Ecuador legalizará las uniones entre personas del mismo sexo
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha anunciado que la unión de hecho entre personas del mismo sexo será reconocida como derecho constitucional.
Correa ha destacado que se trata de un avance en materia de derechos que se logró a partir de conversaciones entre el presidente y organizaciones GLBTI el pasado 18 de agosto.
Simbólico pero importante paso hacia la igualdad en Ecuador. El presidente Rafael Correa anunció el pasado viernes que las uniones de hecho para las parejas del mismo o de distinto sexo serán reconocidas como un estado civil en el documento nacional de identidad (la llamada cédula de ciudadanía). Correa también estudiará la posibilidad de que las personas transexuales puedan modificar dicho documento para que refleje su identidad de género.
“Es su derecho registrar una unión de hecho entre heterosexuales o personas del mismo sexo este es un derecho constitucional y de ser negado, las autoridades tomaremos cartas en el asunto“, ha afirmado Correa durante su informe semanal, según recoge la agencia de noticias oficial, Andes.
Asimismo el presidente Correa aseguró que durante la reunión con grupos GLBTI se comprometió a analizar una posible inclusión de identidad de género en el documento de identidad para evitar humillaciones a las personas.
El acuerdo con el Registro Civil, con fecha 22 de agosto, ordena derogar la prohibición de ingresar la unión de hecho como un estado civil, asimismo establece registrar las uniones de hecho como un dato complementario del estado civil y crear un registro especial para estas uniones. Este servicio se prestará desde el 15 de septiembre. La unión es una figura jurídica que reconoce la alianza entre dos personas libres de vínculo matrimonial.
La Constitución ecuatoriana concede los mismos derechos a las uniones de hecho que a los matrimonios civiles o católicos, y a partir de esta decisión los homosexuales ganan más reconocimiento legal . Sin embargo, Correa aclaró que “nunca he ofrecido (aprobar el) matrimonio homosexual”, como piden los grupos GLTBI. Ecuador introdujo la figura de la unión civil para las parejas del mismo y de distinto durante la elaboración de la Constitución de 2008, que establece la igualdad de derechos y obligaciones de estas parejas y las casadas, salvo la adopción de menores. El artículo 67 de la Constitución establece que “el matrimonio es la unión entre hombre y mujer”. El siguiente artículo señala que “la adopción corresponderá solo a parejas de distinto sexo“. El texto constitucional también consagra la discriminación en el acceso al matrimonio, definido como “la unión entre hombre y mujer”; una exclusión que contradice la prohibición explícita, en la misma Carta Magna, de toda discriminación por razones de identidad de género u orientación sexual. El propio Correa ha mostrado en repetidas ocasiones su rotunda oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la adopción homoparental.
Con esta decisión, que no implica el reconocimiento del matrimonio gay, las minorías sexuales podrán inscribir en su documento de identidad sus uniones de hecho o de convivencia tras su registro ante notario público. La autoridad de Registro Civil no le permitía hasta ahora a los homosexuales inscribir sus uniones en el documento de identidad porque no las consideraba un estado civil.
“Si había una duda sobre el derecho a registrar una unión de hecho ya sea de heterosexuales o personas del mismo sexo, ya no queda ninguna duda. Es su derecho”, recalcó el gobernante tras tratar el tema esta semana con representantes de las minorías sexuales.
Correa, un católico de izquierda, ha expresado reiteradamente su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, al tiempo que se opone a la adopción de niños por parte de parejas gays. “No estoy de acuerdo con la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, porque creo que la naturaleza algo de razón debe tener y que los niños deben estar en la familia tradicional”, dijo Correa en una entrevista en mayo de 2013.
En agosto de 2013, una pareja de lesbianas emprendió la campaña “Matrimonio Civil Igualitario: los mismos derechos con los mismos nombres”, que buscaba legalizar en Ecuador las bodas gay, que ya han sido aprobadas en Uruguay, Argentina, Brasil y en Ciudad de México.
La comunidad LGTB ecuatoriana, sin dejar de luchar por la igualdad matrimonial, ha seguido denunciando otras injusticias a las que, pese a la protección constitucional, se enfrentan en su trato con la Administración. Por lo pronto, tras reunirse con el presidente esta semana, han conseguido que las uniones de hecho sean reconocidas como un estado civil a todos los efectos, y así se verá reflejado en las cédulas de ciudadanía; hasta ahora, el Registro Civil se negaba a cambiar el estado civil de estas personas, alegando que el matrimonio solo está permitido a las parejas de distinto sexo. Correa ha declarado en Enlace ciudadano (su espacio audiovisual de propaganda semanal) que “si había una duda sobre el derecho a registrar una unión de hecho ya sea de heterosexuales o personas del mismo sexo, ya no queda ninguna duda. Es su derecho”.
Sin comprometer un plazo concreto, el presidente de Ecuador también se ha comprometido a estudiar la posibilidad de que las personas transexuales puedan ver reconocido su género en los documentos de identidad. Correa aseguró que todas las personas deben tener “libertad para escoger su identidad de género”; una afirmación que contrasta fuertemente con la reaccionaria diatriba que pronunció en enero de este año contra la “ideología de género” y sus supuestos efectos negativos sobre los jóvenes y el conjunto de la sociedad. Si este compromiso llega a materializarse, podrían evitarse situaciones como la del juez que denegó a una mujer transexual, la activista Diane Rodríguez, la modificación de su cédula de ciudadanía pese a haber conseguido ya el cambio de nombre.
De lo que no cabe duda es de que el mandatario latinoamericano es un político que sabe modular su discurso según le convenga, entre la homofobia más o menos abierta y los mensajes inclusivos. El de esta semana ha sido un ejemplo de estos últimos, ya que Correa ha asegurado también que intensificará la lucha contra los crímenes de odio y la discriminación laboral de las personas transexuales, en cumplimiento por otra parte del mandato constitucional. El presidente prometió reunirse dos veces al año con los representantes de la comunidad LGTB, porque “puede haber un transexual [sic] que nos da clases de lucha como Diane Rodríguez, a la que admiro”.
Con informacion de El Universo y Dosmanzanas
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