Este viernes en Ciudad del Cabo abrirá sus puertas la primera mezquita inclusiva en Sudáfrica. Toronto, Atlanta, Halifax y Washington son las más destacadas en América del Norte aunque existen más de 20 espacios de culto musulmán similares en ese continente y en Europa la más destacada está en París. Aunque lenta y envueltas en muchas críticas, el Islam acoge en su seno a los creyentes gays, lesbianas y transexuales. En España, A.M.HO., la Associació de Musulmans Homosexuals, fue la primera entidad que en 2012 abría el armario para visibilizar el movimiento de los musulmanes LGTB en nuestro país.
La llamada ‘Mezquita Abierta‘ es un espacio abierto en el que no se hace distinción sexual entre hombres y mujeres a la hora de compartir espacios de culto y que da la bienvenida tanto a sunitas como chiítas musulmanes. Es un movimiento que ha sido motivo de controversia entre los sectores más tradicionales ya que se fundamenta en el hecho de las mujeres puedan conducir las oraciones cuando no están presentes los hombres y donde están permitidas las bodas de parejas interreligiosas sin necesidad de convertirse al Islam.
El fundador de la Mezquita Abierta de Ciudad del Cabo, que abrirá sus puertas este próximo viernes, es el doctor Taj Hargey, un imán y profesor de Estudios Islámicos e historia de África en la Universidad de Oxford, que ha dado la bienvenida a personas abiertamente LGBTI, aunque no comparta su estilo de vida: ‘Yo no comparto la vida homosexual, pero no les condeno como personas. Daremos la bienvenida a los gays para discutir temas de actualidad como la sexualidad, la política y otros’, ha dicho el profesor Hargey, como recoge el diario Cape Times.
Targey, que se crió en Ciudad del Cabo, ha regresado a su ciudad natal para crear la mezquita. Asegura que espera provocar una “revolución religiosa” cuando se trate el tema de la igualdad de género: ‘Las mujeres van a tomar las decisiones’, ha dicho.
Sin embargo algunos han acusado a este profesor y estudioso de tratar de intentar una ‘mezquita gay’. Hargey se disculpó asegurando que el origen de la confusión se debe a que la Mezquita Abierta está situada en la misma calle que la sede del grupo musulmán LGBTI, Inner Circle.
Hargey, que está casado con una mujer cristiana, dijo que estaba dispuesto a demandar a cualquier persona que lo etiquete como “hereje” o que lo acuse de ser un ‘homosexual’. El Consejo Judicial Musulmán de Sudáfrica (MJC) ha sido muy crítico con los planes de la mezquita abierta y se ha comprometido a iniciar una investigación para asegurarse de que cumple con las enseñanzas islámicas.
‘Supongo que los imanes musulmanes no están satisfechos con la apertura de una nueva mezquita independiente que pondrá a prueba su autoridad. Yo predico un Islam que es iluminado, erudito e igualitario’, ha asegurado el responsable de esta iniciativa, doctor Hargey.
Iniciativas más cercanas con el mundo LGBT musulmán son las mezquitas inclusivas de Toronto, en Canadá y de Atlanta y Washington, en EE.UU., todas creadas por El-Farouk Khaki, un musulmán gay nacido en Tanzania, que emigró siendo un niño a Canadá, y que nunca ha renunciado a vivir con plenitud su homosexualidad ni a su fe musulmana. En 2009 fundó en Toronto el círculo el-Tawhid Juma, la primera mezquita expresamente abierta a todas las orientaciones e identidades sexuales. Un círculo en expansión, que ya ha cruzado la frontera con Estados Unidos.
