Boti García, de FELGTB: “¡Cómo le sentaría a muchas personas ver a los maricones en el Pardo!”
Interesante entrevista de Patricia Ruiz Rustarazo
Boti García (Madrid, 1945) es la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Si uno busca su nombre en Internet, encuentra titulares del tipo: “La activista que aprendió en la Universidad que era lesbiana”, “No quiero que me metan en el armario otra vez” o “El orgullo es un clamor por estar fuera del armario, en libertad”.
Aunque ha estado en política, asegura que no volverá y que su lucha se centra ahora en la Federación, en conseguir una “igualdad real” para el colectivo LGTB, para que ocupen “el lugar de dignidad que les corresponde”. Su análisis confirma que aún hay mucho por hacer: “Seguimos sufriendo agresiones”, “las lesbianas necesitamos referentes en todos los ámbitos”, “estos jóvenes están mucho más abocados a la desesperanza, al fracaso escolar, al suicidio”. Y, además, el Gobierno actual se muestra “totalmente opaco”. Pero Boti, que piensa con calma sus respuestas y no duda en aclararlas o matizarlas, deja un amplio margen para el optimismo: España es uno de los países “con más niveles de aceptación de nuestra realidad” , los movimientos como Podemos están “refrescando” la “asfixiante” vida política, la Jefatura del Gobierno les “visibiliza” por primera vez y Ana Botella se va…
¿Qué es la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FLGTB)?
Es una federación de organizaciones de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de toda España. En este momento, aglutinamos cerca de 50 de todos los puntos geográficos. Nace en el 92, por lo que tenemos ya unos añitos de trayectoria, con el objetivo de unir propósitos, bajo la idea de que la unión hace la fuerza y ante la necesidad de que la voz de la FLGTB se una en una sola voz, para que se oiga más y con más fuerza, indispensable en nuestra lucha.
En lo material, como digo, es esa unión de estos 50 grupos, pero FGLTB es mucho más, es un proyecto, con un fin, un objetivo. Y la mejor manera de conseguirlo es yendo de las manos, cogidos. ¿El objetivo? La felicidad de todas esas personas que lo formamos. ¿Y cómo se consigue? Con algo tan sencillo como la consecución de la igualdad y la dignidad.
Habla de gais, lesbianas, transexuales, bisexuales… son palabras que dan visibilidad, pero hay quien critica que también etiquetan.
Bueno, es que hay que etiquetar. Nosotros estamos para defender los intereses y los derechos, la libertad y la igualdad de las personas en razón de su orientación sexual y su identidad de género. De la diversidad sexual.
“Boris Izaguirre hizo una labor pedagógica muy importante”
Es un tema que ha desatado polémicas en torno a personajes públicos que dan a conocer su homosexualidad. El último fue el protagonizado por Sandra Barneda, periodista de Telecinco. ¿Qué papel tienen estos personajes públicos? ¿Qué opinión le merece la declaración de la presentadora de ‘Hable con Ellas’?
Es muy importante encontrar referentes. Nuestro colectivo, en su lucha, los necesita, para visibilizarnos necesitamos apoyarnos en ellos. Es evidente que de hombres gais hay muchos, tú podrías decirme más de cinco o de diez, sino más, y de todos los campos, incluso; pero si te digo que me des una lista de mujeres lesbianas, ahí te vas a quedar en muy poquitas. Y eso es lo que ocurre, las lesbianas necesitamos referentes, tanto en el mundo de la cultura, como de la política, la televisión, las artes, la adjudicatura… todos los ámbitos.
“¿Cuántas mujeres en España han salido
diciendo ‘ésta es mi novia’ o ‘mi mujer’?”
Las personas que, como dices, se han visibilizado, hombres, generalmente, han hecho una labor muy importante. Han aproximado una realidad a la sociedad y la sociedad se ha familiarizado con estas personas. Yo siempre digo respecto a las críticas, por ejemplo, al protagonismo de Boris Izaguirre, que bienvenida la visibilidad que Boris ha traspasado a la sociedad. Porque cuando Boris Izaguirre, hace años ya, se refería a su marido llamándole así, “mi marido”, esa es una labor pedagógica muy importante.
