Amar
Del blog de la Communion Béthanie:
Amarse a sí mismo humildemente como cualquiera de los miembros sufrientes de Cristo …
Aún debe ser aprendido lo que significa caer, como cae una piedra en la noche del agua.
Lo que quiere decir desmoronarse, como un árbol estalla en los fuegos ardientes de la helada bajo el estallido azul del gran hacha.
¿Que pueden saber sobre la misericordia de las mañanas, cuyas noches jamás fueron de tempestades y de angustia?
Quien jamás ha tendido la mano, pidiendo socorro, no sabe que otra mano puede socorrer.
Quien ha tendido la mano pidiendo secorro, entenderá el grito silencioso de otras manos además que la suya.
Para responder a estos golpes, hay que haber vivido y vivir todavía en alta mar, amenazado sin duda, náufrago quizá, pero en la cresta de las certezas reales.
El amor entonces puede hacer su obra, fecundarnos, rejuvenecernos, reunirnos.
Aunque estemos inquietos, en la duda y la pena, aunque marchemos, el corazón apretado en el valle de la sombra y de la muerte, aunque nuestras caras no tengan otro brillo, que los dispersos de un bello espejo quebrantado:
un Amor nos precede, nos sigue, nos envuelve…
Cristo pone sus pasos en los nuestros y se sienta con nosotros a la mesa de los pobres.
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Paul Baudiquey
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