Una provincia de Indonesia quiere castigar con 100 latigazos las relaciones homosexuales
En el año 2001 el gobierno indonesio concedió a Aceh mayores poderes de autonomía para suavizar el proceso separatista abierto en la región desde hacía décadas, esta provincia de mayoría musulmana está imponiendo la ley islámica de la sharia. Su legislación prohíbe desde entonces el consumo de alcohol, el juego, la fraternización a hombres y mujeres solteros y las muestras de afecto fuera del matrimonio. La barbarie de los musulmanes más radicales y machistas en la interpretación y aplicación de la sharia llega hasta el punto de condenar por adulterio a una mujer violada por varios hombres. Las flagelaciones públicas se han convertido en la forma de castigo preferida por las autoridades para dar ejemplo.
Amnistía Internacional califica la flagelación como un crimen contra las leyes internacionales sobre la tortura y los derechos humanos por lo que ha pedido que se termine con esta práctica en Aceh. Pero el principal valedor de esta ley, Ramli Sulaiman del Partido Aceh, está convencido que la reforma saldrá adelante: “Hemos estudiado la aplicación de la sharia en países como Arabia Saudí y Jordania para redactar esta ley y estamos contentos”. De salir adelante, la pelota caería en el tejado del Ministerio del Interior de Indonesia quien podría tumbar la ley por violación de los derechos humanos.
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