¿Qué ha ocurrido en el mundo de las lesbianas? Pues que no es fácil, que no hay. ¿Dónde están las lesbianas famosas en política? Muy poquitas. ¿Cuántas mujeres en España han salido diciendo ‘ésta es mi novia’ o ‘mi mujer’? Lo que hizo esta persona del mundo de la televisión fue salir del armario, pero de forma un tanto especial porque no asumió, no visibilizó su auténtica realidad de lesbiana. Lo que hizo fue una cosa muy chapucera. Lo primero que tenemos que decir es que lo personal es político. Este axioma del feminismo es algo muy importante.
¿Por qué es tan importante ese axioma que menciona?
Yo soy lesbiana y realmente mi orientación sexual, personal, es política, porque me estoy presentado ante la sociedad, tal y como soy. Las personas heterosexuales se manifiestan las 24 horas de su vida como lo que son, no disimulan, lo dicen claramente. No es que estén expuestas, como nos dicen algunos, eso de que “os gusta exponeros”. No, de eso nada. Nos gusta manifestarnos como somos. Igual que una persona heterosexual dice “voy de vacaciones con mi marido” o “con mi mujer”, o “voy al cine con mi novia”, y en el trabajo le preguntan “¿ya se recuperó tu novio de su constipado?”. Y todos saben que ese novio o esa mujer es de sexo diferente. Eso no es exhibición, ni alarde. Esa es una vivencia cotidiana, es su realidad, es hacer de su auténtico ser algo natural, visible. Nosotros también. Tenemos que hacer de nuestra orientación sexual o identidad de género algo absolutamente visible para la sociedad.
“Es la sociedad la que, con los estereotipos,
produce el daño que recae sobre nuestro colectivo”
¿Y cómo se trabaja esa visibilidad, como se hace cotidiana?
Eso se trabaja empoderando a las personas, dándoles el orgullo de sentirse como son y de poder manifestarse como son. Pero, esa labor de visibilización y respeto por la diversidad sexual y de género es una labor que se tiene que acometer desde la educación, con toda tranquilidad, naturalidad y verdad. Los niños cuando son muy pequeñitos, ni juzgan, ni condenan, ni se extrañan, ni marginan. Es la sociedad la que, con los estereotipos, hace todo eso y, por la tanto, produce el daño que recae sobre nuestro colectivo.
En resumen: educación, educación, educación, desde las más tempranas edades para que la diversidad sea algo cotidiano, absolutamente corriente y moliente. Que, al final, es lo que es. No hay más que abrir los ojos y verlo.
Hablando de educación, ¿ha superado España el tabú que ha sido durante años la sexualidad?
En los últimos años hemos andado mucho, desde luego, en lo que respecta a la diversidad sexual y de género. España, en el año 2005, consiguió aprobar unas leyes que dieron la igualdad y dignidad a nuestro colectivo. El matrimonio igualitario, y llamémosles así porque no es matrimonio gai o matrimonio homosexual, es matrimonio igualitario porque es el mismo para toda la ciudadanía; bien, como digo, el matrimonio igualitario, del 2005, y la Ley de Identidad de Género, del 2007 para las personas transexuales, han conseguido la igualdad legal. Esta conquista no es algo que nos hayan dado los políticos. No, no, no. Ha sido un trabajo del activismo LGTB, concretamente, un esfuerzo y lucha de muchos años de la Federación. Conseguimos acercarnos a los medios, a la sociedad, a los políticos, y fuimos convenciendo y conseguimos vencer. Vencimos convenciendo.
