El ordenador de Wesolowski contenía más de cien mil archivos con imágenes pornográficas
El exarzobispo polaco Jozef Wesolowski, de 66 años, conservaba en su ordenador portátil, propiedad del Vaticano, una colección secreta de 100.000 imágenes pornográficas, entre vídeos y fotos de varones entre 13 y 17 años, obligados a posar desnudos o a mantener relaciones sexuales entre ellos o con otros. Según publica Il Corriere della Sera, el tráfico de correos del exarzobispo que está investigando la Policía revela sus accesos a portales gays. Wesolowski puede ser condenado a siete años de cárcel. La Policía trata de descubrir ahora qué otras personas habrían ayudado al religioso a captar a sus víctimas. El exnuncio utilizaba a un diácono que lo ponía en contacto con adolescentes pobres para que su “apetito sexual pudiera ser satisfecho”.
Francisco lanza su campaña contra pederastas y cómplices en la Iglesia
Kasper: “Hubo un tiempo en el que se protegió a los sacerdotes: ahora, al lado de las víctimas”
Navarro-Valls: “La verdadera enfermedad no es la Iglesia, sino la pedofilia“
El ordenador de la nunciatura de la República Dominicana, propiedad del exarzobispo polaco Jozef Wesolowski, en arresto domiciliario desde el pasado martes en el Vaticano acusado de pedofilia, contenía más de cien mil archivos con imágenes pornográficas y vídeos, según informa el diario italiano Corriere della Sera.
De este modo, la investigación judicial relativa a la actividad diplomática de Wesolowski en República Dominicana ha revelado más de 100.000 archivos, divididos en cuatro volúmenes con unos 130 vídeos y más de 86.000 fotografías con contenido sexual de menores explícito a los cuales se añadirían otras 45.000 imágenes que habrían sido canceladas.
Además, los investigadores del Vaticano están buscando otros cómplices que habrían ayudado al alto prelado a procurarse menores, ya que en el sumario judicial se habla de manera explícita de «delitos cometidos junto a otras personas todavía sin identificar».
Según informó el portavoz oficial de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, el juicio se celebrará a finales de este año o comienzos del 2015. Asimismo, confirmó que el promotor de justicia del Vaticano, el fiscal Gian Piero Milano, está investigando al exnuncio por pederastia y por posesión de material con pornografía infantil.
El Vaticano reformó su ordenamiento jurídico en el 2013 pero estas reformas carecen de efecto retroactivo y los delitos por los que se investiga a Wesolowski fueron presuntamente cometidos con anterioridad a dicho cambio legislativo en la Santa Sede. De acuerdo con el ordenamiento jurídico del Vaticano, previo a la reforma penal del 2013, el acusado podría ser condenado a 6 o 7 años de prisión. Por el momento, según Lombardi, el exnuncio está siendo representado legalmente por un abogado de oficio, aunque podría designar uno de su confianza.
El Vaticano destituyó a Wesolowski de su cargo a finales de agosto del año pasado y abrió una investigación, después de que el arzobispo de Santo Domingo, el cardenal Nicolás López Rodríguez, informara al papa Francisco de las acusaciones que recaían sobre el nuncio. Fue condenado y expulsado del sacerdocio en un proceso canónico en primera instancia instruido por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Por su parte, el cardenal Walter Kasper, autor del informe introductorio del Sínodo sobre la familia, afirmó que tras el arresto de Jozef Wesolowski, la Iglesia está frente “a un cambio de paradigma. Hubo un tiempo en el que se protegió a los sacerdotes: ahora se miran las cosas del lado de las víctimas, es lo que debemos hacer“. El arresto de Wesolowski -dijo Kasper en una entrevista con el Corriere della Sera- “va en la dirección que conocemos. La línea del Papa es clara, no se puede detener, ni siquiera si es un obispo. La Iglesia necesita purificación y renovación, debemos ser consecuentes“. “La pedofilia es un crimen opuesto a la vocación: destruye la vida. Hemos conocido los efectos a largo plazo que la pedofilia tiene en sus víctimas”, agregó, subrayando que “no debe haber privilegios. La ley civil vale para todos, ¿por qué no debería valer para un obispo?“.
Por su parte el padre Hans Zollner, presidente del Instituto de Psicología en la Universidad Gregoriana y miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, dijo que “es un gran error considerar que los casos hayan sido cubiertos en Roma“. “La realidad es que el entonces cardenal Ratzinger, en el año 2000, para contrarrestar el fenómeno decidió centrar la gestión de las acusaciones contra sacerdotes en la Congregación para la Doctrina de la Fe, y nombró promotor de Justicia a Charles Scicluna, canonista considerado riguroso, poniéndolo a la cabeza de los procedimientos contra los clérigos”, dijo Zollner al diario La Repubblica. Cuando se convirtió en Papa “continuó con firmeza en esta línea” y “Francisco dijo claramente que tiene intención de seguir con rigor la misma orientación“.
Sobre las acusaciones de la ONU, “para la parte civil y penal la Iglesia se atiene a las leyes de los Estados. La denuncia no es obligatoria en la mayoría de los Estados, por ejemplo en Italia, Alemania y Bélgica“, explicó.
En cuanto a la selección de los candidatos al sacerdocio, “no hay que ilusionarse con que mediante algún test o pregunta durante una entrevista se pueda identificar con absoluta certeza a posibles abusadores”, agregó.
En una intervención publicada también en La Repubblica, el ex vocero vaticano Joaquín Navarro Valls escribió que “el perfil de un pedófilo no incluye nunca adultos normales que son atraídos eróticamente por menores como resultado de una abstinencia temporal o prolongada en el tiempo. Por lo tanto no emerge clínicamente ningún vínculo entre pedofilia y celibato“. “La verdadera enfermedad no es la Iglesia, sino la pedofilia. Sobre todo porque expresa con brutalidad y violencia una perversión que anida entre las personas ‘comunes’ y también entre los muros domésticos”, agregó. “Si es cierto que la pedofilia es una plaga humana que también la Iglesia está conociendo, también es cierto que la Iglesia es la única realidad comunitaria e institucional que está interviniendo eficazmente para extirparla, penal, canónica y culturalmente“, escribió Navarro Valls.
Según la revista L’Espresso, en un artículo anticipado hoy, tras el arresto de Wesolowski “en el Vaticano la tensión es altísima“ y “tiembla por su puesto sobre todo George Pell, cardenal australiano miembro del C9, el grupo de purpurados que aconseja al Papa en el gobierno de la Iglesia“. Según la revista “Francisco parece haber admitido que fue demasiado apresurado en el nombramiento del cardenal”. Pell fue absuelto hace algunos años “por falta de pruebas de una acusación de molestias contra un niño de 12 años“. El cardenal fue interrogado hace algunas semanas por la comisión de investigación de Canberra por hechos ocurridos cuando era arzobispo de Melbourne y Sydney. En esa oportunidad comparó a los curas pedófilos con los camioneros que molestan a las mujeres que hacen autostop: “No creo que la compañía de transportes -dijo refiriéndose a la Iglesia- pueda ser responsable de las acciones de sus camioneros”. En Australia, los padres de los niños pero también investigadores acusan al cardenal de haber querido “minimizar los delitos, ocultar la verdad, manipular e intimidar a las víctimas“.
Fuente Religión Digital
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