El presidente de la organización LGTB más importante de Estados Unidos pide disculpas a la comunidad trans por haberla dejado de lado
Chad Griffin, presidente de Human Rights Campaign (quizá el grupo en favor de los derechos LGTB más importante de los Estados Unidos) ha hecho públicas sus disculpas oficiales a la comunidad transexual por el trato que durante años ha recibido de su organización. Griffin ha reconocido que las personas transexuales y sus reivindicaciones han estado infrarrepresentadas y ha prometido recuperarlas como elemento central de su lucha.
Fue en un discurso pronunciado el pasado viernes por Griffin en Atlanta ante la Southern Comfort Conference, un evento que cada año reúne en la capital del estado de Georgia a miembros de la comunidad transexual de los Estados Unidos. “HRC ha actuado mal con la comunidad transexual en el pasado. Y hoy estoy aquí para pedir disculpas formales. Siento las veces en las que nos hemos posicionado de forma separada, cuando debíamos haberlo hecho juntos. Pero incluso más que eso, siento las veces en las que os habéis sentido infrarrepresentados, incluso no representados, por esta organización. Lo que les ocurra a las personas trans es absolutamente central en la lucha LGTB. Y como la más grande organización en favor de los derechos civiles de las personas LGTB, HRC tiene una responsabilidad en dar esa batalla por la justicia, o de lo contrario estaremos fallando a la que es nuestra misión fundamental”, expresó Griffin en el que posiblemente fue el momento más simbólico de un largo discurso (al que puedes acceder aquí) en el que se comprometió a hacer de las reivindicaciones trans un elemento central de la lucha de HRC.
El “divorcio” entre la comunidad trans y la organización que preside Griffin quedó patente en 2007, cuando en un episodio vergonzante HRC decidió desmarcarse de otras organizaciones LGTB y apoyar como “mal menor” la exclusión de las personas transexuales de la ENDA (Employment Non-Discrimination Act), un proyecto de ley de no discriminación de las personas LGTB en el empleo que ha sido presentado ante el Congreso de los Estados Unidos en más de una veintena de ocasiones desde 1994 sin que nunca hasta el momento haya prosperado. En 2007, con un Congreso de mayoría demócrata, consiguió sin embargo pasar el filtro de la Cámara de Representantes a cambio de retirar la protección a las personas transexuales (aún así no pudo ser finalmente aprobado).
Un episodio que para muchos simbolizó a la perfección como para muchas organizaciones LGTB la letra “T” es un añadido de mera corrección política, pero que en realidad dan prioridad a la lucha contra la discriminación por razones de orientación sexual sobre la discriminación de las personas trans, el grupo más desprotegido y vulnerable dentro del colectivo LGTB.
El explícito reconocimiento de Griffin supone, sin duda, un buen punto de partida para que HRC recupere la confianza de las personas transexuales, pero más allá de este caso concreto supone un elemento de reflexión sobre hasta qué punto las organizaciones LGTB no han considerado de segundo orden las reivindicaciones de las personas transexuales, forzándolas en ocasiones a desarrollar un activismo independiente para poder ser tomadas en serio.
Fuente Dosmanzanas
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