Khaki comenzó un difícil camino de activismo LGTB en el seno del islam en 1991, cuando fundó Salaam, un grupo de apoyo a musulmanes LGTB. También fue uno de los creadores de Min-Alaq, un colectivo musulmán de sensibilidad progresista. Como abogado, ha trabajado además a favor de los derechos de los inmigrantes. Pero fue después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, cuando sintió la necesidad de luchar contra los crecientes prejuicios y la discriminación contra los musulmanes que viven en países occidentales, entre los cuales hay numerosas personas LGTB. En 2005 contribuyó a organizar el primer rezo musulmán conjunto de hombres y mujeres dirigido por una fémina, y cuatro años más tarde fundó la mezquita de Toronto. Una mezquita que va más allá de la mera existencia de un grupo de musulmanes LGTB que se reúnen para rezar y que respeta las reglas básicas de funcionamiento de este tipo de templos por lo que a la Khutbah (oración del viernes) se refiere. No existe la segregación por sexos.
Halifax, en el estado de Nueva Escocia, es la sede de la segunda mezquita LGBTI en Canadá. El portavoz de esta iniciativa se llama Syed Adnan Hussein. Asegura que las personas que forman parte de su grupo son libres de orar en las mezquitas más tradicionales de la ciudad pero querían crear un espacio donde poder sentirse cómodos con su propia identidad mientras practican su fe. Hussein pone un ejemplo, ‘los transexuales pueden decidir si quieren rezar al lado de las mujeres aunque tenga un aspecto más masculino’. En opinión de este líder musulmán canadiense, ‘Para mí, la creación de un espacio espiritual donde todos somos iguales es realmente importante ya que no afectará a nuestra vidas fuera del espacio reservado para la oración’.
La Asociación de Musulmanes Gays de Francia (HM2F) anunciaba la apertura de una mezquita progresista, la primera de Europa el 30 de noviembre de 2012. Este lugar de culto permite a las mujeres y hombres llevar a cabo sus oraciones en el mismo espacio, no por separado, como es la costumbre en las mezquitas tradicionales.
Un lugar que celebra la oración del Viernes (Jumu´ah) y también bendice los matrimonios del mismo sexo. Ludovic Lutfi Zahed, el fundador del HM2F, explicaba el porqué de la necesidad de una mezquita que incluya a todos: “En las mezquitas tradicionales, las mujeres tienen que sentarse atrás y llevar el velo, y los hombres gays tienen miedo de las agresiones, físicas y verbales”. Zahed también ha declarado que fue durante el peregrinaje a la Meca con un grupo de musulmanes progresistas, cuando se convenció de la necesidad de una mezquita así. Ludovic Lutfi Zahed es de origen argelino y está casado con otro hombre por el rito musulmán.
En cuanto a España, desde el nacimiento de A.M.HO., la única asociación de musulmanes homosexuales que funciona en España desde Cataluña, son dos sus principales prioridades: poder celebrar bodas gays por el rito islámico que sean avalada por un imám y tratar abiertamente el tema de las enfermedades de transmisión sexual y del VIH y el Sida en el mundo musulmán.
El secretario general de A.M.HO. se llama Abdel Jahlil Zam Zam, cuya familia es originaria de Siria, aunque él es argentino. Fue en Siria donde le regalaron el Corán del bisabuelo cuando se convirtió en el islam. Para él, el día que se hizo musulmán, fue el más feliz de su vida, pero también ese día comenzaron los problemas y las contradicciones. Por esto se decidió, gracias a las posibilidades que ofrece Internet para conectar gente anónimamente, a empezar un camino para crear una asociación de musulmanes homosexuales LGTB (AMHO).
Los eruditos musulmanes dicen que el Corán tiene clara su opinión sobre la homosexualidad: “Lo que el Corán dice claramente, al igual que la Biblia, es que no acepta la homosexualidad”, asegura Jamal Badawi, profesor emérito de la Universidad de Saint Mary en Halifax: “Se considera como la norma en términos de las necesidades de la sociedad la relación entre hombres y mujeres”.
Aún le queda mucho camnino a los ceryentes LGBT musulmanes que su visibilidad pueda visibilizarse ante la sociedad. De momento, muchos de ellos se enfrentan a la exclusión y el rechazo. Menos mal que existen personas como Taj Hargey, El-Farouk Khaki, Syed Adnan Hussein, Ludovic Lutfi Zahed o Abdel Jahlil Zam Zam que luchan por cambiar la cosas.
Fuente Ragap
General, Historia LGTBI, Islam
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