El Vaticano, la obsesión por la familia y cómo criticar a los gays sin que se note
Encuesta a católicos de los cinco continentes sobre algunos de los temas que más preocupan a la Iglesia.
¿Quién podría estar en contra de la familia? ¿Quién puede estar en desacuerdo con que “es el primer y más significativo ambiente en el que se experimenta la belleza de la vida, la alegría del amor, la donación gratuita, el consuelo del perdón dado y recibido, y donde se comienza a encontrar al otro”? Cuando la Iglesia Católica habla de la familia el mensaje suele estar muy cuidado. Todo tiene ese aura extremadamente positiva, a la que parece difícil sacarle pegas. Pero lo cierto es que la familia se ha convertido en una obsesión tanto en los círculos eclesiásticos como en los ambientes conservadores en general. El problema llega cuando en medio de estos mensajes se intenta desentrañar cuál será ese peligro que vive la familia y que hace tan acuciante la necesidad de defenderla.
No es, desde luego, la crisis económica, la falta de oportunidades para estudiar, la falta de políticas que permitan compaginar la vida familiar y laboral. El motivo último tiende a quedar oculto. El nuevo estilo de la Iglesia está dejando atrás hablar abiertamente de matrimonio gay o de aborto, aunque todavía lo haga, pero encuentra otras maneras de reafirmarse. El auténtico peligro, en opinión de la Iglesia, está en que haya otros modelos de familia que no son los que ellos defienden, pero esto está indicado entre líneas. Y desde luego no se explica por qué le hecho de que existan otras opciones le quita valor a las familias tradicionales. Se deja ver, por ejemplo, en el mensaje con el que el Vaticano ha anunciado que la próxima ‘Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales’ tendrá como mensaje ‘Comunicar la familia, ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor‘.
El comunicado empieza dejando caer que las crónicas de las noticias dejan claras las dificultades que atraviesa la familia y muestra el primer dato revelador: “los cambios culturales no ayudan a entender el gran bien que es la familia”. Es una manera sutil de dejar caer que los nuevos modelos familiares estropean la familia e incluso la despojan de cualidades positivas. Para el Vaticano las preocupaciones son el matrimonio gay y el aborto, pero se las arregla para no mencionar ni a uno ni a otro cuando se pregunta: “¿Cómo podemos decir hoy al hombre herido y desilusionado que el amor entre un hombre y una mujer es algo muy bueno? ¿Cómo hacer que los hijos experimenten que son un don precioso?”. Habrá que esperar para ver qué dice el Papa Francisco sobre estas preguntas en el mensaje oficial sobre el tema que se revelará el 24 de enero, coincidiendo con la conmemoración de San Francisco de Sales, patrón del periodismo. La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se celebrará, como es tradicional, el domingo anterior a la fiesta de Pentecostés, es decir, el 17 de mayo próximo.
Fuente Ragap
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