La perla preciosa
Del blog À Corps… À Coeur:
¡ Y cuando se está seguro de amarse, cuando se ha reconocido en el ser amado la fraternidad que buscaba allí, qué serenidad en el alma!
La palabra misma expira; sabemos por anticipado lo que van a decirse; las almas se entienden, los labios se callan.
¡ Oh! ¡ Qué silencio! ¡ Qué olvido de todo!
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Alfred de Musset, en “La Confesión de un hijo del siglo”
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(Nota)
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