo. Y está. Es el actor Dani Muriel (Escenas de Matrimonio) el que da vida este chulazo moruno, para alegría de nuestros ojos.

En definitiva, hay muchas razones para que no te lo pierdas. Si quieres saber si van a estar en tu ciudad, visita la web de la productora.

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