Belgrado celebra el Orgullo LGTB sin incidentes relevantes después de tres años consecutivos de cancelaciones
Esta vez sí. El Orgullo LGTB de Belgrado se ha desarrollado con cierta normalidad por primera vez. La marcha tuvo lugar el pasado domingo. En 2010 se celebro la primera edición, que concluyó con más de un centenar de heridos. Entonces, grupos de ultras homófobos cargaron contra los manifestantes y los policías antidisturbios que los protegían. Sin embargo, en esta ocasión, unas 1.500 personas han podido sacar las reivindicaciones del colectivo LGTB a las calles de la capital serbia sin grandes sobresaltos. Un contexto prácticamente inédito. Dosmanzanas ha hablado con el activista Goran Miletić, miembro del comité organizador del Orgullo 2014 de Belgrado.
La marcha del Orgullo LGTB en Belgrado fue cancelada en 2009, 2011, 2012 y 2013. En 2010 sí se celebró, pero los contramanifestantes homófobos protagonizaron graves incidentes. El único intento anterior había tenido lugar en 2001, año en que fue violentamente interrumpido. Pero este 2014 sí se ha podido realizar y no ha habido contratiempos graves, más allá de algún conato homófobo menor (alejado de la zona de celebración del Orgullo). El primer ministro serbio, Aleksandar Vučić, advirtía los días previos que cualquier incidente sería sancionado con la mayor severidad. A pesar de todo, sí ha habido un coste negativo para algunos activistas, que han recibido presiones y amenazas. “Después del Orgullo nos amenazaron de muerte a mí y a mi familia”, cuenta Goran Miletić.
La homofobia, la bifobia y la transfobia están muy arraigadas en la mayoría de países balcánicos. Según explica Miletić, en Serbia “tenemos algunas leyes con la prohibición de la discriminación basada en la orientación sexual, pero el 70 % de los ciudadanos cree que la homosexualidad es una enfermedad”.
Miletić asegura que las organizaciones serbias han recibido el apoyo de diversas entidades e instituciones europeas (ninguna española hasta el momento), pero cualquier colaboración es poca en una sociedad tan homófoba. Los hechos revelan que la voluntad política respecto a los derechos LGTB está empezando a cambiar. Pero esto no se traduce necesariamente en un compromiso firme y real.
Cabe recordar que Serbia es un país candidato a la adhesión de la Unión Europea y los derechos de las minorías también se tienen en cuenta. Los políticos serbios, no obstante, “no se dedican a la protección de las minorías”, alega Miletić. Este requisito “es algo que están haciendo debido a los ‘aburridos trámites’ de la UE”, aunque “no son honestos cuando se trata de los derechos humanos”.
Las 1.500 personas que se han sumado al Orgullo de Belgrado este año pueden parecer pocas, si se comparan con los 2 millones de habitantes de la ciudad y del área metropolitana. “Sin embargo, estamos satisfechos, porque otra prohibición hubiera sido nefasta para la comunidad LGBT”, esgrime Miletić. La siguiente parada de ruta es trasladar al gobierno serbio diversos proyectos y reivindicaciones.
La LGTBfobia está instalada en la sociedad serbia
La situación de las personas LGTB en Serbia es todavía difícil, debido principalmente a la homofobia social instigada por grupos nacionalistas y ortodoxos. En el plano legal, el país balcánico ha introducido durante la última década legislación antidiscriminatoria y contra los crímenes de odio homófobos, para cumplir con las condiciones de ingreso en la Unión Europea. Probablemente también con este objetivo, el Gobierno serbio emitió en 2013 un comunicado con motivo del Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia en el que calificaba la lucha contra “todas las formas de discriminación y protección de la diversidad” como “uno de los principales objetivos del desarrollo de una sociedad democrática”.
Fuente Dosmanzanas
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