Mark Bingham, el héroe gay del 11-S
Hoy es de nuevo recordamos los trágicos acontecimientos del 11-S. Un martes negro en 2001 cuando el zarpazo del terrorismo se llevó por delante a miles de víctimas inocentes en EE.UU. Para conmemorar esta fecha tan triste queremos recordar a Mark Kendall Bingham nuestro particular héroe gay. Su historia es la de un valiente que arriesgó su vida para evitar causar una desgracia mayor. Este ejecutivo de relaciones públicas, homosexual y jugador de un equipo de rugby gayfriendly, viajaba aquella mañana en el vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en un campo en Pennsylvania. El mismo avión en el que un pequeño grupo de pasajeros, liderados por Bingham, se rebelaron y enfrentaron a los terroristas consiguiendo evitar que hiciera blanco en el lugar previsto (en La Casa Blanca, previsiblemente). Cada dos años, en su memoria, se celebra un torneo internacional que enfrenta a los equipos de rugby gay más destacados del mundo que lleva su nombre desde 2002, la Copa Bingham.
El nombre de Bingham se encuentra en el panel S-67 de la National September Monumento del 11 ‘s en el South Pool, junto con las de otros pasajeros del vuelo que se estrelló. La película United 93, de Paul Greengrass, recrea aquellos momentos, incluida la figura de Bingham. Y es que según las investigaciones posteriores, fue él uno de los impulsores de la revuelta, lo que le valió ser nombre ‘personaje del año’ por la revista The Advocate y que la prensa de todo el país empezará a colgarle el sobrenombre de ‘héroe gay del 11-S’. La comunidad ‘oso’ de San Francisco le considera desde entonces como uno de sus referentes.
Un año después salió a la venta un libro con su historia: Mark Bingham, Hero of the Flight 93. En él se recogen testimonios sobre su vida y sobre su homosexualidad.
Tanto por sus acciones heroicas en el vuelo de la United 93, así como su físico muy masculino y su estilo de vida deportivo, Bingham ha sido honrado póstumamente por haber roto el estereotipo del molde gay y por haber abierto las puertas a muchos otros que vinieron después de él.
Bingham, tras salir del armario, destacó por su compromiso con los derechos de las minorías. Todo ello, junto a su pasión por el rugby, le llevó a ser uno de los impulsores del equipo de rugby San Francisco Fog, que intenta dar un espacio de visibilidad a minorías tradicionalmente excluidas de la elite de este deporte (homosexuales, afroamericanos, mujeres…).
Bingham tenía una relación de pareja desde hacía seis años con Paul Holm, quien lo elogió por haber arriesgado su vida para proteger la de otros. No le tenía miedo a nada, ni nadie ya que, en dos ocasiones, Holm contó que se había enfrentado a unos ladrones que le encañonaron a punta de pistola. Su novio lo describe como un hombre valiente y competitivo: ‘Odiaba perder en cualquier cosa. Era conocido por mostrar con orgullo una cicatriz que recibió después de ser corneado en los San Fermines en Pamplona’.
Los senadores estadounidenses John McCain y Barbara Boxer honrados a Bingham el 17 de septiembre de 2001 en una ceremonia celebrada en la Bahía de San Francisco para recordar a las víctimas de los ataques y le presentaron a su novio sus respetos entregándole una bandera americana. También fue galardonado a título póstumo con el Premio Arthur Ashe Courage en 2002. La cantante Melissa Etheridge le dedicó su tema “Tuesday Morning” en 2004.
El 2012 un documental narra los vínculo afectivos que tuvo con su madre, Alice Hoagland, un ex asistente de vuelo de la United Airlines que, tras su muerte, se convirtió en una autoridad reconocida a nivel nacional en materia de seguridad aérea y una activista de los derechos LGBT .
