Obispos contundentes: la Iglesia jamás bendecirá uniones homosexuales y el Cardenal Burke dice que las parejas gays no deben ser invitadas a reuniones familiares en presencia de niños
Atónitos leemos en Religión Digital que el Sínodo afirma que los medios de comunicación inducen al adulterio (!!!) y que mostró su respeto y su comprensión hacia las parejas de homosexuales, aunque reiteró que “el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer”. “Por cuanto respecta a las personas homosexuales, lejos de cualquier tipo de condena, se puso de manifiesto la voluntad de escuchar y comprender, reiterando al mismo tiempo que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer“, subrayó el Vaticano. El posible reconocimiento de las uniones entre gays ha sido uno de los temas puestos sobre la mesa en este Sínodo de obispos que comenzó el pasado 6 se octubre y que concluirá el 19 de octubre.
En RAGAP hicieron un resumen de los temas que se abordan en la Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos dedicado a la familia que se está celebrando en El Vaticano: Rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, criminalización del aborto y prohibir el uso de anticonceptivos. Pocas sorpresas nos esperan hasta el próximo 19 de octubre, fecha en la que concluye. Lo que nos sorprende es la enquistada homofobia de algunos de los jerarcas de la Iglesia Católica. Se diría que no viven en el siglo XXI. Es el caso del cardenal estadounidense y Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, Raymond Leo Burke, quien en una entrevista se refirió a la ‘agresividad de la agenda homosexual’ y tachó de inconscientes a aquellas familias con miembros menores que invitan a parejas gays a sus reuniones. Monseñor Burke dice que los padres no deben permitir que sus hijos tengan contacto con personas homosexuales y tacha las relaciones entre parejas del mismo sexo de ‘malo e intrínsecamente desordenado’.
El ex arzobispo de St Louis ha indicado que cree que los niños deben mantenerse alejados de las parejas homosexuales. En una entrevista que le concedió al sitio web LSN le preguntaron: ‘¿Cómo deben actuar los padres católicos frente a una situación difícil como esta?. Cuando se planifica una reunión familiar de Navidad con los nietos presentes, a los padres se les pide por parte de un hijo que tiene una relación homosexual si puede traer a casa a su pareja homosexual’.
A lo que el cardenal Burke contestó: ‘Esta es una cuestión muy delicada, hecha más delicada por la agresividad de la agenda homosexual. Si las relaciones homosexuales son intrínsecamente desordenadas, lo que de hecho lo son, entonces ¿qué significaría para los nietos tener presente en una reunión a un miembro de la familia que está viviendo en una relación desordenada con otra persona de la familia?. Si se tratara de otro tipo de relación – algo que sea profundamente desordenado y dañino – no estaríamos dispuestos a exponer a nuestros hijos a esa relación, a la experiencia directa de la misma. Y tampoco debemos hacerlo en el contexto de un miembro de la familia que, no sólo sufre de atracción por el mismo sexo, sino que ha optado por vivir esa atracción. Actuando en consecuencia, cometeríamos actos que están mal. Las familias tienen que encontrar una manera para tratar de sacar a la persona de una relación que es desordenada ‘. No sabemos si esta opinión la comparte el Papa Francisco (creemos que no) pero está claro que el cardenal Burke no sólo ha sacado los pies del tiesto sino que ha llamado ‘enfermos’ a los gays, a los que nos tienen que ‘curar’.
Para concluir su alegato, Burke declaraba ‘sabemos que las relaciones homosexuales y los matrimonios entre personas del mismo sexo hacen a las personas profundamente infelices, por tanto, las relaciones homosexuales no deben ser ‘impuestas’ a miembros de la familia, especialmente los niños, porque son impresionables‘. No cabe duda de que el cardenal Burke habla de la realidad de las parejas gays sin conocerla.
Sus manifestaciones han sido rechazadas por muchos sectores sociales. Michael Sean Winters, un escritor del National Catholic Reporter, se sorprendía de los comentarios de Burke: “La incapacidad de este hombre para hablar, incluso desde la perspectiva de la compasión humana, es increíble. Llamar intrínsecamente desordenadas a las parejas del mismo sexo no es piadoso, ni muy católico”.
Reuters informó el jueves que el padre Tom Rosica, uno de los funcionarios del Vaticano que informa a los periodistas de las reuniones sinodales a puerta cerrada sobre la Familia, dijo que algunos obispos abogaron por dejar de usar frases tales como ‘intrínsecamente desordenados ‘ cuando se habla de las personas homosexuales.
Ese mismo día, el cardenal Francesco Coccopalmerio, uno de los más altos jerarcas de más alto rango de la Iglesia, dijo que no sólo la iglesia nunca reconocerá el matrimonio entre personas del mismo sexo sino que no puede preveer si alguna vez la Iglesia bendecirá a las uniones del mismo sexo. ‘Bendecir este tipo de unión comparándolas con los matrimonios (heterosexuales), nunca. Esto es simplemente por razones de lógica y de identidad. Bendecir es parte de nuestra forma de ver la doctrina cristiana”, dijo.
A estas alturas de la película ya no nos extraña este tipo de afirmaciones aunque por muchas vueltas que le demos no es de lógica que una institución como la Iglesia Católica se empeñe en seguir anclada en el pasado a pesar de los aires de aperturismo que nos quieren vender con la imagen progresista que proyecta el Papa Francisco.
La reunión extraordinaria del Sínodo, convocada por el papa Francisco bajo el lema «Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», reúne a 191 obispos de todo el mundo, más de 60 laicos y 13 matrimonios para sacar sus conclusiones sobre las normas que deben regir el comportamiento de las familias, entre las que no se encuentran las homoparentales, claro está. Un encuentro que, como recordaremos, no ha sido invitada ningún representantes de las familias gays. ¿Si El Vaticano se empeña en no reconocernos cómo nos va a permitir expresarnos?.
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