Esa igualdad legal ha costado mucho, hay gente que se ha quedado en el camino, hemos sufrido vejaciones, descalificaciones, homofobia en todas sus formas y todavía seguimos sufriendo… Pero existe, es una igualdad legal. Ahora, nos falta la igualdad real. Como a las mujeres: tenemos igualdad sobre el papel, pero estamos muy lejos de tener igualdad real.
“La igualdad real llegará cuando nuestros
menores y jóvenes dejen de sufrir en las aulas”
¿Y cuándo llegará esa igualdad real?
Cuando nuestros menores y jóvenes dejen de sufrir en las aulas. Las fobias hacia el colectivo en razón a la orientación sexual y la identidad de género están produciendo niveles de sufrimiento tales que estos jóvenes están mucho más abocados a la desesperanza, al fracaso escolar, incluso al suicidio, que el resto de sus compañeros.
Por tanto, ¿igualdad real? Cuando las personas transexuales, que es la parte del colectivo que más discriminación sufre, ocupen el lugar de dignidad que les corresponde. Cuando consigamos erradicar todas las formas de la homofobia.
Mientras, las agresiones siguen ocurriendo. Este fin de semana, sin ir más lejos, en Madrid.
Exactamente. Seguimos sufriendo agresiones. Estas fobias siguen existiendo y hay que acabar con eso. Y conseguir que la diversidad entre, porque la diversidad es riqueza.
Política y activismo son importantes para impulsar los cambios. Usted ha sido ambas cosas.
Sí, en política he tenido mis aventuras porque creo que la política es el ejercicio más noble que puede hacer una persona. Fíjate, en los tiempos que corren, que está tan denostada. Sin embargo, lo que está denostado es su uso, el ejercicio de la política.
Lo que yo hago aquí, lo que hacen las personas con una responsabilidad, también es política. Para mí la política es entregarse a una acción para cambiar el mundo. Y yo intento cambiar el mundo desde aquí, trabajando para mi colectivo, intento cambiar el mundo a mejor.
Usted estuvo en Izquierda Unida y en Equo.
Sí, estuve por dos veces en Izquierda Unida (IU) y fui la primera mujer lesbiana en activo -en aquel momento, en concreto, era presidenta de COGAM- a la que llamaron para ir en unas listas electorales; me llamaron de IU. Fue en 2004 y repetí en 2008. Posteriormente, entré en las listas de Equo.
“Cualquier intento de dar un vuelco a esta situación
política, me parece absolutamente encomiable”
¿Y repetirá?
No, no. Ya mi tiempo en la política representativa ha pasado.
En cualquier caso, es casi obligado preguntarle por Podemos y los nuevos movimientos sociales y políticos. ¿Qué opinión le merecen?
Maravillosa. Cualquier intento de dar un vuelco a esta situación política, me parece absolutamente encomiable, de “refrescarla”. Me parecen acertadísimos. Hemos llegado a vivir una situación política asfixiante e irrespirable. Tenemos que emprender una tarea de trabajar activamente porque esta sociedad cambie. Esta sociedad española ha de cambiar, ha de recuperar la fe en la política, en las cosas bien hechas, en la honestidad… Todas las personas, mayores y jóvenes, hombres y mujeres, toda la sociedad tiene que recuperar el entusiasmo y la ilusión por la política, entendiendo por política el afán de construir una sociedad más justa.
“Con el Ministerio de Ana Mato tenemos problemas muy graves”
Decía en una entrevista hace poco que la política de los últimos meses en materia LGTB ha sido “nefasta”.
Claro, con el Partido Popular. Eso es tremendo. Por ejemplo, puedo decir que con la “ley Wert” se ha quitado Educación para la Ciudadanía, donde disponíamos de un ámbito en el que se ponía de manifiesto la diversidad, en el que podía haber una preocupación y una intención de tratar con naturalidad la diversidad sexual. Y se ha quitado de un plumazo. La realidad del colectivo LGTB ni se contempla, ni se respeta, ni se protege.