Las últimas palabras de Bingham fuera de ese vuelo 93 de United Airlines fueron en una llamada a su madre, Alice, que aún ponen la carne de gallina: ‘Hola mamá, soy Mark, sólo quiero decirte lo mucho que te amo en caso de que no te vuelva a ver… Estoy en un vuelo de Newark a San Francisco y hay tres individuos que han secuestrado el avión y dicen tener una bomba…’
United 93 es una película estadounidense de 2006, dirigida por Paul Greengrass. Fue nominada a dos Óscar, aunque no ganó ninguno:
Bingham nació un 22 de mayo de 1970, tenía 41 años cuando se enfrentó al momento más duro de su vida y junto con Todd Beamer, Tom Burnett y Jeremy Glick crearon un plan para enfrentarse a los secuestradores. Era hijo único de madre soltera, Alice Hoagland. Se crió en Miami, Florida, al sur de California antes de mudarse al área de San José en 1983. Bingham hizo sus pinitos como cineasta y usaba su cámara de video en su adolescencia como un diario personal a través del cual se expresó y documentó su vida y la de los de su familia y amigos.
Estudió en la Universidad de Berkeley y formó parte del equipo de rugby del campus. Al graduarse a la edad de veintiún años, Bingham hizo pública su homosexualidad a su familia y amigos. Como gran atleta se implicó en la fundación de varios equipos de rugby incluyendo a los Gotham Knights de Nueva York.
En la mañana del 11 de septiembre 2001 Bingham casi perdió el vuelo cuando se dirigía a San Francisco para acudir a la boda de un compañero de su fraternidad en la Universidad. El vuelo 93 de la United Airlines estaba programado que saliera a las 8 de la mañana pero el Boeing 757 llevaba 42 minutos de retrasos en el tráfico en pista. Seis minutos más tarde, el vuelo 11 de la American Airlines se estrelló contra la Torre Norte del World Trade Center. 15 minutos más tarde, a las 9:03 de la mañana, el Vuelo 175 de la United dejaba al mundo estupefacto cuando atravesó la Torre Sur.
A las 9:25 de la mañana, el vuelo 93 estaba volando al este de Ohio. El piloto se comunicó por radio con los controladores de Cleveland para alertar de la presencia de ” intrusos en la cabina” Tres minutos más tarde, en Cleveland escucharon gritos provenientes del avión, alguien se había dejado deliberadamente abierto los micrófonos en la cabina de los pilotos. Los secuestradores, dirigidos por el libanés Ziad Samir Jarrah se hicieron con el control del avión y les dijeron a los pasajeros: “Manténganse sentado y en calma. Tenemos un bomba que haremos explotar”. Bingham y los demás pasajeros fueron conducidos a la parte trasera del avión y pudieron ver como el piloto y el copiloto yacían muertos en el suelo después de haber sido degollados.
A los seis minutos, el avión cambió de rumbo y se dirigía a Washington. Varios de los pasajeros pudieron hacer llamadas telefónicas a sus seres queridos, quienes les informaron de los dos aviones que se habían estrellado contra el World Trade Center. Bingham llamó por teléfono su madre, le dijo de que su avión había sido secuestrado pero que no se preocupara.
Después de que los secuestradores desviaron el avión bruscamente al sur, los pasajeros decidieron actuar. Bingham, junto con Todd Beamer, Tom Burnett y Jeremy Glick idearon un plan para recuperar el control del avión.
De acuerdo con el Informe de la Comisión investigadora que recuperó los datos de voz del interior del avión se escucharon los tensos momentos previos antes de que se estrellara el aparato. Un pasajero grita en la puerta de la cabina: ‘Vamos a por ellos!’, al que un secuestrador responde: ” Allah akbar ! ” (“Dios es grande”). Tras unos tensos momentos de forcejeo se oye gritar: “En la cabina del piloto. Si no lo hacemos, moriremos”.
A las 10:02 am, se escuchan las órdenes del líder de los secuestradores: “Derribadlo!, derribadlo!”. Segundos después el avión se estrellaba en un campo vacío en Shanksville, Pennsylvania. Iba a 580 kilómetros por hora, nadie se pudo salvar. Estaba a veinte minutos de vuelo de la Casa Blanca y del edificio del Capitolio. Según el vicepresidente Dick Cheney, el presidente George W. Bush había dado la orden de derribarlo de haber continuado su trayectoria hacia Washington.
Fuente Ragap
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