El “favorito” de Benedicto XVI, George Gänswein, reitera que los actos homosexuales son “desordenados” y “contrarios a la ley natural”
Con lo bonito que es ver a una familia feliz, no entiendo la homofobia de algunas monseñorías… Como dice el autor de este artículo, “la mirada de Benedicto XVI se torna aún más dulce. Y sus ojos parecen acariciar la inocencia. A su lado, el rostro de su fiel y guapo secretario, monseñor Georg Gänswein, resplandece de alegría“…
El secretario personal de Benedicto XVI se alinea con los “halcones” del Sínodo
Ganswein sobre los divorciados vueltos a casar: “Contradicen lo indicado por el Señor”
El Papa, el secretario y el bebé
(José Manuel Vidal).- El secretario personal de Benedicto XVI, George Ganswein, se une al “partido” del cardenal Müller y demás opositores a la telogía de la misericordia del cardenal Kasper, apoyada por el Papa Francisco. Y reitera la doctrina sobre los divorciados vueltos a casar y sobre los gays. En ambientes eclesiásticos se cuestiona el pronunciamiento público del prefecto de la Casa Pontificia. No tanto por lo que dice, sino por quién lo dice y por cuándo lo dice.
Las declaraciones de la mano derecha del Papa emérito aparecen en una entrevista concedida a Alfonso Signorini, director de la revista italiana ‘Chi’. En ellas, entre otro cosas, avanza, de entrada, este principio: “La Iglesia debe tener el coraje de expresar sus convicciones, porque, de lo contrario, no serviría a la verdad”
También aborda dos de los temas más polémicos del Sínodo que se está celebrando en Roma. Sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar dice: “Es una cuestión muy delicada. Está en juego el matrimonio sacramental que, según la doctrina católica, es indisoluble, al igual que el amor de Dios hacia el hombre”.
Y añade: “El que contrae una nueva unión contradice con su decisión lo indicado por el propio Señor, aunque también es cierto que sólo Dios escruta y conoce la conciencia de cada cual”.
A su juicio, “el Papa Francisco sigue (en este tema) la línea de sus predecesores, cuyo magisterio sobre el matrimonio sacramental es muy claro“.
De ahí que sobre la discusión de esta temática en el Sínodo declare: “La Iglesia no cierra los ojos ante las dificultades de los fieles que viven en situaciones delicadas y espinosas. Sin embargo, la Iglesia debe ofrecer respuestas sinceras que se orienten no según el espíritu de los tiempos, sino según el Evangelio y la palabra de Jesucristo, que es el hijo de Dios. Es verdad que Dios acoge y perdona, pero también lo es que pide la conversión“
En cuanto a la homosexualidad, monseñor Ganswein asegura que “la Iglesia, apoyándose en la Sagrada Escritura y en la Tradición, siempre declaró que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural, porque impiden al acto sexual el don de la vida“.
Eso sí, el secretario del Papa emérito, advierte, sin embargo, que los homosexuales “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza, evitando cualquier injusta discriminación contra ellos“.
El alemán Georg Gaenswein, confesó también en la citada entrevista que su celibato en los primeros años “no fue fácil” y explicó que al entrar en el seminario tuvo “luchas interiores” sobre el celibato.
“Cuando entré en el seminario para ser sacerdote lo hice totalmente convencido respecto al desafío del celibato. No faltaron, lo digo sinceramente y sin vergüenza las luchas interiores. No fue fácil, pero todo el vida tiene un precio“, explicó.
“El celibato no es una vida sin amor. Es la vida de un amor que es más grande que el carnal. Tienes que renunciar a algo que es grande, lo sé, pero lo haces porque hay algo aún más grande que es el reino de los cielos“.
Fuente Religión Digital
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