L
as medidas que pedimos en el ámbito sanitario, en la educación, cualquier medida concreta para el colectivo, para nuestras familias, nos está costando un verdadero esfuerzo. No se consigue que el Gobierno proceda con respecto a nosotros como debería, amparando nuestras necesidades y nuestros problemas reales. Son políticas que no acogen realmente nuestras necesidades.
El trabajo que venimos haciendo se encuentra en frente a un Gobierno totalmente opaco.
¿Qué medidas en el ámbito sanitario, por ejemplo?
Tenemos el problema de la asistencia sanitaria a nuestro colectivo y también, por ejemplo, el de la reproducción de mujeres y mujeres solas. Una persona heterosexual puede acudir a la cartera de prestación de servicios del Ministerio a ser inseminada, a la reproducción asistida, porque no tenga descendencia, porque su marido lo que sea… Está cubierto, sin problemas. Pero las demás, nosotras no: ni lesbianas, ni bisexuales, ni mujeres solas. Aunque aún no está vigente, este es el enfoque del proyecto. Este Ministerio de Ana Mato nos da muchos disgustos.
¿Y el tema del SIDA? Parece haber desaparecido, como si ya no existiera.
No, es un asunto gravísimo. El sufrimiento, la marginación de las personas que viven con el VIH SIDA, es un tema ante el que estamos exigiendo al Gobierno que tome posturas. Al Ministerio de Sanidad le exigimos una política distinta, diferente a todo lo que viene haciendo. Radicalmente. Estamos en esa exigencia, ellos parece que no, porque con el Ministerio de Ana Mato tenemos problemas muy graves.
“La gente no tiene ningún problema
con que exista el matrimonio igualitario”
Una de las últimas medidas del Gobierno que se critica mucho es la del convenio de adopción de Rusia.
Ese tema es muy complicado. En el tema familiar tenemos que conseguir una plena protección de nuestra diversidad familiar, en todos los órdenes, una serie de medidas que protejan nuestra diversidad familiar. De verdad, es un tema complejísimo.
¿Y la adopción de parejas homosexuales, en general?
El tema de la filiación de las familias también es muy complicado. Como digo, no se protege debidamente el tema de la diversidad familiar desde todos los puntos de vista. Nos queda por ahí un trabajo muy fuerte por hacer.
En cualquier caso, uno de los efectos positivos que vemos a partir del matrimonio igualitario es que se ha normalizado, digamos, nuestra realidad socialmente. Actualmente, estamos en un nivel de aceptación del derecho al matrimonio por encima de un 70%. Es decir, a estas a alturas, España es uno de los países con más niveles de aceptación de nuestra realidad. La gente no tiene ningún problema con que exista el matrimonio igualitario.
“La Iglesia tiene una enfermedad que se llama
homofobia y otra que se llama machismo”
Hasta que con la Iglesia topamos. Tenemos al nuevo presidente de la Iglesia Episcopal…
Son los mismos jerarcas con distintos collares, hombres con distinto nombre y mismo apellido. Son la jerarquía de la Iglesia española, están enfermos de homofobia, transfobia y bifobia. Están obsesionados.
De hecho, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ya lanzó duras acusaciones contra el matrimonio igualitario en unas de sus primeras declaraciones.
Atacando el matrimonio igualitario porque no ven; están obsesionados. Tienen una enfermedad que se llama homofobia y otra que se llama machismo. Y andan por ahí con esas dos graves afecciones.
¿No cree que la Iglesia cambie su actitud a corto plazo?
Yo digo que más valdría que se lo hicieran mirar. Creo que la jerarquía católica está aquejada de estos males. El problema no es la homosexualidad, el problema es la homofobia.
Ni tampoco confía en que varíe la actitud con este nuevo Papa.
¿Que si confío? Bueno, hasta el momento no ha habido nada. El Papa ya ha pasado, digamos, el periodo de prueba y, con respecto a nuestro colectivo, no ha dado una sola señal de modificar los mismos criterios que todos estos obispos y personajes.
