El futbolista chileno Gary Medel no quiere llorar durante el himno para no parecer gay.
Todo el planeta está pendiente de lo que está pasando en el Mundial de Brasil en estas semanas y, lamentablemente, uno de los mensajes que se está transmitiendo es muy negativo. Mientras abundan las campañas de la FIFA contra el racismo, siempre bienvenidas, no se está haciendo nada contra las aficiones de México por los insultos homófobos durante los partidos que ha jugado su selección o por los insultos en el mismo sentido sufridos por Diego Costa, jugador español, durante el primer partido de la selección española.
Un episodio más de este mal ejemplo que se está dando al mundo con el comportamiento, tanto de aficionados como de jugadores, lo ha protagonizado el jugador chileno Gary Medel quien, durante una rueda de prensa, aseguró que “no pude llorar en el himno nacional porque después dicen que soy un pitbull gay”. Pitbull es el apodo que recibe el mediocentro por su duro estilo de juego, aunque con declaraciones homófobas como ésta se gana otros sobrenombres mucho menos amables.
Lo peor de estas tristes declaraciones asimilando que llorar es sólo cosa de gays es la reacción posterior de los asistentes a la rueda de prensa quienes rieron y carcajearon el desafortunado comentario. Una muestra más de lo necesario que es hacer pedagogía sobre la homosexualidad para evitar comentarios y declaraciones que acaban por minar la histórica lucha del colectivo LGBT en defensa de la igualdad de sus derechos.
En el mundo del fútbol aún queda mucho camino por recorrer en este sentido y la homosexualidad es un tema tabú en muchos vestuarios donde ni se acepta ni se concibe la posibilidad de compartir duchas con personas con una orientación sexual diferente a la heterosexual como dejó claro un ex compañero de Medel en el Sevilla, el croata Ivan Rakitic.
Fuente Ragap
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