El homófobo Congreso de las Familias arranca con polémica en Australia: un ministro inaugurará las charlas
El ministro australiano ‘descubre’ que el Congreso Mundial de las Familias es intolerante y ya no lo inaugurará
Un centenar de personas protestan a la entrada del Congreso Mundial de Familias en Melbourne
El Congreso Mundial de las Familias esconde, tras un nombre de apariencia inocente, un grupo que solo admite un tipo de familia: el que se basa en las enseñanzas tradicionales de la Iglesia. Un hombre, una mujer y sus hijos. Todo lo demás es un invento demoniaco que más valdría extirpar de la sociedad. Con una carta de presentación como esta no es de extrañar que la nueva edición del Congreso de las Familias, previsto para este sábado en Melbourne, haya tenido que mudarse cuatro veces de emplazamiento después de que las protestas de los grupos a favor de la diversidad protestaran contra su celebración. Y que todavía no tengan un nuevo emplazamiento. Pero la mayor polémica la ha servido el ministro de Asuntos Sociales del gobierno australiano, el liberal Kevin Andrews, que ha aceptado la invitación para dar la charla inaugural del Congreso, aunque se ha apresurado a aclarar que eso no quiere decir, necesariamente, que esté a favor de los postulados del grupo, según señala el diario The Guardian.
Por el momento, los colectivos que se oponen a la celebración del evento, entre los que se cuentan asociaciones LGBT y de madres solteras, entre otros, han convocado protestas para bloquear la celebración de las jornadas. Según han indicado, esperan que miles de personas secunden esta protesta. Uno de estos grupos, la Coalición para Rechazar la Extrema Derecha, ha criticado que el Congreso no es solo una reunión de líderes extremistas, sino que busca influir en la política del Gobierno, especialmente en un momento en que el matrimonio gay ha estado en la agenda política del país y cuando los presupuestos del gobierno dirigido por Tony Abbot han dejado de lado las políticas sociales. Otra de las organizadoras, Debbie Brennan, se ha expresado en el mismo sentido: “No se trata solo de esparcir odio. Es en realidad acerca de legislar el odio. Por eso nos hemos unido para confrontarlos”.
Las protestas incluyen una recepción de ‘desbienvenida’, una manifestación por el amor igualitario y una fiesta contra el odio. Los organizadores consideran un éxito que cuatro localizaciones se hayan negado ya a acoger el evento después de sus presiones e insisten en que se lo pondrán difícil a los asistentes. La organización, por su parte, alude a la libertad de expresión: “Somos un grupo muy pacífico. Está muy bien para cualquiera decir que no queremos oír lo que tienes que decir. Pero intentar parar lo que tenemos que decir es absolutamente ridículo en un país libre. ¿Qué se supone que pretenden?”, señala su representante, Margarett Butts, que explica que tiene un par de opciones en estudio para acoger el evento.
Foto: Kevin Andrews.
Fuente Ragap
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