“Hay que saber históricamente la represión
brutal que las personas LGTB hemos sufrido
por parte de la Jefatura del Estado”
Hablemos de otra jerarquía, de los reyes de España. Tras la coronación de Felipe VI, fueron convocados por primera a una recepción real. ¿Cómo fue?
Sí, es la primera vez que el Jefe del Estado visibiliza al colectivo LGTB. La primera vez. Hay que hacer un recorrido y saber históricamente lo que nuestro colectivo ha sufrido, la represión brutal que las personas LGTB hemos sufrido por parte de la Jefatura del Estado en épocas de la dictadura. Hasta el año 1980, creo recordar, las organizaciones de homosexuales no fueron legalizadas. Estamos hablando de que el año pasado se cumplieron 35 años de la despenalización de la homosexualidad. Eso fue antes de ayer.
Y, entonces, el Jefe del Estado, por lo que sea, no entro en sus razones, la Jefatura del Estado, que es la más alta instancia política e institucional en este país, nos visibiliza. Porque cuando nos invitan a una recepción, están visibilizándonos. Nos dicen: “existís, venid aquí”. Y nos encontramos allí, con otras muchas organizaciones sociales. Muchísimas. Y por primera vez en la historia de España, nosotros estábamos también. Y no estoy hablando del rey, estoy diciendo Jefatura del Estado.
¿Y esa puntualización sobre la Jefatura del Estado?
El tema no es que este señor sea presidente de la República o un rey, se trata de que es el Jefe del Estado. ¿Que yo prefiero otra forma de Jefatura del Estado? Eso es otro problema. A lo que voy es a que el Jefe del Estado nos visibiliza. Y tuve la ocasión, al darle la mano, (Boti señala a la portada de El País, que aparece más abajo en la foto), de imaginar lo que supuso eso para la sociedad. Y cómo les rechinarían los dientes a muchos que no nos quieren nada bien. Los maricones en El Pardo. No me gusta decirlo así, pero ¡cómo le sentaría a muchas personas de este país ver a los maricones en el Pardo! Pues sí señor. Es un triunfo de la visibilidad y, cuando le doy la mano, estoy representando a muchas mujeres y hombres. No soy yo. Cuando me reuní luego con él, en los corrillos, le repetí eso, que estaba poniendo cara a muchos hombres y mujeres que han sufrido mucho, durante muchos años, en razón de su orientación sexual o su identidad de género. Y le dije: “usted, como Jefe del Estado, tiene la obligación de luchar por nuestro derechos, tanto fuera como dentro de nuestras fronteras”.
¿Y qué respuesta obtuvo?
Hombre, no contestó nada, pero escuchó. Atendió y entendió.
“Se va Ana Botella y se destapona una
situación que nos tenía totalmente asfixiados”
Al menos, es un paso que, por el contrario, no ha dado la vicepresidenta, Soraya Sáez de Santa María.
Claro. Nosotros hemos pedido por dos veces reunión con la Vicepresidenta del Gobierno. No ha acusado ni siquiera recibo. Ni ha dicho estoy muy ocupada, ya le daremos cita. Nada. Ya no sé si volveremos a insistir.
No podemos acabar esta entrevista sin referirnos a la alcaldesa de Madrid: Ana Botella se va.
Pues aleluya. Se va Ana Botella y se destapona una situación que nos tenía totalmente asfixiados. Concretamente, el colectivo LGTB en Madrid estaba sufriendo las políticas de este Ayuntamiento. Así que nos quitamos ese tapón. Vamos a intentar que se despeje el horizonte y venga lleno de posibilidades.
Porque el Orgullo seguirá celebrándose.
Claro, con mucha lucha, y ahora nos supone un respiro, un gran alivio. Mira: se destapona la botella y por ahí respiramos. Porque era un verdadero tapón para la celebración del Orgullo.
Fuente Entrevistas Linkterna
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